Llamado a la reflexión desde la puesta en escena de Altoteatro

POR MELINA CAMARGO

Una vez más, el Teatro El Pasillo fue lugar de grandes momentos. Es que el pasado 2 de noviembre el espacio escénico jujeño recibió nuevamente a la grupalidad boliviana Altoteatro con la obra “Ratas. Historias de Alcantarillas” del gran artista Fredy Chipana quien actuó para una sala completamente llena y, por supuesto, recibiendo una gran ovación del público como siempre sucede cuando sube a un escenario.

Previamente, bailarines de la Escuela Municipal de Arte de El Alto, La Paz, coordinado por Chipana, brindó un número de caporal para los espectadores que se encontraban en la fila e hicieron una invitación a la función que se dio días después en el Teatro Mitre. Minutos después al ingresar a la sala mayor “Carime Estopiñan”, el público presenció un espectáculo de primera como Altoteatro sabe hacer.

En una emotiva función, Chipana, con su tranquilidad y profesionalismo, recorrió el espacio contando la historia de la disputa entre los Dioses Gatos y las Ratas inmersos en la metáfora de la última dictadura militar de los países latinoamericanos, pero además tocando temas actuales utilizando técnicas del humor y el drama que llevaron al público por diversos sentimientos y reflexiones de un momento a otro sumando el increíble trabajo de luces, sonido y proyección del equipo que se encontraba detrás de escena.

En relación a esto y en diálogo con El Tribuno de Jujuy, el actor y director boliviano mencionó que “habla sobre lo que estamos haciendo ahora. ¿Quién es un Dios Gato? ¿Quién es una rata? ¿Quién es el malo? Al final también habla sobre en qué lugar estás. ¿Por qué no haces nada? Ahora en Bolivia se han quemado tantas hectáreas, ¿quién ha hecho algo?”.

La representación de estos dos animales no fue al azar, históricamente la dicotomía entre el gato y la rata se vieron plasmadas en historias e imágenes como lo hizo el grupo a través de una proyección durante la obra. De hecho, la función comienza con videos de gatos y paisajes paradisíacos y maravillosos haciendo sentir a uno que se encuentra en el cielo y más adelante vemos otras imágenes de ratas luchando con su eterno rival acompañado de fondo la canción “Always on my mind” de Pet Shop Boys como en forma de comedia y revelación ante su “Dios”.

Dice Chipana que el disparador para elegir estos animales fue también gracias a una entrevista: “Veo que le hacen a un tipo que era malo. En Brasil lo agarran, era un pez gordo y el tipo dice ‘Me van a soltar porque me necesitan’, decían, ‘ustedes no van a matar a alguien que los alimenta, a alguien que les da todo'” y continúa “Me he quedado un mes pensando en todo lo que decía, he escrito todo lo que ha dicho, pero después no quise decir esto. De ahí he visto una pelea de una rata y un gato y he dicho ‘íClaro! ¿Quién devora a quién?’ y es ahí que he agarrado esta metáfora de los Dioses Gatos.”

El trabajo escénico viene acompañado de una dramaturgia que también lleva su tiempo de investigación: “Al final es como que he empezado a construir un texto y es difícil actuar y dirigirse, pero mis compañeros de Altoteatro con el que tenemos 23 años, me han llevado a hacer, a cuidar cada detalle y ahí hemos dicho ‘hablemos de esto’. Se ha hecho un texto, se ha rescrito hasta que dije que quiero afrontar este texto, pero no sé cómo”.

La obra fue estrenada en enero 2019 en el marco del XXI Festival Internacional de Teatro en Zicosur y Antofagasta (Fitza) de Chile “en un lugar donde han torturado gente porque al final habla de la dictadura, habla de todo esto. Aunque no importa si es una dictadura o no. Los Dioses, los gatos, pueden ser una familia, puede ser una mujer que asesina, una mujer que abandona un hijo, un hijo que maltrata un padre, alguien que maltrata a la tercera edad, habla de eso: de qué tipo de ser humano está habitando este lugar, este tipo de ser humano y qué responsabilidad tienes con alguien.”.

Tener nuevamente a este elenco boliviano en Jujuy es siempre un placer y más para El Pasillo por tener lazos de amistad con el ya fallecido Rubén “Chuña” Iriarte, el gran maestro del arte jujeño con el que trabajaron y compartieron momentos por muchos años reforzando los lazos de amistad entre los hermanos de ambos países.

Y es que, recordar a Iriarte en Jujuy realmente llena de emoción por su gran trayectoria y aporte al teatro local. Chipana, recordándolo, decía que se encontraba “feliz y conmovido. Son varios años y aquí, justamente en El Pasillo que es donde he comenzado a montar obras, es una casa” y sigue “realmente emocionados porque no he tenido el tiempo para abrazarme con el ‘Chuña’. Hemos tenidos sueños y obras que hemos dejado. No he podido volver. Estaba filmando justamente con el grupo, una película y nos enteramos de que el ‘Chuña’ murió y ha sido un poco complicado. Es bien difícil, pero estoy feliz. Yo siempre he dicho que el ‘Chuña’ y todos los de Nueva Escena (grupalidad en la que integraba Iriarte) nos han hecho sentir como en casa, han ido a Bolivia y hemos hecho tantas producciones.”

Ante esto y en relación a la obra, reflexiona “he viajado por el mundo, y cada vez que vengo, ahora que no está el ‘Chuña’, veo más cosas bellas. Hay un montón y eso se llama amor propio y a veces desde ahí se comparte. Esas son islas donde vas, te refrescas y puedes continuar el viaje y vas por ese lado y esto es lo que habla ‘Ratas’. Es un ratito mirar, que se vuelve un espejo lo que estás viendo y te des cuenta que nos estamos pegando y nos estamos lastimando”.

Cruzar la frontera no fue nada fácil, Chipana llegó con la grupalidad de Altoteatro y estudiantes de la Escuela Municipal de Arte de la ciudad de El Alto, La Paz la cual él coordina para presentarse en el Teatro Mitre días después, pero los vestuarios quedaron varados en Aduana. Sin embargo, gracias a la gestión del Intendente de La Quiaca, Dante Velázquez, se logró que los artistas y docentes responsables logren pasar con sus pertenencias siendo bien recibidos en la ciudad fronteriza.

Ante tantas aventuras, recorridos, funciones por todo el mundo, reencuentros y recuerdos, Fredy Chipana reflexionó al final: “Yo creo que, en la vida, de alguna manera, tú tienes que ser para construir algo, pero no para vos. Se debe construir para los que van a venir: tus hijos, tus amores. Debes dejar algo, a alguien o debes devolver algo bonito que se te ha dado y ojalá que eso se devuelva como en algo bonito… y El pasillo es esto”.

 

Fuente: eltribunodejujuy.com

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