Video: las impactantes imágenes del incendio del hotel Hilton de Katmandú luego de las protestas en Nepal


Las imágenes son profundamente impactantes. Las columnas de negro humo saliendo del edificio carbonizado del hotel Hilton en Katmandú, Nepal, parecen infinitas.

Pero es sólo una de las tantas manifestaciones de la escalada de violencia que se vive desde hace dos días en el país que se ubica entre India y Nepal .

En dos días, una protesta juvenil generada por la censura digital se transformó en una insurrección que ha dejado a Nepal sin Gobierno, con el Ejército en las calles y con más de una veintena de muertos, según datos de los hospitales y diferentes medios.

Sucede que, además de este hotel 5 estrellas, varios edificios gubernamentales -como la Corte Suprema y el Parlamento- hasta las casas de los ministros, incluida la residencia privada del primer ministro nepalí KP Sharma Oli, también fueron incendiados en las protestas que tuvieron lugar el martes 9 de septiembre.

Finalmente, los disturbios y manifestaciones solo disminuyeron un poco después de su renuncia.

La revuelta juvenil que sacudió Nepal entre el lunes 8 y el martes 9 de septiembre dejó un rastro de destrucción sistemática.

Los ataques no fueron aleatorios sino, como detalla la agencia EFE, se dirigieron a los principales símbolos del poder político, administrativo y económico, en un intento por desmantelar físicamente un sistema que los manifestantes ya no consideran legítimo.

Un inventario de los daños materiales más significativos revela que las principales instituciones del Estado quedaron reducidas a cenizas.

El ataque se centró primero en el corazón del Estado nepalí. Los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, fueron asaltados, con el objetivo de paralizar por completo la maquinaria gubernamental. El mensaje fue claro: un rechazo total a las instituciones.

Pero la ira de los manifestantes no se quedó en los edificios, sino que también se dirigió de forma personal y violenta contra la élite política, a la que consideran responsable de la corrupción y de la represión.

En este contexto, los ataques a sus residencias privadas marcaron uno de los puntos más trágicos y brutales de la revuelta.

Los manifestantes prendieron fuego a las viviendas del ya ex primer ministro K.P. Sharma Oli, del ministro de Comunicación y del ex primer ministro Jhalanath Khanal, ataque que culminó con la muerte de su esposa.

También el ex primer ministro Sher Bahadur Deuba fue agredido físicamente cuando asaltaron su residencia.

La destrucción también alcanzó a símbolos del poder económico y mediático a los que los manifestantes consideran como parte del mismo establishment. Los ataques buscaron golpear no solo al Gobierno, sino también a las estructuras que consideran cómplices del sistema.

En este contexto se incluye el ataque al Hotel Hilton de Katmandú, que fue destruido por un incendio.

En cuanto a los medios de comunicación, las oficinas de Kantipur Media Group, el mayor conglomerado de prensa del país, fueron incendiadas y sus servidores desconectados.

Finalmente, la revuelta provocó el colapso de la infraestructura clave del país, aislando a Nepal del exterior y paralizando por completo la vida cotidiana y la actividad económica.

Fuente: www.clarin.com

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