Victoria Eugenia, la reina audaz: su marido le regalaba diamantes cuando le era infiel, ella los vendía y sustituía por fantasías


La reina Victoria Eugenia, abuela del rey Juan Carlos de España y esposa de Alfonso XIII, tuvo un reinado difícil, un matrimonio cruel y una vida turbulenta. Pero ahora se conocen algunas decisiones que muestran su audacia y bravura.
En la novela Ena, basada sobre su vida y que después se transformó en una serie, Pilar Eyre, la autora, resume que esta legendaria reina sufrió el desprecio y las infidelidades múltiples de su marido, la presión constante de su suegra -la reina madre María Cristina-, la burla de la corte y la frialdad de sus propios súbditos.
Pero, ahora, se conocen más aristas de su personalidad y sobre sus extraordinarios recursos para hacerle frente a los infortunios.
Una nota de Vanity Fair cuenta que cada vez que Alfonso XIII le era infiel, él la consolaba con un diamante nuevo que sumaba su collar emblemático. Originalmente, dice la misma fuente, se trató de una gargantilla con una treintena de esas piedras preciosas grandes, adquirida en 1906 por el monarca por 138.950 pesetas a Ansorena, una joyería madrileña donde encargó el resto de alhajas nupciales para ella.
A lo largo del reinado, la gargantilla fue creciendo hasta convertirse en un collar muy largo, de esos que van más allá del pecho o, incluso, hasta más allá de la cintura.
Una de las versiones asegura que los diamantes llegaban a ella para mitigar las infidelidades más fuertes (no en todas, porque hubiera sido materialmente imposible). Aunque, en forma oficial, de acuerdo a Vanity Fair, eran regalos de cumpleaños o para Navidad.
Hasta que llegó el exilio. La familia real partió a Francia y el matrimonio rompió su vínculo. “No quiero ver tu fea cara nunca más,” le dijo Victoria Eugenia a su esposo.
Un tiempo después de la separación la reina la reina habría separado el collar en dos hilos desiguales.
Ahora, se conoció una nueva vuelta en esta historia. El rey Juan Carlos en su nuevo libro de memorias, Reconciliación, relató, de acuerdo a la información de Vanity Fair: “Gangan -así la llamaban sus nietos-, nos confió, como si fuera un secreto, que cuando necesitaba dinero, iba al joyero a vender uno de los diamantes de su gran collar de doble vuelta y lo sustituía por uno falso. Nadie sospechaba nada. Nos lo contaba riendo, sin rastros de amargura”.
También cuenta que a ella le encantaba contar historias. Pero el trato era que nadie la interrumpiera.
La nota de Vanity Fair analiza que esta decisión de la reina resulta extraña pero no imposible. Analizando la longitud del collar en sus mejores años -llegó a sumar casi un centenar de diamantes– es evidente que la reina se deshizo de algunos de sus piedras preciosas.
Hay que tener en cuenta que durante el exilio debió financiarse con recursos privados y ya no tuvo el sostén económico de la corona.
En cuanto al vínculo de los abuelos del rey Juan Carlos, él cuenta en Reconciliación, según Vanity Fair: “Victoria Eugenia tenía unos ojos grandes y muy claros, y una piel fina y blanca. Decían que era una de las princesas más bellas de Europa. Ella tenía dieciocho años y él diecinueve. Nadie deseaba ese matrimonio, pero nada podía impedirlo”.
Fuente: www.clarin.com



