Viajó por una promesa de un trabajo y ahora está presa en Camboya: “Solo quiero que regrese con vida”


Daniela Marys de Oliveira, una arquitecta de 35 años, se encuentra presa en Camboya, un país ubicado en el Sudeste Asiático. Su madre, Myriam Marys, quien reside en João Pessoa, la capital de Paraíba, Brasil, aseguró que Daniela fue víctima de tráfico humano y ahora la acusaron injustamente de tráfico de drogas.

De acuerdo con el relato de Myriam, Daniela viajó a Camboya tras aceptar una oferta de trabajo como telemarketing que podía extenderse hasta un año. Daniela, quien es residía en Minas Gerais, pero se había mudado a Paraíba en noviembre de 2024 en busca de trabajo, se interesó por la vacante al no haber conseguido otras ofertas en Brasil a principios de 2025.

El “sueño del empleo” rápidamente se convirtió en una pesadilla. Myriam desconfió desde los primeros días en Camboya, ya que el lugar de trabajo era “aislado, lleno de camas”, según contó en diálogo con el medio G1.

Según la madre, las cosas cambiaron drásticamente a principios de marzo. Los supuestos estafadores tomaron el control del celular y la notebook de Daniela. Utilizaron estos dispositivos para enviar mensajes a Myriam y a su otra hija, Lorena, y pedirles dinero bajo el pretexto de una rescisión contractual de trabajo

“Dijeron que había sido despedida y que tenía que pagar una multa de 4,000 dólares. Lo creímos, pensando que era cierto, y terminamos transfiriendo el dinero. Fueron 27 mil reales en total”, dijo.

Poco después de que la familia envió el dinero, Daniela logró contactar a su madre con un teléfono de un policía. Le contó que había sido detenida injustamente por tráfico de drogas. Dijeron que encontraron tres cápsulas de drogas en el baño y la acusaron de tráfico. Ella rogó que se hiciera una prueba de drogas, pero nunca la dejaron”, contó su madre.

Daniela le aseguró a su madre que las cápsulas fueron implantadas en el baño donde vivía tras negarse a participar de una estafa por internet. Daniela lleva detenida siete meses y actualmente se encuentra en una penitenciaría.

Según su madre, está presa en “una celda superpoblada” con aproximadamente 90 mujeres, con dificultades en su salud. A pesar de que el médico indicó que necesitaba exámenes fuera, tardaron cerca de 20 días en llevarla.

La brasileña no tiene contacto con su madre desde principios de octubre. El juicio por tráfico de drogas está programado para el 23 de octubre. La familia intenta a contrarreloj organizar abogados que puedan representarla, enfrentando dificultades organizativas y financieras para la defensa.

Myriam intentó comunicarse con el Itamaraty, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, pero denunció que solo recibe “respuestas protocolares” y que la cartera no responde a sus contactos desde el seis de octubre. La madre afirmó que la embajada “no hace nada” y argumentó que el gobierno de Camboya no permite el contacto.

Por su parte, el Itamaraty aseguró que “tiene conocimiento” del caso y que la Embajada realizó gestiones ante el gobierno camboyano, con la “asistencia consular adecuada” conforme al Protocolo Operativo Estándar de Atención a las Víctimas Brasileñas de Tráfico Internacional de Personas.

El Ministerio de Relaciones Exteriores también informó que en 2024 brindó asistencia a 63 brasileños en situación de tráfico de personas, 41 de ellos en el Sudeste Asiático.

“Yo solo quiero que regrese con vida a Brasil”, dijo Myriam, quien espera que el caso de Daniela sirva de alerta para que otros jóvenes lo piensen bien antes de aceptar propuestas de trabajo fuera del país, buscando empleo en lugares “donde es más seguro”.

Fuente: www.clarin.com

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