Una pareja amish llevó a sus hijos a un lago y los arrojó al agua para “entregarlos a Dios”: el nene de 4 años murió


El trágico desenlace de una familia amish conmocionó a la comunidad de Ohio, en Estados Unidos. Una mujer arrojó a sus cuatro hijos al lago Atwood como parte de un ritual para “demostrar su valía” ante Dios. Un nene de cuatro años murió, al igual que el padre, que se sumergió voluntariamente en el agua.

El hecho ocurrió el 23 de agosto, cuando los guardabosques respondieron a un incidente donde una mujer de 40 años estrelló un carro de golf en el lago. A bordo estaban sus hijos de 15 años, los gemelos de 18 y el integrante más pequeño de la familia, más tarde identificado como Vincen Miller.

Según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Tuscarawas en un comunicado en su página de Facebook, tras ayudar a la mujer a salir del agua, esta hizo “declaraciones preocupantes sobre conversar con Dios”.

Era evidente que la caída al agua fue intencionada por parte de la madre. Esta familia es amish y reside en el condado de Homes y, al parecer, solo estaban visitando el lago durante el fin de semana”, detallaron las autoridades, que explicaron que los adolescentes salieron del agua por sus propios medios.

Tras conversar con la mujer y sus hijos, “las unidades de respuesta se preocuparon por la seguridad de un hijo varón de cuatro años y del marido de la mujer”. Además, las declaraciones tanto de la mujer como de los testigos hizo “evidente” para las autoridades de que “se trataba de un crimen”.

Los buzos localizaron menor en el extremo de un muelle para barcas del lago Atwood. La madre —cuyo nombre no fue revelado a la espera de que se presenten cargos en su contra— fue hospitalizada “por problemas de salud mental”.

El hombre, que luego fue identificado como Marcus Miller —de 45 años— fue encontrado el 24 de agosto en la misma zona del lago donde encontraron al niño de cuatro años. Los cuerpos fueron trasladados a la Oficina Forense del condado a la espera de una autopsia que revele la causa de muerte.

Los niños de 15 y 18 años, que cooperaron y ayudaron con la investigación, fueron puestos bajo la custodia de otros familiares.

El alguacil del condado de Tuscarawas, Orvis Campbell, declaró ante los medios locales que la mujer estaba “claramente en crisis mental”, ya que aseguró que había “entregado a su hijo al Señor”.

De acuerdo con FOX 8, la familia forma parte de la Iglesia Amish del Viejo Orden y durante el fin de semana visitó el lago Atwood. La mujer habría estrellado “deliberadamente” el carro de golf con sus hijos a bordo.

“La gente la perseguía por el césped, gritándole que pisara los frenos porque pensaban que se estaba saliendo de control. Más tarde descubrimos que ese no era el caso”, explicó Campbell.

El carro se volcó por el borde de un muro de piedra y aterrizó en el lago, casi completamente sumergido. Cuando los testigos del accidente le preguntaron si necesitaba ayuda, la mujer pidió que “oraran por ella”. También trató de huir de la escena, pero fue escoltada de regreso.

Según contó Campbell, la mujer le aseguró a los guardabosques que arrojó a su hijo al agua “para entregarlo a Dios”. Cuando un ayudante del alguacil entrevistó a la madre más tarde, dijo que ella y su esposo fueron a un muelle en el lago y saltaron al agua.

La mujer afirmó que “Dios les estaba hablando y diciéndoles que hicieran cosas, cosas para demostrar su valía ante Dios”, y agregó que Dios le dijo que “se dejara tragar por un pez”.

Las autoridades realizaron un allanamiento en la casa rodante de la familia, pero no encontraron nada que sugiriera que la madre había planeado dañar a sus hijos. No había armas ni indicios de que los miembros de la familia estuvieran bajo la influencia de drogas. Solo encontraron una Biblia abierta.

“Los niños estaban extremadamente confundidos. Su mentalidad era que dijeran lo que dijeran su madre y su padre, así eran las cosas. No cuestionan nada. Como padre de adolescentes, eso es difícil de imaginar para mí. Pero así es como fueron criados”, aseguró Campbell.

En un comunicado, la Iglesia Amish del Viejo Orden aseguró que “los eventos del fin de semana pasado no reflejan” sus “enseñanzas o creencias”, sino que “son el resultado de una enfermedad mental”.

El ministerio y la familia extendida habían estado caminando con ellos a través de sus desafíos, y también habían recibido ayuda profesional en el pasado. En este momento, nuestros pensamientos y oraciones están con la familia directamente afectada”, señalaron.

Fuente: www.clarin.com

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