Una muñeca en 1959, una IA en 2025: por qué las próximas Barbies podrían tener “cerebro” digital

El cine de terror ya está explorando la idea de muñecas que conversan a través de la IA con sus dueños y se revelan. Compañera perfecta y Megan son dos ejemplos claros. ¿Y si los primeros humanoides en realidad tienen forma de… Barbie?

Esto dijo Josh Silverman, el director de franquicias de Mattel, hace unos días: “La inteligencia artificial tiene el poder de (…) aumentar el alcance de nuestras marcas de formas nuevas y emocionantes”.

Silverman anunció este mes por medio de un comunicado que Mattel y OpenAI llegaron a un acuerdo para integrar “en el contenido y en las ofertas” de la empresa la primera inteligencia artificial en los juguetes (OpenAI es la compañía de despliegue e investigación de IA líder que creó ChatGPT en 2022).

En contemplación de lo que viene, cada vez más lejos y en el tiempo quedó la muñeca Barbie #1 de 1959 que supo revolucionar las jugueterías del mundo.

Aquel ejemplar que a partir de marzo del ‘59 cambiaría la historia de los juguetes fue diseñado por Ruth Handler a partir de una muñeca alemana llamada Bild Lilli. Mattel la presentó por primera vez en la Feria del Juguete de Nueva York celebrada ese año.

Mattel lanzó una primera edición de alrededor de 350.000 ejemplares. La Barbie #1 mide 29 centímetros, está moldeada en vinilo duro y lleva peinado ponytail (colita alta) con ondas marcadas al frente, aros grandes y labios bien rojos.

Luce un traje de baño zebra print y tacones abiertos negros. De regalo venía en la caja un folleto con diferentes outfits de Barbie.

Los ejemplares de la primera edición de Barbie son objetos valiosísimos: según se lee en el libro “Barbie, Celebración de un icono (El libro oficial de Mattel)”, de Massimiliano Capella, una Barbie #1 se subastó en 2006 por 27,450 dólares. A través de Sandi’s Doll Attic, una pareja de jubilados se la vendió a un comprador privado para poder comprarse un motor home.

Ahora vayamos directamente al futuro sin pasar por el presente.

¿Cómo sería, entonces, una Barbie IA?

“Cada uno de nuestros productos y experiencias está diseñado para inspirar a los fans, entretener al público y enriquecer vidas a través del juego”, dijo la autoridad de Mattel al anunciar la alianza entre la empresa y OpenAI.

El plan del CEO de Mattel, Ynon Kreiz, es el de optimizar operaciones para el desarrollo de productos y creatividad. De ahí que se espera que a finales de 2025 el trato con OpenAI impacte en la comercialización de la marca de manera tangible, ya sea en un juguete o en un formato.

Al hacer referencia a Barbies con cerebros digitales se tiene en cuenta la posibilidad de que existan en un futuro no muy lejano muñecas que puedan aprovechar las virtudes de la IA para mejorar la experiencia de los usuarios.

No sería raro que estas puedan conversar, interactuar y aprender de las personas del mismo modo que lo hacen muchos asistentes IA de hoy en día, como Siri o Alexa. Sería un upgrade a las experiencias de Barbie en apps que ya se pueden ver en los teléfonos inteligentes.

En 2015 Mattel intentó hacer algo del estilo con “Hello Barbie”, pero no salió muy bien por preocupaciones vinculadas a la privacidad. Esta vez parece que no habrá obstáculos que frente a la IA.