Una joven brasileña cayó en un volcán en Indonesia: por qué señalan al guía y qué dijo este a la policía

Pasan las horas y la brasileña Juliana Marins sigue atrapada en el volcán Rinjani, en Indonesia, tras caer allí durante la madrugada del sábado 21 de junio (el anochecer del viernes 20 en Brasil). En condiciones deplorables, pero viva, la joven de 26 años aguarda imperiosamente su rescate.

Marins se resbaló y descendió una distancia de 300 metros desde un acantilado mientras hacía senderismo guiada por miembros de una empresa de turismo.

De acuerdo a lo que indicaron algunas personas que se hallan en el lugar, Juliana quedó muy debilitada después de la caída y no puede moverse. La mujer fue localizada por otros turistas gracias al empleo de un dron. El video muestra que sobrevivió al golpe y que estaba en una grieta entre las rocas.

La causa del resbalón es desconocida. Hay versiones cruzadas. Los funcionarios del parque informaron que el guía la había abandonado cuando ella dijo que estaba demasiado cansada para continuar el sendero. Sus compañeros de excursión, por el contrario, comentaron que el guía estaba cerca de ella al momento del accidente.

En conversación con O Globo, Ali Musthofa, el guía de Juliana, aseveró que nunca abandonó a su cliente.

“En realidad no la dejé, pero esperé tres minutos delante de ella. Después de unos 15 o 30 minutos, Juliana no apareció. La busqué en el lugar de descanso final, pero no la encontré. Le dije que la esperaría más adelante y que descansara. Me di cuenta [de que se había caído] cuando vi la luz de una linterna en un barranco de unos 150 metros de profundidad y oí la voz de Juliana pidiendo ayuda. Le dije que la ayudaría. Intenté desesperadamente decirle a Juliana que esperara ayuda”.

La versión de Musthofa coincide con la de la prensa local, que apunta a que el guía le aconsejó a la mujer que descansara mientras ella seguía caminando y que volvió a buscarla cuando le pareció extraño que tardase tanto en llegar al punto de encuentro.

Ali trabaja como guía en la región desde noviembre de 2023 y suele subir al Rinjani dos veces por semana. Mientras tanto, el rescate de Juliana continúa a contrarreloj.