Una influencer fingió tener cáncer y fue condenada por estafar a sus seguidores: “Estaba deprimida”

Brittany Miller, una influencer británica de 29 años acusada de fingir tener cáncer y estafar a sus seguidores, quedó nuevamente en el centro de la polémica luego de que una examiga reflotara su historial de fraude.

La controversia se remonta a 2017. En aquel entonces, Miller era una joven de 21 años que vivía en Oxfordshire y aspiraba convertirse en una influencer en redes sociales. Su pequeña comunidad online se vio “conmocionada” cuando ella afirmó haber sido diagnosticada con cáncer gástrico en etapa tres.

A raíz de esto, sus amigos la apoyaron. Según detalló el medio británico The Sun, se creó una página de recaudación de fondos para ayudarla financieramente. Sin embargo, el supuesto cáncer dejó de mencionarse tan rápido como apareció.

“Brittany hizo todo lo posible para borrar su historial y eliminar cualquier comentario que haga referencia a él”, sostuvo una fuente anonima, exmiga de Britanny, citada por el medio británico.

La verdad salió a la luz en 2020, cuando una ex mejor amiga decidió hablar después de que Miller colaborara con una organización benéfica de concientización sobre el cáncer de mama. La policía confirmó a The Sun que Brittany fue efectivamente condenada por fraude por falsa representación. En julio de 2020, se le concedió la libertad condicional durante 12 meses y se le obligó a pagar una indemnización al Ministerio Público británico.

De acuerdo con la examiga, fue la propia Brittany quien creó la página de donaciones y le pidió a sus allegados que la difundieran. “Brittany nos mintió a todos, no solo a sus amigos, sino también a sus seguidores. Ahora la gente la sigue y no tiene idea de cómo es realmente”, aseguró.

Si bien el hecho “sucedió hace años”, la examiga de Britanny consideró que “mentir sobre el cáncer está realmente mal“. “Muchos de sus seguidores tendrán familiares que viven con cáncer, pero poco saben que cada vez que ven uno de sus videos, están dando dinero a un fraude”, agregó.

“Da bastante miedo pensar que estaba feliz de mentir sobre el cáncer y te hace preguntarte hasta dónde llegará para tener mucho éxito. No se trata de vengarse de ella, se trata de que la gente sepa la verdad“, afirmó.

Miller se consolidó como una influencer en redes sociales. En TikTok cuenta con 3.5 millones de seguidores y en Instagram tiene 537 mil. Es conocida com por compartir recetas de comidas y mostrar su estilo de vida familiar en su casa de East Sussex, donde vive con su novio Ash Griffiths y sus mellizos Elijah y Emiliano.

En un reciente video, Miller sostuvo que fue un amigo quien creó la página de recaudación y que, al ver que se habían realizado dos donaciones, ordenó cerrarla de inmediato. Afirmó no haber tomado “ni un centavo”.

Respecto al cáncar, lamentó “profundamente” haberle dicho a una amiga “de confianza” que “tenía una enfermedad”, e insistió que no se trató de una mentira con “intenciones maliciosas o para estafar a la gente”. “Lo hice para mantener cerca a las personas importante en mi vida. No lo apruebo, entiendo por qué lo hice y aprendí de mi errores; no fue una estafa prolongada”, aseguró.

Según relató, en 2017 “estaba deprimida”, con “tendencias autodestructivas”. Miller sostuvo que se “sentía perdida” y estaba “confundida” y agregó que actuó “por desesperación”. “Hubo muchas cosas en ese año que me llevaron a tener una enfermedad mental”, dijo.

Pese a que el engaño ocurrió hace años, Miller explicó que relizó el video para contar su “verdad” y “poner fin a las personas que están tergiversando y exagerando lo que realmente sucedió”. Consideró que “se lo debía” a sus seguidores, y por ello se mostró “abierta” sobre “un momento muy difícil” del que “nunca” quiso hablar.

“Estoy trabajando para ser la mejor versión de mí mismo. Me tomó mucho tiempo entender por qué lo hice, y me perdono a mí mismo, porque tenía una enfermedad mental”, sostuvo,

“Y lo siento profundamente con cualquiera que haya provocado, por decir lo que dije. Esto fue años antes de que estuviera en las redes sociales, no lo hacía por me gusta o seguidores”, agregó.

Recientemente, Miller enfrentó una nueva controversia. La influencer reveló que servicios sociales la contactaron luego de que un “odiador anónimo” la acusara de abuso infantil. Su pareja, Ash Griffiths, incluso fue interrogado sobre acusaciones de que ella era “alcohólica” y “drogadicta”.

Miller confirmó que fue interrogada “sobre todo” y admitió estar “realmente molesta” durante la llamada, por lo que tuvo que “hacer pausas constantemente” debido a que estaba “llorando mucho”. Aunque no se tomaron “medidas adicionales” Miller expresó su furia por la situación.

“La gente está tan desesperada por mi caída, pero involucrar a mis hijos en esto es ridículo; ¿por qué querrías hacerles eso bebés inocentes? Simplemente creo, ¿qué tan cruel puedes ser en realidad? Tan, tan cruel”, dijo.