Una caja fuerte forzada y la luz cortada: qué pasó en la empresa robada donde murió un empleado


Eran las 6 de la mañana cuando la camioneta se estacionó en Sánchez de Loria 2018, en Parque Patricios. El barrio estaba quieto, pocos autos circulaban por la Avenida Chiclana y bajaron, sin que nadie sospechara nada, cuatro personas. Uno quedó dentro del vehículo y el resto irrumpió en las oficinas de Siltron, una empresa dedicada a la comercialización de paneles solares.
La tragedia comenzó temprano del lunes y terminó en tragedia. Los ladrones lograron forzar la caja fuerte y cortaron la luz. No está claro cuánto dinero se llevaron pero las autoridades confirmaron una cosa: cuando se fueron, no había nadie en el edificio.
No hay nada en la puerta que identifique a la empresa, no hay carteles de Siltron SA ni pintadas que la identifican. Es una empresa dedicada a la mercado de las energías renovables hace 15 años. Diseñan, fabrican y comercializan de productos y “soluciones fotovoltaicas para los segmentos residencial, comercial e industrial”, según describen en su página web.
La reja y la puerta gris habían sido forzadas pero nada más.
Una hora después, Julio González (72) llegó a su puesto de trabajo. Eran las 7.22 cuando las cámaras de seguridad lo detectaron en la vereda. El empleado cumplía tareas de mantenimiento y estaba contratado por una empresa asociada a los mismos dueños.
Julio notó la puerta forzada y salió a la calle para llamar a sus jefes. Se comunicó con una compañera y la alertó sobre lo que había ocurrido. Sin saber bien qué hacer, esperó unos minutos en la vereda. No está claro si recibió alguna indicación por teléfono o por qué decidió volver a ingresar, pero a las 7.50 quedó registrado entrando de nuevo a las oficinas: nunca salió.
A las 8.20 llegó Nadia, la encargada de Administración y lo encontró muerto.
La mujer, junto a otros compañeros de trabajo, esperó horas en la vereda de Sánchez de Loria hasta que la Policía Científica realizó la pericias y lograron trasladar el cuerpo. Se la veía consternada y rompía en llanto por momentos.
Lo cierto es que el hombre había fallecido y las hipótesis fueron varias. Primero trascendió que se trataba de una toma de rehenes, también que los ladrones habían asesinado a Julio González mientras escapaban, pero nada de eso ocurrió.
Los investigadores creen, aunque sin descartar ninguna hipótesis, que el hombre se cayó producto de la falta de luz en el edificio. Esa herida le habría provocado la muerte. La autopsia no había determinado los causales de muerte pero sí los peritos concluyeron en que tenía un fuerte golpe en la cabeza.
La investigación está en manos de la División Robos y Hurtos de la Policía de la Ciudad, que además analiza las cámaras de seguridad del Centro de Monitoreo Urbano (CMU) para intentar reconstruir los pasos de la huida e intentar identificar al vehículo en el que llegaron los delincuentes.
La causa tramita en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 7, a cargo de Leonel Gómez Barbella.
Julio González tenía 72 años y cumplía tareas de mantenimiento y como chofer en la empresa Siltron. Según sus registros, aparece contratado por otra empresa, vinculada con esta, en la que finalmente falleció.
Hace más de una década que cumplía funciones allí, según confiaron a Clarín vecinos del barrio, y era de Luis Guillón, una localidad de Esteban Echeverría, al sur del Gran Buenos Aires.
Julio solía tener un taller de mecánica ligera cuando era joven pero hace “muchos años” se dedica a trabajar en relación de dependencia.
Decidió cerrar su local “Mecánica Correcaminos” y alquilar el negocio.
Fuente: www.clarin.com



