Un repartidor de Amazon atropelló a su mascota y la empresa le dio una cama para perro como “disculpa”


Un repartidor de la empresa Amazon atropelló a una perra, Molly, en la entrada de vehículos de una familia británica. El hecho, que ocurrió el 21 de septiembre en la ciudad de Leeds, en el condado de West Yorkshire, Inglaterra, dejó a la pastora alemana de 12 años con graves heridas y a la familia con facturas veterinarias que alcanzan las 1.200 libras esterlinas, más de 1.500 dólares. Los dueños de Molly denunciaron públicamente a la empresa de Jeff Bezos por cómo trataron el incidente.
Steve Cockerham, de 54 años, expresó su descontento con la respuesta de Amazon, la cual envió una cama para perros valorada en 25 libras como “disculpa”. Cockerham consideró que el “regalo” fue “una cachetada” en la cara, y señaló que hubiera sido preferible no recibir nada.
Las cámaras de seguridad de la casa captaron el momento exacto en que la camioneta blanca pasó por encima de Molly mientras se encontraba sentada en la entrada. Las imágenes mostraron al conductor retroceder con Molly aún atrapada, antes de que el animal consiguiera escapar debajo de las ruedas. El conductor, consciente de lo sucedido, se retiró del lugar a gran velocidad sin entregar el paquete.
Molly sufrió daños extensos en tejidos y ligamentos de una de sus patas traseras. Su pronóstico médico es delicado e incluye la posibilidad de una cirugía mayor con riesgo de que no sobreviva o, en el peor de los casos, la “desgarradora posibilidad” de tener que sacrificarla si su condición no mejora.
El señor Cockerham indicó que, tras gastar 1.200 libras en atención urgente, se siente “muy enojado con Amazon” y “decepcionado”, ya que no hay señales de que vaya a recuperar el dinero, según informó el medio británico Daily Mail.
La empresa le comunicó que no pagaría ninguna compensación hasta que el tratamiento de Molly terminara por completo, proceso que “podría durar meses o incluso años”. Cockerham consideró que esta es una “falta de enfoque aceptable” para compensar un daño causado directamente por su conductor.
Tras denunciar el incidente al departamento de quejas del Reino Unido, la empresa envió la mencionada cama para perro, la cual fue posteriormente destruida por la perra más joven de la familia, Skye. Cockerham también reveló que esta es la tercera denuncia que tuvieron que presentar contra Amazon por daños causados por sus conductores.
Cockerham no supo lo que había ocurrido hasta el día siguiente, cuando decidió revisar sus cámaras de seguridad. Recordó haber escuchado un “chillido” de uno de los perros mientras trabajaba, sonido que fue lo suficientemente fuerte para que dejara lo que hacía. Dijo al Daily Mail que se sintió “furioso, conmocionado y con el corazón roto” al ver las imágenes.
El incidente es investigado por la Policía de West Yorkshire. Un vocero de la fuerza confirmó que están “investigando a raíz de una denuncia por un incidente en el que un vehículo hirió a un perro” en Otley, el 21 de septiembre.
La situación de Molly ganó notoriedad después de que el señor Cockerham publicara el video en redes sociales, lo que llevó a que un alto ejecutivo de Amazon de Estados Unidos se pusiera en contacto con él. Este ejecutivo le comunicó que necesitaban tiempo para “determinar la forma de corregir esto, pero que estaban trabajando en ello”.
Amazon, a través de un portavoz, confirmó estar “al tanto del incidente” que involucra a uno de sus “socios de servicio de entrega”, y aseguró que “las partes involucradas estaban trabajando para resolver el asunto lo más rápido posible”.
Además, la familia aseguró que, semanas después del atropello, la hija fue “inapropiadamente abordada” por dos conductores. La familia declaró que la respuesta de Amazon ante ese episodio fue una “breve disculpa y un bono de 10 libras”, medida que consideraron claramente insuficiente.
Cockerham advirtió que no utilizará más los servicios de la compañía ni permitirá el ingreso de sus conductores a su propiedad si no actúan con celeridad y de manera significativa para resolver los problemas.
Fuente: www.clarin.com



