Un prometedor jockey de 16 años murió tras salir disparado de su caballo en la recta final de una carrera


El adolescente brasilero Joaquim Pavoski Dapper murió tras varios días de estar hospitalizado por una caída de su caballo durante una carrera en el Hipódromo de Gávea, Río de Janeiro. Era aprendiz de jockey y una promesa del turf, habiendo dado sus primeros pasos en este deporte a los 12 años.
La pasión por los equinos la acompañó con un gran esfuerzo. Sus entrenamientos desde tempranas horas de la mañana lo llevaron a una reciente victoria en el mencionado hipódromo. El 8 de septiembre de este año, el joven de 16 años había logrado un debut victorioso en Gávea, con su caballo “Longo Amor”.
El joven jinete era del municipio Faxinalzinho, ubicado en Rio Grande do Sul, lugar donde su padre, Ivonei Dapper, es secretario de Comercio y Turismo. Por su parte, su madre Jucélia Pavoski Dapper es concejala.
Joaquim estuvo internado desde el 9 de diciembre, fecha en que se cayó durante la recta final de la competición. Con sumo pesar, se anunció su fallecimiento el último miércoles 17 de diciembre, por muerte cerebral. Al día siguiente se realizó el examen confirmatorio necesario para la emisión del certificado de defunción.
Familiares y conocidos lo despidieron el último domingo en su pueblo natal, durante un entierro que conmocionó a sus 2.500 habitantes.
El caballo del adolescente se desplomó en plena carrera y aquello derivó en las graves consecuencias de salud. Joaquim, conocido como J. Pavoski, se fue al piso de frente y recibió duros golpes al haber quedado debajo del animal.
La carrera, a la que le quedaba poco, continuó hasta el final. El joven no se podía mover del suelo y los paramédicos se acercaron a la pista a socorrerlo.
Inmediatamente lo trasladaron de urgencia Hospital Municipal Miguel Couto. Allí, además de ser atendido por un equipo de traumatología y neurología, recibió la atención de un médico especial a pedido del Jockey Club Brasilero.
El prestigioso club no demoró en pronunciarse sobre la noticia: “Reiteramos nuestro compromiso de apoyar a los profesionales del deporte en todas las circunstancias y agradecemos a todos los que siguieron la carrera de J. Pavoski”.
Tres meses atrás, cuando el muchacho había tenido su exitoso debut, la misma institución lo felicitó enormemente. En Instagram, subrayaron su performance, en la que demostró haber “asimilado a la perfección” las lecciones recibidas en la escuela del Jockey Club.
“Joven con un temperamento excelente, muchas ganas de aprender y una conducción muy ligera”, dijeron sobre el joven que pesaba 48 kilos. Había llegado al mundo del turf de Río de Janeiro por el destacado jinete Valdinei Gil. Entre sus profesores también estuvo el profesional Alex Mota.
Pavoski, que hasta hacía poco era congratulado por su “hábil manejo de la montura” y su impulso “en el momento justo”, sufrió otros episodios de salud complicados. En su propio Instagram subió fotos hospitalizado y tirado en el suelo con el casco de turf aun colocado.
El 1 de octubre mostró una foto con uno de sus brazos enyesados, y lo acompañó con un mensaje motivacional: “solo quienes perseveran en el proceso viven lo extraordinario”, rezaba el lema al que agregó una reflexión sobre los “caminos de la superación”.
Pero tuvo un momento aun más grave. El 6 de julio publicó fotos en la cama de un hospital y un equipo de oxígeno puesto. “Dios, gracias por lo que has hecho en mi vida, por cumplir mi sueño. Gracias por salvarme cuando tocaba fondo, cuando yo mismo dudaba de salir”, escribió sin aclarar lo que le había ocurrido.
“Gracias por salvarme. Hoy estoy de vuelta aquí para brillar y demostrar que todo es posible si te tienes a ti mismo y la voluntad de hacer posible lo imposible”, cerró con emotividad en la publicación.
Fuente: www.clarin.com



