Un inesperado hallazgo reaviva la búsqueda de una mochilera que lleva más de dos años desaparecida


Un equipo de búsqueda privado encontró un teléfono que, según confirmó la policía de Tasmania, pertenece a una mochilera belga que desapareció en un bosque de Australia en 2023. El hallazgo se produjo el sábado 13 de diciembre, cerca de la zona de Philosopher Falls, en el noroeste de Tasmania.

Celine Cremer, de 31 años, desapareció en junio luego de emprender una caminata de regreso de solo una hora hacia Philosopher Falls, en Waratah. Esta área se ubica aproximadamente a 73 kilómetros al sur de Burnie, en una región conocida por su densa vegetación.

Según detalló el medio británico Daily Mail, la denuncia de su desaparición se produjo el 26 de junio de aquel año, cuando Celine no abordó un ferri en Devonport con destino a Victoria, y tampoco llegó a la terminal.

Días más tarde, el 27 de junio, la policía encontró su auto, un Vehículo Utilitario Deportivo (SUV) marca Honda blanco, que estaba abandonado en el estacionamiento donde inicia el sendero en Philosopher Falls.

Mediante el análisis de datos de su teléfono, la policía determinó que el auto de Celine permaneció estacionado en ese lugar desde el 20 de junio. La joven era una excursionista con experiencia y llevaba seis meses de viaje explorando Tasmania antes de su desaparición.

La policía fue alertada inmediatamente sobre el hallazgo del teléfono por parte del grupo de búsqueda privado y se trasladó al lugar. En un comunicado, las autoridades confirmaron que el dispositivo recuperado pertenece a la mujer belga.

La policía de Tasmania informó que el teléfono será sometido a un análisis forense como parte de la investigación en curso sobre la desaparición de Celine. Además, la policía mantiene comunicación constante con su familia con el objetivo de “evaluar nueva información y proporcionarles respuestas y un cierre”.

Cuatro familiares de Celine viajaron desde Europa hasta Philosopher Falls esta semana para sumarse a un esfuerzo final por localizar sus pertenencias, aunque no se precisó si formaron parte directamente de la partida de búsqueda privada que localizó el teléfono.

El hallazgo sucedió justo antes del comienzo de una nueva operación de búsqueda programada para la próxima semana, a cargo del investigador privado australiano Ken Gamble. Gamble, que dirige la empresa IWF Global, asumió el caso pro bono con el fin de ayudar a Ariane, la madre de Cremer, quien reside en Bélgica.

Gamble y su equipo, que realizaron tres búsquedas previas, regresarán con 25 voluntarios elegidos por su experiencia en supervivencia en el monte y conocimientos médicos. En esta nueva incursión, el equipo se concentrará en buscar las pertenencias de Cremer, como su mochila, las llaves del coche y cualquier resto de su ropa.

Aunque Gamble inicialmente consideró la posibilidad de secuestro o asesinato, se realizaron investigaciones a varias personas, incluido un hombre captado en cámaras de seguridad cerca de Celine y otras personas con antecedentes penales, pero todos los sospechosos quedaron descartados al contar con coartadas. Gamble afirmó que no existe ninguna evidencia que sugiera un crimen, ni rastros de otros teléfonos en el área.

Actualmente, el investigador privado está convencido de que Celine se extravió del sendero, y sucumbió a las temperaturas gélidas y las fuertes lluvias que cayeron en los días posteriores a su excursión. “No puedo enfatizar lo suficiente lo traicioneras que son las condiciones allí fuera. Es uno de los lugares más peligrosos en los que he buscado”, dijo.

Debido a la presencia de demonios de Tasmania en el bosque, marsupiales carnívoros con una potente mordida, el equipo de búsqueda considera improbable encontrar restos óseos intactos. Sin embargo, el Gamble sostiene la creencia de que sus pertenencias aún permanecen en alguna parte del terreno.

Fuente: www.clarin.com

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