Un coronel boliviano narco, clave en la caída de Brian “Patoruzek” Bilbao, rapado a cero y con una tonelada de cocaína encima

Si hay un narco representativo de la aceitada logística de las avionetas, que inundan de cocaína la Argentina, ese es Brian “Patoruzek” Bilbao (48). No por nada el gobierno de Santa Fe había ofrecido 50 millones de pesos de recompensa a quien ayudara a detenerlo.
Pero la cosa es que Bilbao cayó solo, rapado y con la identidad falsa de Gustavo Conde. Todas maniobras para esquivar su pedido de captura, vigente desde 2023.
“Patoruzek” fue detenido por Gendarmería en la zona de Exaltación de la Cruz mientras iba en una camioneta Ford Ranger que -aunque, obviamente, él no lo sabía- estaba siendo monitoreada por GPS. Llevaba tres teléfonos celulares, que ahora serán analizados. El cargamento de droga resultó muy importante: 887 panes que terminaron pesando 956,369 kilos de cocaína.
Su caída precipitó una investigación que acababa de cumplir un año e incluyó una compleja trama de seguimientos. Por eso este martes a la noche se realizaron 21 allanamientos (Olivos, San Isidro, un country de Ezeiza, Morón, Matanza, Dock Sud fueron algunos de los puntos).
También se libraron cuatro órdenes de detención, una de ellas para el dueño de dos campos de la provincia de Santa Fe en los cuales se habrían concentrado varios vuelos en los últimos meses, quien quedó detenido junto a otros dos sospechosos más.
Como las avionetas no pueden cargar una tonelada de cocaína a la vez (por que afecta su autonomía de vuelo) y los bultos secuestrados en la camioneta de Bilbao eran diferentes, los investigadores están seguros de que lo que llevaba “Patoruzek” llegó en más de un vuelo.
De hecho, el Ministerio de Seguridad de la Nación les informó a los fiscales Diego Iglesias y Matías Scilabra, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), que el lunes se habían registrado tres vuelos irregulares (TAI) en la zona de Santa Fe.
Uno de ellos fue el que despistó en un camino rural en un campo de Arequito y en el que se encontraron 60 kilos de cocaína. La chapa patente de esa avioneta, de origen boliviano, ya aparecía en otros casos investigados por la Justicia Federal y la fiscalía de Scilabra.
La avioneta narco que se despistó en Arequito.Jefe máximo del clan que lleva su apellido, Brian Bilbao era uno de los pocos narcos pesados que faltaba detener. Una de las causas más grandes en su contra -en la que trabajaron la Procunar y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), que investiga lavado de activos- lo relaciona directamente con el decomiso de casi media tonelada de cocaína secuestrada a fines de 2024 al sur del río Carcarañá, en el límite de los departamentos de Iriondo y San Lorenzo.
El miércoles 30 de octubre del año pasado, una avioneta fue detectada por los radares que la monitorearon desde su ingreso al espacio aéreo argentino. Con matrícula de Bolivia (CP-3350), fue seguida hasta su aterrizaje en un área rural entre las localidades de Luis Palacios y Andino, a uno 30 kilómetros de Rosario, donde quedó abandonada.
El piloto, el coronel retirado del Ejército boliviano Oscar Armando Cara Hurtado, fue detenido en la zona de Andino cuando intentó cruzar el río Carcarañá con una mochila y quedó atrapado en una pendiente. En un juicio abreviado, fue condenado a siete años y dos meses de prisión.
La cocaína que trasladaba la avioneta que se despistó en Arequito.Esa misma noche, la avioneta abandonada fue hallada por personal de la Sección de Investigaciones Antidrogas “Rosario” de la Gendarmería. En su interior se hallaron 430 paquetes rectangulares dentro de varias bolsas de arpilleras. El total de la cocaína secuestrada fue de 475.412,6 kilogramos, valuados en unos siete millones de dólares.
También había dos tachos de 200 litros y siete bidones de 50 litros con combustible, y dos bombas eléctricas con pico surtidor. Tal como ocurrió este martes con “Patoruzek” Bilbao, en el procedimiento se observaron dos camionetas 4×4 que abandonaron el lugar dejando atrás los bidones con combustible, necesarios seguramente para emprender el regreso a Bolivia.
La vida de “Patoruzek” Bilbao
“Patoruzek” es el nombre de la dinastía (inventada) con la que el historietista Dante Quinterno le dio antepasados a su personaje más famoso: Patoruzú, aquel indio tehuelche sui generis nacido en 1928 que llegó a ser una de las creaciones más emblemáticas del comic argentino.
Ahora, por obra y gracia de los traficantes de cocaína rosarinos, “Patoruzek” terminó siendo el apodo de un jefe narco: Brian Bilbao.
El hombre -argentino, de 48 años- es señalado como cabeza de una organización dedicada a meter cientos de kilos de cocaína boliviana a nuestro país y también de lavar en el mercado los miles de dólares que obtenía como ganancia. Su hermano Waldo -detenido en octubre pasado- era su mano derecha.
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Cayó en Rosario uno de los prófugos más buscados en Santa Fe.
La clave de la organización eran sus avionetas. En un operativo que siguió a la detención del coronel boliviano -y que se extendió del 31 de octubre al 3 de noviembre de 2024- se detuvieron a 14 personas tras 37 allanamientos.
La Gendarmería secuestró tres aeronaves con las que, de acuerdo a las escuchas del expediente, la banda hacía entre uno y dos viajes por mes desde Bolivia triangulando en Paraguay, la ruta preferida de los narcos en los últimos años.
En cada viaje podía contrabandearse hasta media tonelada de cocaína que, puesta en Buenos Aires (una de las plazas de la banda), se cotizaba a unos 5.400 dólares el kilo, según escuchas del expediente.
Las avionetas bajaban en pistas clandestinas de los alrededores de Rosario y la carga era inmediatamente sacada en camionetas y almacenada en galpones de la zona.
También se guardaban en hangares y en uno de ellos, en la localidad de Olivares, cercana a Santa Fe, se detuvo a cuatro ciudadanos colombianos que acababan de entrar a la Argentina.
El volumen de plata que manejaba la banda era tanto que el pago a un piloto podía llegar a 250 mil dólares.
En la causa, a cargo del Juzgado Federal N° 3 de Rosario, participó un equipo de fiscales: Adriana Saccone, de la fiscalía federal de Rosario, la Procunar a cargo de Diego Iglesias y Diego Velasco, titular de la Procelac.
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El lugar donde se escondía Waldo Bilbao
La investigación en el terreno fue encargada a la División Antidrogas de Gendarmería que, de hecho, fue la que dio la primera alarma tras un hecho que terminó con dos muertos: el 24 de agosto de 2020, cerca de Cañada de Gómez, mientras perseguían a dos camionetas que iban a buscar la carga de una avioneta, una de ellas volcó y en el accidente murieron dos primos: Alejandro y Mauricio Santos.
Los dos principales procesados de esa causa hicieron viajes por tierra a Brasil (quedaron registrados en el puente Tancredo Neves) y a Paraguay (pasaron por el puente San Ignacio de Loyola) con integrantes de la banda de “Patoruzek”. Y un detalle para nada menor: En uno de esos cruces aparece un hombre condenado como proveedor de cocaína de la banda de Los Monos.
Fuente: www.clarin.com



