“¿Tu gato puede vivir 30 años?”: el hallazgo sobre el riñón que reabre el debate veterinario


La salud y la longevidad del gato se convirtieron en un tema central dentro de la medicina veterinaria moderna, especialmente ante estudios que analizan cómo ciertas afecciones impactan en su expectativa de vida. Incluso se cree que los felinos podrían vivir muchos más años de los que se creía hasta ahora.
Surgieron distintas líneas de investigación enfocadas en comprender qué procesos biológicos limitan la vida de los gatos domésticos. En este contexto, se divulgaron trabajos que exploran mecanismos celulares vinculados al funcionamiento renal, una de las áreas más sensibles en la salud felina.
Las enfermedades renales crónicas, que afectan a una gran proporción de gatos adultos, están entre los factores más determinantes de su esperanza de vida. Así, los avances científicos que buscan una solución al respecto despertaron especial interés en la comunidad veterinaria.
Lo que estas investigaciones sugieren podría representar un cambio relevante en el futuro de los cuidados felinos, con impacto tanto en la prevención como en la calidad de vida de los animales que conviven en los hogares.
Cómo cuidar la salud renal del gato y qué hábitos pueden ayudar a que viva más
Una parte de la comunidad científica sostiene que la limitación principal en la longevidad de los gatos está asociada a la enfermedad renal crónica, cuya aparición es frecuente a partir de los cinco años. Esta patología reduce la expectativa de vida promedio a un rango de entre 12 y 16 años, lo que evidencia la importancia del riñón como órgano clave para su envejecimiento.
Dentro de ese marco, distintos especialistas difundieron a difundir información sobre el papel de una proteína llamada AIM, cuya función se relaciona con la eliminación de células muertas que obstruyen los túbulos renales. Esta acumulación dificulta la regeneración del tejido y deteriora la salud del órgano con el paso del tiempo.
En otras especies, esta proteína participa activamente del proceso de limpieza celular, pero en los gatos permanece inactiva, lo que explicaría parte del deterioro progresivo del riñón. Ese detalle molecular se convirtió en el punto de partida para una nueva línea terapéutica dentro de la medicina veterinaria.
Diversos equipos científicos llevan adelante ensayos destinados a activar la proteína AIM mediante un fármaco específico. El objetivo es permitir que el riñón recupere su capacidad de eliminar residuos celulares, frenar el avance de la enfermedad y, en consecuencia, prolongar la vida del gato más allá de los valores tradicionalmente esperados.
Si estas terapias demuestran eficacia, podrían representar un cambio estructural en el tratamiento de la insuficiencia renal felina. Incluso se plantea la posibilidad de incrementar de forma significativa la longevidad, aunque los estudios todavía se encuentran en fase experimental y deben atravesar las evaluaciones regulatorias correspondientes.
Más allá de la investigación científica, los médicos veterinarios enfatizan medidas de cuidado cotidiano que resultan esenciales para preservar la salud del gato. La detención temprana de signos renales, el seguimiento clínico anual y la realización de análisis periódicos son acciones que contribuyen a identificar problemas antes de que progresen.
La alimentación equilibrada ocupa un rol central. Los especialistas recomiendan dietas formuladas específicamente para felinos, con niveles adecuados de proteínas, minerales y humedad, elementos que colaboran con la salud renal. También destacan la importancia de garantizar un buen acceso al agua y fomentar la hidratación.
Otro de los puntos claves es el control del estrés y de los factores ambientales. Un entorno estable, enriquecido y seguro puede incidir positivamente en la salud general del gato, favoreciendo conductas naturales como el juego, el descanso y la exploración.
Fuente: www.clarin.com



