Triple crimen de Florencio Varela: “Dos palas, un pico y 45 mil pesos”, el pago a quien tapó el pozo donde hallaron a las chicas

Ariel Jeremías Giménez (29) amplió este jueves su declaración como uno de los nueve detenidos por el triple crimen de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20). El hombre, señalado como quien tapó el pozo donde fueron hallados los cuerpos de las tres chicas, dijo que recibió como pago por su trabajo “dos palas y un pico, y 45 mil pesos”.
En su nueva indagatoria ante el fiscal de Homicidios de La Matanza, Adrián Arribas, Giménez reconoció que él aceptó las herramientas como parte de pago: “Venía bien para venderlas y seguir drogándome.”
En su descargo, el imputado se refirió a dos personas: Miguel Ángel Villanueva Silva (25) -a quien conoce como Gonzalo-, y a la pareja de este, Celeste Magalí González Guerrero (28), ambos también detenidos en la causa.
Según declaró, ellos vieron el jueves 18 septiembre que subió una foto escuchando música en un parlante a su estado de WhatsApp, por lo que al otro día lo llamaron para alquilárselo.
“Mis hermanos tienen problemas de drogas igual que yo, por lo que vimos una oportunidad para poder consumir”, sostuvo el imputado. Por el alquiler del parlante le pagaron a Giménez 30 mil pesos, de los cuales 20 mil fueron en droga y 10 mil en efectivo.

En la noche del viernes 19, mientras que en la casa de la calle Chañar 702 de Villa Vatteone, en Florencio Varela, ingresaban engañadas Lara, Brenda y Morena, Villanueva Silvia fue en un remis hasta la casa de Giménez a buscar el parlante. Como estaba apurado le pidió que lo acompañara hasta su domicilio para poder probar si funcionaba.
“Cuatro cuadras antes de llegar al lugar, me hizo bajar del auto y me pagó”, recordó Giménez y agregó que volvió a su casa donde se quedó toda la noche consumiendo con una amiga.
El sábado 20, los hermanos de Giménez le reclamaron el parlante, por lo que se comunicó con Villanueva Silva. El hombre, de nacionalidad peruana y a quien conocía por comprarle droga, le dijo de encontrarse en un punto medio de ambas casas para entregárselo.
Villanueva Silva llegó al lugar, pero sin el parlante. Le dijo que estaba buscando a una persona para hacer un trabajo, pero como no la ubicó, Giménez se ofreció. “Vení que te muestro y así agarrás el parlante”, le respondió el dueño de la vivienda.

Cuando llegaron a la casa, Villanueva Silva le mostró un pozo y tierra que había al lado. “Era redondo y le faltaban unos dos centímetros para llegar a la superficie. Había tierra, había piedras”, señaló el imputado. Fue entonces que recibió una orden: “Lo que tenés que hacer es tirar esa tierra que está ahí, donde está el hueco ese, el pozo.”
Giménez aceptó el trabajo porque necesitaba dinero para comprar drogas, según declaró. Luego de terminar el trabajo, los ayudó a Villanueva Silva y a González Guerrero a correr unas camas hacia el patio donde estaba el pozo. Y en ese momento, el hombre cobró por su trabajo.
“Los ayudé en eso y les manifesté que me iba, que tenía cosas que hacer. Entonces me ofrecieron las dos palas y un pico como parte del trabajo, y también por haber ido a buscar el parlante. Yo les dije que sí, ya que venía bien para venderlas y seguir drogándome”, afirmó.
También les pagaron 45 mil pesos y dijo que no les dieron drogas porque en ese momento “no tenían”. Tras ello se retiró de nuevo a su casa.

El fiscal Arribas le preguntó si vio algo raro dentro de la casa. Giménez le respondió que no hubo nada que le haya llamado la atención.
El allanamiento y detención
Giménez regresó a su casa en un auto de aplicación que solicitó con el teléfono de González Guerrero. Al otro día, cuando ya no tenía drogas para consumir, vendió las dos palas y el pico a un vecino por 70 mil pesos.
También vendió su teléfono celular para poder seguir consumiendo. Fue el día donde allanaron su casa y la Policía no lo encontró, aunque lo detuvieron a las pocas horas, cuando regresó.
“Yo ya sabía lo del tema de las chicas y todo. Me vi complicado por el tema de las palas y el pico, que venía por ahí”, aseguró.

Antes de finalizar la declaración, Arribas le preguntó si no le pareció sospechoso que el trabajo que le encomendaron, el de rellenar un pozo. “No porque estaba drogado y tampoco me pareció raro el dinero que me abonaron”, sostuvo.
Quién es Ariel Giménez
Fue el sexto detenido por el triple crimen de Florencio Varela. Lo capturaron gracias al testimonio de un chofer de aplicación que declaró haber trasladado, desde la vivienda donde mataron a las chicas hasta la casa allanada, a un hombre que llevaba una pala y un parlante.
Giménez no estaba en la casa allanada el viernes 26 de septiembre donde la Policía llegó buscando al principal sospechoso, Tony Janzen Valverde Victoriano (20), más conocido como “Pequeño J”. Pero sí encontraron un parlante y, en una casa vecina, un pico y una pala que habría sido usado en el pozo donde fueron enterradas Brenda, Morena y Lara.
Fuente: www.clarin.com