Tras el final de “Margarita”, qué dijo Cris Morena sobre una segunda temporada

El nuevo producto de Cris Morena, “Margarita”, llegó a su fin en la plataforma Max y próximamente terminará de emitir los capítulos en el prime time de Telefe. Pero quienes vieron cómo termina el programa, aseguran que quedaron muchas historias abiertas y que es raro que ese sea el final definitivo de la serie.
Pero hay un problema, Max no accedió a producir una segunda temporada, por el altísimo costo económico que significa hacer este ciclo que no está dispuesto a bajar su calidad. Por lo cual, Cris y su equipo ya estarían buscando nuevos horizontes porque habrá una segunda temporada.
Recientemente en diálogo con “Pulmón Creativo”, el programa de streaming conducido por Enrique Avogadro, Cris Morena confirmó la información y es probable que este domingo hable del tema cuando vaya al living de Susana Giménez.
“Yo ya estoy escribiendo la segunda temporada. Yo me lanzo porque me tengo una fe total y porque creo que amerita una segunda. La vamos a dejar a punto caramelo y la gente va a decir: ‘O me haces la segunda temporada o te liquido’. Entonces, ahí vamos con eso”, aseguró.
“A mí, MAX no me dio el ‘ok’ ni nada, pero bueno; si no es MAX, será otro”, dijo la productora, que estaría buscando un arreglo con Disney+.
Además, la creadora de éxitos como “Chiquititas”, “Casi Ángeles”, “Rebelde Way” y “Floricienta”, entre otros, remarcó que está dispuesta a correr un riesgo económico: “Estoy corriendo un riesgo económico que nadie lo hace. Estoy corriendo un riesgo propio económico”.
El reclamo de la Asociación Argentina de Actores y Actrices tras la última serie de Cris Morena
Si bien “Margarita” tuvo buena reacción de la audiencia desde el primer capítulo, el Consejo Integral de la Asociación Argentina de Actores y Actrices emitió un comunicado denunciando la creadora de esta nueva producción evita una serie de cuestiones del derechos laborales en sus actores y actrices.
Comunicado “Deshojando la margarita: nos respetan mucho, poquito, nada…”
“A algunos empresarios sólo les interesan las ganancias ocasionales. Si se obtienen evitando hacer aportes previsionales elementales para el sostenimiento de la salud, de la jubilación, del convenio colectivo de trabajo, en definitiva, de la dignidad de actrices y actores argentinos, no les importa.
Los llevan a grabar al exterior porque las leyes laborales son más flexibles y mucho menos protectoras que las nuestras. No les importa que sean coterráneos, que tengan que contratarlos y tratarlos en cualquier otro momento y situación en este, su país. El país donde nuestro sindicato, en forma conjunta con los organismos de protección al trabajo artístico infantil, como COPRETI, acciona para evitar abusos y explotación (El caso más notorio de vulneración de esos derechos de niños, niñas y adolescentes ha ocurrido fuera del país con producción local).
Hoy les sacarán el mayor jugo posible. Luego los regresarán para que sigan su trabajo “normal” en nuestro suelo, donde se encuentra su sindicato, que, a pesar de todo, los defiende y defenderá siempre; la obra social que les da cobertura médica a ellos y sus familias, esa misma obra social que se desangra económicamente por maniobras empresariales como la que relatamos.
Las latas de ficción de «Margarita», la nueva tira de Cris Morena, vienen del extranjero, pero el contenido de las mismas es argentino. Como el cuero y los zapatos, la historia se repite: el valor agregado se lo llevan otros. Al volver en forma de latas fabricadas en Uruguay (Cris Morena, CAPIT), y tener una boca de expendio (Telefe, ATA), el trabajo de actores y actrices argentinos no estará registrado en nuestro país. Se perjudica así al sindicato, al sistema jubilatorio y al sistema solidario de salud de la obra social (OSA). Se evadirá de esta manera toda responsabilidad tributaria patronal en nuestro territorio.
El inflexible círculo vicioso en marcha: se llevan la materia prima (actrices, actores, técnicos) para luego vendernos el producto terminado. Lo más grave es que esto sucede con la connivencia de las dos cámaras que agrupan al sector de empleadores de ficción de nuestro país, ATA y CAPIT. Las razones que esgrimen para no grabar en Argentina se relacionan con las leyes laborales protectoras que rigen en nuestro suelo: convenios colectivos de trabajo, protección del trabajo artístico infantil, sostenimiento del sistema solidario de salud a través de nuestra obra social, jubilación, Ley del Actor, etc. Sin esas leyes, nuestras actrices y actores, como cualquier trabajadora o trabajador, son vulnerables.
Emigrar para evadir puede ser un ardid ingenioso, pero tira por la borda años de convivencia entre trabajadoras/es representados por nuestro sindicato y productores. Podemos hacer mil marchas manifestándonos por la producción de cultura argentina, pero quedará en lo simbólico si los empresarios argentinos sólo ven la parte relacionada con la renta, y si el Estado no protege ni fomenta el trabajo cultural. En esta suerte de “sálvese quien pueda”, impuesto por políticas gubernamentales, una vez más los perjudicados son los trabajadores y trabajadoras, pues el deterioro que ocasiona es gravísimo.”
Fuente: eltribunodejujuy.com