Sirenas, en Netflix: la paradisíaca isla para ricos en la que se inspiró la serie

La miniserie Sirenas llegó a Netflix y se adueñó rápidamente de las tendencias. Y parece que no saldrá tan pronto de ese lugar.

La ficción de cinco episodios protagonizada por Julianne Moore vuelve a poner sobre la mesa conflictos de poder y a exponer la intimidad de los ricos.

De ahí que gran parte de la trama se desarrolla en la espectacular finca isleña de Michaela “Kiki” Kell, el misterioso personaje interpretado por la ganadora del Oscar, ubicada en la isla ficticia de Port Haven.

La historia se desarrolla durante un fin de semana y sigue a Devon (Meghann Fahy), quien intenta rescatar a su hermana Simone (Milly Alcock) de la influencia de Kell, una socialité y activista por los derechos de los animales.

Port Haven es ficticia; el lugar en el que se inspira se llama Martha’s Vineyard, una isla ubicada enfrente de la costa de Massachusetts a la que van a veranear los ricos del este de los Estados Unidos.

La producción recreó el look de este lugar en locaciones en su mayoría ubicadas en Los Island, Nueva York.

Por ejemplo, el exterior de la mansión es un parque ubicado en Lloyd Harbor, la parte externa de la casa está en Northport y los interiores fueron hechos en estudios de Brooklyn y demás propiedades de Long Island.

Martha ‘s Vineyard es una isla alejada de la costa este de Estados Unidos, ubicada al sur de la península de Cabo Cod. La apodan “El viñedo” (aunque no tiene ninguno) y es la 58.ª isla más grande del país.

Entre las particularidades de Martha’s Vineyard destaca la de haber sido la locación del rodaje de Tiburón, la icónica película de Steven Spielberg de 1975. La isla representaba el ficticio pueblo de Amity Island, y hoy en día hay tours dedicados a las locaciones del filme.

Otra curiosidad es la de haber sido el lugar de veraneo para varios presidentes de EE. UU., incluidos John F. Kennedy, Bill Clinton y Barack Obama. Este último incluso compró una casa allí después de dejar la presidencia.

Además Oak Bluffs, una de las localidades de la isla, tiene una historia significativa como destino vacacional para afroamericanos desde la época de la segregación. Aún conserva casas de estilo victoriano que forman parte de esta herencia cultural.