Se viene el mayor juicio por corrupción, y Cristina podría recibir otra condena de más de 12 años de cárcel


Presa en San José 1111 en cumplimiento de la condena por corrupción del caso Vialidad, Cristina Kirchner comenzará a ser juzgada esta semana asociación ilícita en carácter de jefa y 204 hechos de cohecho (coimas que recibió). El Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) y la fiscalía representada por Fabiana León, darán inicio al juicio de los Cuadernos de las Coimas el jueves desde las 09:30. Las acusaciones contra la ex presidenta representan una pena superior a los 12 años.

Cinco meses después de que la Corte Suprema de Justicia otorgó firmeza al fallo condenatorio contra Cristina Kirchner que representan seis años de prisión junto a la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos, en Comodoro Py pero de forma virtual, comenzará otro juicio por hechos de corrupción: los Cuadernos de las Coimas.

La principal acusaciones de lo que se calificó como “la mayor estructura de corrupción de los últimos 20 años”, recaen sobre la ex Mandataria.

Llega a juicio oral señalada como responsable de los delitos de asociación ilícita, en carácter de jefa – artículo 210 del Código Penal. Cohecho pasivo, en calidad de coautora, reiterado en 26 oportunidades. Estos delitos corresponden a la causa central.

Hay que recordar que a criterio del fallecido juez Claudio Bonadio que tuvo la instrucción a cargo junto al fiscal Carlos Stornelli, la acusación principal se convirtió en el esqueleto de seis expedientes más, en los que se buscó analizar área por área en la que el Ministerio de Planificación otorgó contratos y concesiones.

Así, se abrieron causas por las coimas en importación de gas licuado, en la concesión de peajes, el otorgamiento de los subsidios a las empresas de colectivos y trenes, la cartelización de obra pública y las operaciones de lavado de activos en el exterior atribuidas al ex secretario privado de Kirchner, Daniel Muñoz. Hay dos tramos que ya fueron juzgados y con condenas dictadas.

Cristina Kirchner responderá por los delitos investigados en la denominada “causa madre” y dos conexas más.

En una de esas últimas se la acusó por cohecho pasivo, reiterado en 3 oportunidades, en calidad de coautora por los ocurridos entre el 10 de diciembre de 2007 y el 7 de marzo de 2012 y, en calidad de partícipe necesaria, por aquellos que acontecieron durante el período comprendido entre el 1 de junio de 2003 y el 9 de diciembre de 2007.

Otro de los expedientes que se desprendió del expediente principal, la ex Presidenta fue enviada a juicio por el delito de cohecho pasivo, en calidad de coautora, reiterado en 175 oportunidades – artículo 256 del Código Penal.

La sumatoria de los delitos, contemplando el máximo que determina el Código Penal, arroja un escenario de más de doce años de cárcel para Cristina Kirchner, aseguraron fuentes judiciales a Clarín.

Los responsables de juzgar la maniobra delictiva son los integrantes del TOF 7, los jueces Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero. La acusación será impulsada por la fiscal general, Fabiana León.

Hace diez días, la ex mandataria intentó evitar el inicio del juicio reclamando el sobresemiento por el delito de asociación ilícita. Todo fue rechazado por la Corte Suprema y el TOF 7 firmó una resolución en la que confirmaron, una vez más, que el debate oral y público inicia este 6 de noviembre a partir de las 09:30.

De forma virtual en su totalidad debido a la cantidad de acusados, 126 en total, contabilizando las defensas, hasta marzo del año próximo sólo se celebrará una audiencia semanal.

Según el detalle firmado por el TOF 7, las primeras cinco audiencias se destinarán a la lectura del requerimiento de elevación a juicio oral. El primero de ellos consta de 678 páginas dando cuenta de la maniobra central que derivó en seis investigaciones más.

La estructura criminal

En el documento se da cuenta de la maniobra que estuvo bajo investigación en agosto de 2018. “Se puso énfasis en las presuntas actividades delictivas habituales, vinculadas a la obtención y recepción de dinero de procedencia ilícita -recaudado mediante distintas empresas contratadas por el Estado Nacional y por algunas entidades públicas”, sostiene.

Se consignó también que la organización “se habría valido, entre otros medios, del empleo de automóviles de uso oficial y de uso particular, aparatos de telefonía celular privados y/u oficiales, distintos inmuebles particulares y dependencias públicas donde se almacenarían o entregaría el dinero espurio recaudado. Todo, al amparo de los cargos públicos que algunos de ellos detentaban en esa época y utilizados para llevar a cabo con éxito los planes preestablecidos”.

El Ministerio Público Fiscal dio por corroborado que Cristina Kirchner, Julio De Vido, Roberto Baratta, Claudio Uberto, José López, entre otros, “integraron una asociación ilícita, que desarrolló sus actividades al menos desde el mes de mayo del año 2003 y hasta el mes de noviembre del año 2015, y cuya finalidad fue organizar un sistema de recaudación de fondos para recibir dinero ilícito con el fin de enriquecerse ilegalmente y de utilizar parte de esos fondos en la comisión de otros delitos”.

¿Qué hizo Cristina Kirchner?

Con relación a la ex Presidenta, el requerimiento de elevación a juicio sostiene que se encuentra acreditada su intervención “en dicha asociación ilícita en carácter de jefa, rol que también cumpliera Néstor Kirchner respecto de quien se declaró extinguida la acción penal por muerte y consecuentemente se dictó su sobreseimiento-, quienes detentaron el cargo de Presidente de la República Argentina que ejercieron entre el 10 de diciembre de 2007 hasta el 9 de diciembre de 2015, y entre 25 de mayo de 2003 y el 9 de diciembre de 2007, respectivamente”.

Para la justicia federal, la organización de la asociación ilícita contó con la participación de las máximas autoridades del extinto Ministerio de Planificación Federal. Todos ocuparon diversos roles para garantizar “el funcionamiento del sistema recaudatorio”. Se contó con quienes retiraban en puntos fijos el dinero y quienes receptaban el mismo.

Al momento de sustentar la conformación y funcionamiento de la asociación ilícita, el fiscal Stornelli en su pedido de elevación a juicio, detalló que la misma estuvo constituida por más de tres personas destinada a “cometer delitos, la cual habría operado, con carácter permanente, al menos entre los años 2008 y 2015, ambos inclusive -ese período posteriormente fue prolongado a los años 2003-2015”.

Los arrepentidos

Una de las particularidades de este expediente es que cuenta con 31 imputados colaboradores (uno de ellos falleció, Fabián Gutiérrez -ex secretario privado de Cristina Kirchner-, fue asesinado en El Calafate).

No hay antecedentes de una investigación en materia de corrupción que cuente con esa cantidad de “arrepentidos” como se denomina coloquialmente, la figura penal es imputado colaborador.

La ley que contempla esta figura a la que se acogieron 31 acusados, determina que durante el juicio oral no podrán retractarse de las confesiones realizadas durante la etapa de instrucción. De hacerlo, perderán los beneficios de reducción de pena y les cabe una figura penal más dura: el falso testimonio.

La elevación a juicio sostiene que el caso de los cuadernos, se trataba de “la principal organización criminal” de las últimas décadas, dedicada a la “recaudación de fondos ilegales” que se volcaron en algunos casos “a operaciones de lavado de dinero en el país y fuera de él”.

Los cuadernos del ex chofer

El caso inició con las copias incorporadas al expediente de los cuadernos manuscritos por Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta. Fue el puntapié inicial para lo que la justicia denominó como la “mayor maniobra de corrupción de los últimos veinte años”.

Son en total, ochos los cuadernos escritos por Centeno que además se convirtió en el primer imputado colaborador del expediente. En la causa sólo están incorporados los originales y sus respectivas copias, de seis de ellos.

La justicia federal determinó que lo consignado en los cuadernos de marca Gloria, se constituyó en una “vitácora de las coimas”. Fechas, puntos de encuentro, horarios, formas de entrega del dinero, todo se volcó en esos cuadernos. En algunas ocasiones, se detallaban montos de los sobornos que ex funcionarios recogían en diversas coordenadas de la Capital Federal.

Fuente: www.clarin.com

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