Renunció a su empleo y viajó 900 km para trabajar en un carrito de comida por una promesa: “Mi hija es lo más importante”


“Gane dinero o no, mi hija es lo más importante“, expresó un padre de China. Este hombre, de acuerdo con medios locales, renunció a su empleo y viajó cientos de kilómetros para trabajar en un carrito de comida por una emotiva causa. La noticia, difundida inicialmente en redes, cautivó a los usuarios.
La historia tiene como eje central a Li Bin, un ciudadano originario del condado de Yitong, en la provincia de Jilin, al noreste del país, según información divulgada por los portales de noticias China Jilin y Jike News.
Durante los últimos años, de acuerdo con Dahe News, Li Bin residía en otra zona del gigante asiático: el municipio de Tianjin, que limita con Pekín, la capital. Allí trabajaba en un restaurante.
En 2025, el hombre tomó la determinación de regresar a su provincia natal. Sin embargo, en esta ocasión, en lugar de volver a Yitong, se mudó a la ciudad vecina de Siping, donde vive su hija.
Según la prensa local, esta joven se llama Li Bingdi y es una estudiante universitaria de segundo año de la institución Jilin Normal University.
Recientemente, su padre dejó Tianjin y recorrió aprox. 900 kilómetros hasta llegar a Siping, cumpliendo una antigua promesa: se había comprometido a acompañar y cuidar a su hija a dondequiera que fuera.
Al parecer, Li Bingdi extrañaba a su papá, con quien siempre mantuvo una estrecha relación. En los últimos años, ella vivía sola y solía conversar con él a distancia de manera habitual.
Tiempo atrás, la joven convivía con su familia, especialmente con su papá. “Me crié con mi padre, porque mi madre trabajaba a menudo en otras ciudades. Siento que el amor de un padre es tan cálido como el Sol (…) Pero nunca pasé por alto el rol de mi mamá; la quise mucho, y mi papá también“, declaró a China Jilin y Jike News.
Hace algunos años, según Dahe News, la madre de Li Bingdi falleció a causa de una leucemia. Tras la muerte de la mujer, su padre se convirtió en un pilar fundamental para ella.
Además de extrañar a su papá, la joven añoraba el sabor de la comida “hogareña“. En particular, de acuerdo con China Jilin y Jike News, tenía muy presente su plato favorito: el arroz frito.
Por lo tanto, su padre, atento a lo que ella venía manifestando, decidió estar cerca suyo.
A mediados de octubre, después de completar una capacitación, Li Bin instaló un carrito de comida a pocos metros de la universidad de su hija. Allí comenzó a preparar y vender arroz frito y fideos.
Por su parte, Li Bingdi compartió la historia de su padre en las redes sociales locales, lo que desató una avalancha de reacciones positivas entre los internautas.
“El mes pasado, mi padre dijo que sentía frío atendiendo el puesto debido al clima. Pero ahora está muy ocupado con el trabajo y se siente muy bien“, aclaró a Dahe News la joven, quien ayuda a su padre en el negocio.
“Mi papá no quería obtener grandes ganancias; solo esperaba ganarse la vida. Por lo tanto, se siente cómodo quedándose aquí por dos razones: para cuidarme y para mantenerse a sí mismo”, aseveró Li Bingdi al mismo medio. Y acotó: “Cumplió su promesa“.
Por su parte, el hombre aclaró que, para él, lo económico queda en un segundo plano. “Gane dinero o no, mi hija es lo más importante”, reflexionó en conversación con China Jilin y Jike News.
“Él no solo le prepara arroz frito a su hija, sino también le brinda el amor puro de un padre”, opinó un usuario a través de la red social, según el diario South China Morning Post.
Fuente: www.clarin.com



