Rafaela ascendió y volvió a la Primera Nacional después de un año :: Olé

Resiliencia. Carácter. Entrega. Determinación. Identidad. La vuelta de Atlético de Rafaela a la Primera Nacional es eso y mucho más. Es un desahogo enorme. Es el objetivo que se planteó aquel 14 de noviembre del año pasado, cuando perdió el desempate con Talleres de Remedios de Escalada y cayó en las profundidades del Federal A. Es el premio a no bajar los brazos, a no dejar de intentar, a levantarse después de cada golpe recibido.

El primer paso lo dio la semana pasada al imponerse como visitante a San Martín de Formosa en la ida de la final de la Reválida de la categoría. Y para no dejar lugar a dudas, el equipo se abrazó rápidamente al triunfo en el Monumental y nunca más lo soltó. Porque Facundo Soloa abrió la revancha a los 8 minutos del primer tiempo y, con el resultado a su favor, supo controlar el encuentro hasta el punto que contó con chances de estirar la diferencia. La aparición goleadora del volante central fue el golpe final para una visita que no estuvo a la altura en la definición del segundo ascenso a la PN.

Con la necesidad de retornar cuanto antes, la Crema entendió cómo afrontar uno de los campeonatos más duros del fútbol argentino. A pesar del descenso, la CD apostó a la permanencia de Iván Juárez, un histórico del club, como entrenador. Y se apoyó en jugadores con ADN rafaelino, como el propio Soloa, que volvió del AE Kifisias de Grecia para afrontar el desafío, o la continuidad de Lucas Albertengo (otro made in La Perla del Oeste) y Emanuel Bilbao, dos que se quedaron tras bajar al FA.

Para llegar a esta merecida celebración, Rafaela debió pararse una y mil veces. Porque empezó el torneo con muchas dudas (dos derrotas en las primeras tres fechas). Porque llegó a la final por el primer ascenso y terminó perdiendo ante Ciudad de Bolívar. Porque en aquella definición dejó pasar dos oportunidades en los penales para subir (a Ijiel Protti le atajaron su tiro y Facundo Affranchino desvió el suyo). Porque, tras ese golpazo, hilvanó una racha de 12 sin perder.

Así, después de un año de muchísimo sufrimiento, el DT, los jugadores y los hinchas pueden respirar aliviados. La crème de la Crema.