Quién es Ali Ansari, el multimillonario de 24 años destacado por Forbes que creó un imperio de 1000 millones de dólares en ocho meses

La revista Forbes destacó a un joven de 24 años, Ali Ansari, por su meteórica carrera en el mundo tecnológico. La prestigiosa publicación repasó la historia de su empresa, micro1, que comenzó como un emprendimiento universitario y en ocho meses alcanzó una valoración estimada de 2500 millones de dólares.

Ansari es el CEO y fundador de la compañía especializada en el procesamiento de datos de Inteligencia Artificial (IA). “Somos la plataforma de inteligencia artificial para la inteligencia humana; seleccionamos talento altamente cualificado en diferentes áreas, como ingeniería y medicina, y ayudamos a laboratorios de vanguardia a entrenar sus modelos“, define él mismo en el sitio web de micro1.

Así como recientemente Forbes distinguió a Luana Lopes Lara, “la multimillonaria más joven del mundo” con un patrimonio de 1300 millones de dólares que hizo por sí misma -sin herencias ni riqueza previa-, en el artículo que le dedicaron a Ansari aseguran que él podría ser el próximo, si su compañía sigue creciendo al mismo vertiginoso ritmo.

Según las estimaciones, Ansari tiene una participación accionaria del 42% de la compañía valuada en 2.500 millones de dólares, por lo que su patrimonio se estima en 1.000 millones de dólares.

Emigró a Estados Unidos sin saber inglés y casi abandona sus estudios: quién es Ali Ansari

Ansari llegó desde Irán, su país natal, a los Estados Unidos, cuando tenía 10 años, y se instaló en un monoambiente con su familia de cuatro integrantes.

No sabía ni una palabra de inglés, me suspendieron dos veces en primaria, y no me pude graduar de la secundaria”, relató en un posteo de su cuenta de LinkedIn donde dio a conocer su historia de vida.

“Tomé la iniciativa y decidí cambiar mi vida en mi primer año de preparatoria. Tuve la suerte de tomar la decisión en el momento adecuado; obtuve excelentes calificaciones, fundé dos empresas a través de startups autofinanciadas, vendí la primera y con ese dinero entré a la universidad“, relató.

Ali Ansari vive en Silicon Valley, San Francisco, sede de su empresa "micro1".(Foto: LinkedIn)Ali Ansari vive en Silicon Valley, San Francisco, sede de su empresa “micro1”.(Foto: LinkedIn)

Empezó a estudiar la doble carrera de ingeniería en matemáticas e informática en la UC Berkeley. “Cuando estaba en tercer año en Berkeley, estuve a punto de abandonar todo, pero me decidí por terminar solo informática, en lugar de informática y matemáticas, y fue otra gran decisión”, confesó.

“Creo que siempre es mejor terminar algo, o una parte de eso, antes que abandonar”, recalcó. “Digo esto para reflexionar, por mi propio bien, y para reconocer con humildad mis logros de los últimos años y transmitirles que la vida realmente puede cambiar en poco tiempo. ¡Sigan adelante!”, expresó cuando se cumplieron 10 años desde que emigró.

Su primer emprendimiento fue CashBooksNow, una plataforma de reventa de libros para universitarios, y con esa experiencia apostó a la creación de otra plataforma, esta vez de tutorías de matemáticas para estudiantes.

“Mis amigos y yo empezamos a dar clases a compañeros de la universidad que se preparaban para olimpiadas de matemáticas, y terminó convirtiéndose en una plataforma de tutoría de matemáticas en línea, con muy buenas ganancias, y esa es la pequeña primera empresa que vendí”, reveló.

Ali Ansari en un viaje a Turquía, donde contrató más personal: formó un equipo global con presencia en seis países. (Foto: LinkedIn)Ali Ansari en un viaje a Turquía, donde contrató más personal: formó un equipo global con presencia en seis países. (Foto: LinkedIn)

En su primera año como universitario surgieron los albores de su millonaria empresa. Micro1 nació como una agencia de desarrollo de software en uno de sus trabajos prácticos, y pretendía ser un reclutador de personal inteligente, que ayude a las compañías en el proceso de selección para contratar empleados.

Utilizó el modelo GPT-3 de OpenAI para crear un reclutador basado en IA que hablara con los candidatos por él y evaluara sus habilidades. Luego lo perfeccionó y personalizó una y mil veces.

La revolución de micro1, la empresa fundada por Ari Ansari

Su compañía pasó de ser un simple asistente de reclutamiento de IA a una empresa de etiquetado y chequeo de datos. Cuando superó el millón de dólares de ingresos anuales, se presentó en varios eventos de rondas de inversionistas y llamó la atención de grupos inversores que aportaron grandes capitales.

“La valoración de micro1 pasó de ser de 80 millones de dólares a 2500 millones de dólares en tan solo ocho meses”, reveló el joven. A principios de año facturaban 7 millones de dólares anuales, y ahora superan los 100 millones de dólares en ingresos anuales.

Los datos son el oxígeno de los modelos de IA. Los conjuntos de datos son los que dan forma a cómo la IA razona, se adapta y se integra en el futuro de la humanidad”, explicó sobre el cambio de enfoque de la empresa.

Ansari visionó un futuro prometedor, al menos en el corto plazo, en el mercado de proveedores de datos fiables. “Para que los modelos de IA se vuelvan más inteligentes, necesitan que los humanos agreguen contexto y significado a la información con la que se entrenan”, indicó en diálogo con Forbes.

A los inversores les preocupaba que el etiquetado de datos se volviera obsoleto una vez que la IA alcanzara la inteligencia artificial general (IAG) y pudiera igualar las capacidades cognitivas humanas gracias a su capacidad de autoaprendizaje y mejora continua.

Sin embargo, Ansari duda de esa afirmación. Apuesta a la esencia de su proyecto, “lo humano siempre primero”, que valora la creatividad y autenticidad única de cada ser humano por encima de cualquier tecnología.

“El etiquetado y chequeo de datos empezó siendo algo muy básico, pero ahora se trata literalmente de encontrar personas más inteligentes que los modelos, y eso lo vuelve más complejo”, explicó.

“Incluso si estas entidades se vuelven mucho más inteligentes que todos los humanos juntos, necesitarán seguir aprendiendo de ellos. Los humanos valoran el cambio, y la única manera de asegurar que esté alineado con esos valores es que sigan aprendiendo de ellos”, manifestó.

También habló de las críticas que recibió debido a que los trabajadores que su compañía contrata -todos expertos en distintas áreas- estén entrenando a la IA que algún día podría reemplazarlos.

“El mercado actual de entretenimiento de IA está en pleno crecimiento, y generará un sector laboral inmenso de puestos trabajo, sobre todo en la industria de la robótica humanoide de avanzada, donde hacen falta aún muchas pruebas de datos”, argumentó.

Micro1 ya está enviando kits de equipos que incluyen las gafas Rayban de Meta, a personas que crearán conjuntos de datos fundamentales para la construcción de robots.

La propuesta puede parecer insólita pero es real: los participantes remunerados deben grabarse mientras realizan diversas tareas cotidianas: tender la cama, reparar un grifo que gotea o lavar los platos. “Con suerte algún día los robots humanoides van a hacer siquiera la mitad de lo que nosotros hacemos”, indica.

Uno de los clientes actuales que contrata los servicios de la compañía de Ansari es nada más y nada menos que el gigante de Microsoft. “Más allá de la evolución y el crecimiento de micro1, todo nuestro equipo global se centra en una pregunta existencial que impulsa todos nuestros proyectos ¿Dónde debería invertir su tiempo la humanidad?”, concluyó el joven multimillonario.



Fuente: www.clarin.com

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