Qué es AVATAR, el ambicioso proyecto de la NASA para enviar tejido humano a la Luna

La NASA presentó el proyecto AVATAR, una innovadora iniciativa para mejorar la salud de los astronautas. El estudio formará parte de la misión Artemis II, la primera misión tripulada a la Luna en 50 años enviada por la agencia estadounidense.
El proyecto AVATAR consiste en el envío de tejido humano a la Luna con el objetivo de prever que la radiación y la microgravedad afecten la producción de glóbulos y la respuesta inmune de los astronautas que viajen en el futuro.
El envío incluirá entro de la cápsula Orion chips de tecnología organ-on-a-chip (OOC) que contienen médula ósea derivada de las propias células de los tripulantes. Estos serán analizados una vez que retornen a la Tierra.
La tecnología organ-on-a-chip recrea funciones de órganos en microdispositivos del tamaño aproximado de una memoria USB.
Estos chips permiten estudiar respuestas celulares humanas con mayor fidelidad que modelos animales y ofrecen datos individuales sobre toxicidad y reparación del ADN.
La NASA destaca que, al usar tejido del propio astronauta, se podrá evaluar variaciones personales en la susceptibilidad a daños y diseñar contramedidas más precisas, informó la agencia.
Tras el vuelo, los chips serán sometidos a análisis avanzados, incluida la secuenciación de ARN a nivel de célula única, para detectar cambios en la expresión génica y el comportamiento celular.
El programa integra a la Biomedical Advanced Research and Development Authority (BARDA), al NCATS del NIH y a empresas como Space Tango y Emulate, y cuenta con una hoja informativa publicada en septiembre de 2025, de acuerdo con la NASA.
AVATAR medirá en particular los efectos sobre la médula ósea, que produce células sanguíneas y define la capacidad inmune. La médula sirve como indicador temprano del daño por radiación y de alteraciones en la hematopoyesis.
La iniciativa surge en el marco de riesgos concretos que ya identificó la agencia: radiación, aislamiento, encierro, lejanía de recursos médicos y variaciones de gravedad. Esos cinco peligros pueden producir desde deterioro visual hasta pérdida de masa ósea y afectaciones cardiovasculares.
Lisa Carnell, directora de la División de Ciencias Biológicas y Físicas de la NASA, publicó la hoja informativa en septiembre de 2025 y planteó la posibilidad de ampliar AVATAR a otros tejidos en el futuro. Carnell imagina que, con validación, los “avatares” personalizados permitirán ensayar terapias y mejorar la seguridad de las tripulaciones.
Además de proteger a los astronautas, AVATAR busca acelerar el desarrollo de medicina personalizada en la Tierra. Los organ chips permitirán ensayar fármacos y evaluar toxicidades en tejidos humanos, lo que puede reducir tiempos en investigación farmacéutica y orientar tratamientos específicos.
El proyecto combina capacidades públicas y privadas para validar modelos que hoy no son replicables en la Tierra. Si los análisis postvuelo muestran variabilidad individual significativa, las agencias podrán diseñar contramedidas médicas adaptadas a cada tripulante y ajustar los suministros en futuras misiones.
Por el momento, la investigación sigue en fase experimental y los resultados del vuelo de Artemis II generarán datos claves para próximas decisiones.
Fuente: www.clarin.com