Por qué siguen los robos con inhibidores de señal, qué hacer para evitarlo y Pandora, el último invento

Buenos Aires, San Juan, Neuquén. En menos de un mes, en tres ciudades se repitieron robos idénticos en una modalidad que continúa. Personas que estacionaron su auto, activaron el cierre centralizado y se alejaron tranquilos. Cuando volvieron, el auto no estaba o les habían robado cosas del interior.
Nadie escuchó nada. No hubo vidrios rotos. Tampoco sonaron alarmas. Solo la bronca de haber sido víctimas de un robo que no dejó huellas. ¿Cómo lo hacen? Con inhibidores de señal, un handy adaptado que bloquea la señal del cierre centralizado del auto o copia el código de la llave.
“Lo puede llegar a hacer un chico que sepa electrónica”, avisa Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano. Según explica el especialista, la tecnología que usan hoy los delincuentes es sencilla, barata y cada vez más popular. “La tecnología se abarató, se simplificó, y hoy podés robar un auto de gama media”.

“El inhibidor interrumpe el cierre a distancia de las puertas de los vehículos, lo cual habilita al ladrón a robar en minutos lo que hay dentro del auto”, explican desde la Policía de la Ciudad.
Sin embargo, Pons detalla que hay distintos inhibidores de señal electrónica. Uno de ellos inhibe la señal del cierre centralizado, mientras que otro copia el código de la llave y permite prender el auto.

“Te leen a distancia el código que disparó la llave, entonces vos creés que cerraste el auto y no lo cerraste. Tenés que verificarlo”, afirma Pons.
¿Cómo funciona? El delincuente bloquea la señal eléctrica del control remoto y el auto no cierra, aunque parezca que sí. Mientras tanto, el dueño se aleja tranquilo, pero al volver se encuentra con la guantera abierta o con que se llevaron las cosas del interior, sin dañar el auto.

Con el otro método, Pons explica: “Te copian el mismo código que vos largaste y después ellos agarran una llave virgen le cargan este código y van y te abren el auto”.
En los autos de gama media, cada vez que se saca la llave el sistema genera un código distinto; si alguien lo toma y lo carga en una llave, puede encender y llevarse el auto en cuestión de segundos.

En San Juan, estacionar en el Easy se convirtió en una pesadilla. Hace pocos días, a un vecino le sacaron un millón y medio de pesos, una notebook y un celular. Todo estaba dentro de su camioneta cerrada o eso creía.
En Neuquén, robaron una Toyota Hilux que estaba estacionada frente a un local de maderas en menos de 30 minutos.
Y en el barrio de Palermo, una banda de colombianos cayó luego de abrir una Dodge RAM 4×4 y robar un morral con teléfonos y tarjetas. Usaron un inhibidor, escaparon en moto y los atraparon a unas cuadras gracias a las cámaras del Centro de Monitoreo Urbano.
Por lo general, el ladrón está adentro de un auto o parado a unos 20 a 50 metros de distancia, que es hasta donde llega la señal del handy y desde ahí bloquea la frecuencia.
Suelen moverse en zonas con mucho movimiento, como shoppings o centros comerciales, y casi siempre hay otro cómplice un poco más alejado, de apoyo. Cuando el objetivo es robar el auto, el grupo suele ser más grande y estar mejor organizado.

Según la Policía de la Ciudad, entre enero y septiembre de 2025 se registraron 398 robos de autos en la Ciudad, lo que representa una baja del 55% si se lo compara con el mismo período de 2024, cuando hubo 874 casos. Es la cifra más baja desde 2002.
Para las autoridades, esto marca una mejora significativa en la prevención y el control de este tipo de delitos.
“Son varios factores, más policías en calle, más móviles y más patrullaje basado en el mapa del delito”, sostienen.

Este año se sumaron 2.000 policías más que recorren la Ciudad y se incorporaron mas de 50 nuevos patrulleros, 126 camionetas, cuatriciclos y motos, todos destinados al trabajo en la calle. “El Centro de Monitoreo Urbano controla 17 mil cámaras distribuidas por toda la Ciudad”, agregaron.
Sin embargo, Pons advierte que este tipo de delitos aumentó en el último tiempo. “Hoy por hoy no hay más autos que le puedas hacer el famoso puentecito que uno los cables y me los llevo. No existe más eso. No hay más autos así. Todos tienen un inhibidor de señal de llave de contacto. Entonces, lo que hacen es copiarte ese último código que le cargaste a la llave. Lo cargo en una llave mía y listo”, apunta.
Pandora, el nuevo dispositivo
A medida que avanza la tecnología, surgen nuevos dispositivos para vulnerar la seguridad de un auto o una casa. El último invento es Pandora, una marca rusa de equipamientos de seguridad que incluye alarmas para autos y también equipos para las fuerzas de seguridad.
Estos dispositivos guardan una enorme cantidad de números de códigos de seguridad de vehículos de alta gama que no debería tener acceso cualquier persona. Una especie de “llave maestra” para abrir autos.

“Entró en el mercado delictivo Pandora, que no lo hace cualquiera sino que lo debe hacer un ingeniero en sistemas que sepa de ingeniería electrónica. Graban la marca de auto y el código de ese auto para que después el delincuente abra el auto como si fuera suyo”, afirma Juan Bevilacqua, especialista en evolución de inhibidores de vehículos y jefe del Departamento de Sustracción de Automotores de la Policía de Córdoba.
El especialista explica que no hace falta que el dueño del auto de la señal, ya que “el dispositivo tiene el código del auto”. Y agrega: “A Pandora el ingeniero le tiene que cargar los códigos del modelo del auto y la marca, y con eso es como un control remoto. Es uno de los más difíciles ya que tenés que buscar a un ingeniero que cargue los códigos”.
Según detalla Bevilacqua, en los últimos cuatro años arrestaron a dos ingenieros que hacían estos trabajos en Córdoba. Pero aclara que lo que más se utiliza es el inhibidor de señal porque requiere de menos inteligencia.
Qué hacer para evitarlo
Pons aconseja algo simple y efectivo: “Cuando cerrás con el control remoto, no cerrar a la distancia e irte, sino cerrar y tantear que las puertas hayan quedado cerradas. Si vos tanteás la puerta y quedó trabada, ya está”. No confiar sólo en el pitido, hay que verificar que esté cerrado.
“Las recomendaciones son volver a la antigua, a lo analógico“, dice Bevilacqua. Y aporta que si se estaciona en la calle, es mejor utilizar un traba volante, traba pedales o un corta circuito en algún lugar incógnito.
Además, recomienda tomar medidas secundarias como dejar el auto en estacionamientos o nunca dejar la segunda llave del vehículo en la guantera.
“Volver a las cosas antiguas lo que hace es complicar al delincuente que necesita atacar con herramientas. Si el ladrón ve que tiene una cadena, un traba volante o un traba pedal, que con el corta corriente no lo puede poner en marcha, se va porque son segundos que corre riesgo que le caiga la policía”, cierra el especialista.
Fuente: www.clarin.com