Por qué las retenciones se colaron en el acuerdo entre Milei y Trump


Detrás de los gestos políticos y financieros de la administración de Donald Trump para apuntalar al gobierno de Javier Milei en medio de las turbulencias económicas, y tras el anuncio oficial del lunes sobre la reducción de las retenciones al campo a cero —medida que concluyó el miércoles por la noche—, se sucedieron hechos clave.

Uno de los más importantes fue el fuerte reclamo que el lobby sojero de los Estados Unidos le hizo a la administración republicana y al secretario del Tesoro, Scott Bessent, por el rescate anunciado de U$S 20.000 millones para la Argentina, y el fin de las retenciones aquí, que sólo le daba ganancias a China, señalaron expresamente en un comunicado enviado a Washington.

“Esta semana, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que el gobierno estadounidense estaba negociando la extensión de una línea de swap de US$ 20.000 millones al gobierno argentino y la posible compra de bonos extranjeros del país. Casi inmediatamente después, se informó que China compró 20 cargamentos de soja argentina tras el anuncio del gobierno argentino de la exención de impuestos a sus exportaciones de soja”, comenzaba el mensaje de la American Soybean Association, cuyo presidente, Caleb Ragland hizo una fuerte declaración, con centro en Argentina, pero que en realidad le reclamaba a Trump un acuerdo con la República Popular China, con la que Estados Unidos mantiene una fuerte rivalidad político comercial acelerada por la administración de Trump.

La reacción de la asociación estadounidense de la soja llegó luego de que, efectivamente, una información de la agencia Reuters desde Singapur contara que poco después de que el Boletín Oficial de Argentina anunciara el martes que eliminaban las retenciones a los granos -buscaban llegar a los U$S 7.000 millones de recaudación- compradores de China reservaron no menos de diez cargamentos de soja nacional. Beijing ya había redirigido sus millonarias compras a la Argentina y Brasil, tras la suba de aranceles ordenadas por Trump, lo que fue un golpe directo a los agricultores estadounidenses, que, afectados por la baja de precios también son excluidos de su principal mercado, China.

Todo esto también permite entender que la corta vida del fin de las retenciones a los granos argentinos de entre el lunes 22 y el miércoles 24 hubo también conversaciones directas con los Estados Unidos, donde además jugaron los productores locales.

Cuando el secretario del Tesoro Bessent anunció el martes los U$S 20.000 millones de dólares que se le podrían dar a la Argentina, además de otras ayudas para sostener su sistema financiero, su economía y ayudar a Milei a la reelección -esto último lo dijo Trump después- escribió también: “El Tesoro está negociando actualmente con las autoridades argentinas una línea swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central. Trabajamos en estrecha coordinación con el gobierno argentino para evitar una volatilidad excesiva. Además, Estados Unidos está dispuesto a comprar deuda gubernamental secundaria o primaria y estamos trabajando con el gobierno argentino para poner fin a las exenciones fiscales para los productores de materias primas que conviertan divisas. “

Qué dijeron los sojeros de EE.UU.

Así, en sus declaraciones publicados horas atrás, Ragland el presidente de la American Soybean Association empezó reclamando: “Los productores estadounidenses de soja lo han tenido claro durante meses que el gobierno necesita cerrar un acuerdo comercial con China. China es el mayor cliente mundial de soja y, por lo general, nuestro principal mercado de exportación”. Luego sostuvo que “Estados Unidos no ha realizado ventas a China en esta nueva campaña agrícola debido a los aranceles de represalia del 20% impuestos por China en respuesta a los aranceles estadounidenses. Esto ha permitido que otros exportadores, como Brasil y ahora Argentina, se apoderen de nuestro mercado a costa de los agricultores estadounidenses. La frustración es abrumadora”, se quejó y arremetió: “Los precios de la soja estadounidense están cayendo, la cosecha está en marcha y los agricultores leen titulares que no hablan de cerrar un acuerdo comercial con China, sino de que el gobierno estadounidense está otorgando US$ 20.000 millones en apoyo económico a Argentina, mientras que este país reduce sus impuestos a la exportación de soja para vender 20 cargamentos de soja argentina a China en tan solo dos días.

Dijo Ragland también que los agricultores estadounidenses ya no pueden esperar ni tener esperanzas. La ASA insta al presidente Trump y a su equipo negociador a priorizar la consecución de un acuerdo inmediato sobre la soja con China. La economía agrícola se resiente mientras nuestros competidores desplazan a Estados Unidos en el mayor mercado importador de soja del mundo.

No es la primera vez que los lobbys locales en los Estados Unidos apuntan contra un competidor como argentina, cuya economía más que compatible, compite con la de ese país. Pasó con el biodiesel. Pasó con los limones.



Fuente: www.clarin.com

Artículos Relacionados

Volver al botón superior