Placente y el legado de Pekerman :: Olé

José Pekerman ha dejado una escuela en las Juveniles y también en la Mayor. A su influencia en la Scaloneta nos hemos referido muchas veces porque parte de la forma de conducir de Scaloni y de Aimar tiene mucho de su impronta, de lo que mamaron ellos mismos en los años de oro (desde 1994 a 2007) cuando arrancaron como pibes en Ezeiza, al lado de dos orfebres como José y Hugo Tocalli.

El plan Selección tiene también referentes criados por Pekerman en las Juveniles. El coordinador general es Bernardo Romeo, quien fue el goleador del campeón de Malasia 1997. Y el creador de este equipo que ilusiona en Chile es Diego Placente, aquel pibito de pelo largo que surfeaba sobre la raya como lateral izquierdo y también se destacaba como stopper.

Placente ya no es más aquel chiquilín que enamoró primero a los hinchas de Argentinos, luego a los de River hasta dar el salto al Bayer Leverkusen. Diego, ya de 48 años, tiene un perfil tan idéntico al de Pekerman que asombra. Primero, no necesita levantar la voz para imponer sus ideas y nunca se vuelve loco. Les transmite una calma increíble a los jugadores, algo que seguramente él observó de su formador. Y más allá de cuestiones humanas, sigue una línea marcada a fuego, un legado que habla de un fútbol asociado, de buen comportamiento, de pragmatismo, de adaptarse a los jugadores y también a los rivales. Se sabe a qué juegan los equipos de Placente, más allá de cómo resuelven las dificultades de cada partido: atacan, lo hacen juntando pases y sorprenden al rival.

Argentina se mete después de 14 años entre los ocho mejores. Y lo hace con un librito que se siguió al pie de la letra en la década de José, que luego replicó el Bocha Batista y ahora sigue el bueno de Placente -en un comienzo, ayudante de Aimar-, quien esperó su momento en silencio y que de a poco está armando un Sub 20 que puede hacer historia.