“Pity” Álvarez: cómo se le dio permiso para tocar, su madre como responsable y nuevos estudios médicos

Cristian Gabriel Álvarez Congiú (53), más conocido como el “Pity” o el “Rey sin corona” del rock nacional, copó este sábado 20 de diciembre el estadio Alberto Kempes de Córdoba Capital. Allí se presentó, luego de siete años de estar ausentes de los escenarios, ante más de 35 mil personas. El motivo de su alejamiento de los shows en vivo fue por la salida de un nuevo disco o por una decisión personal.

La razón por la que “Pity” Álvarez no volvió a tocar fue la causa judicial que lo tiene como el único acusado de asesinar de cuatro disparos a Christian Maximiliano Díaz (36), alias “El Gringo”, el 12 de julio de 2018 en medio de las torres del Barrio Samoré de Villa Lugano.

Si bien su causa había sido elevada a juicio, exámenes psiquiátricos y psicológicos que viene realizando desde 2023 indican que el músico no comprende la criminalidad de sus actos y jamás podrá entenderlos.

En uno de los estudios realizados por el Cuerpo Médico Forense y la Defensoría General de la Nación se estableció que el guitarrista presenta “trastorno cognitivo mayor, trastorno depresivo, trastorno adictivo de consumo de sustancias crónico y diversos factores de riesgo”.

“Esta Fiscalía considera que el acusado carece de las posibilidades indispensables y necesarias para el ejercicio de su derecho de resistencia a la acusación y el proceso no puede avanzar hacia la realización del debate oral y público sin avasallarlo”, indicó, en aquel entonces, el fiscal general Sandro Abraldes.

Con este informe, en marzo de 2023, los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 29 porteño ordenaron el cese del arresto domiciliario y le sacaron la tobillera electrónica que tenía en ese momento para controlar su atención médica en el tratamiento por sus adicciones.

Álvarez Congiu había estado detenido dos años y medio en el Programa Integral de Salud Mental Argentino (Prisma) del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza.

El 5 de mayo pasado, los jueces Juan Martín Ramos Padilla, Gustavo Goerner y Hugo Navarro pidieron un nuevo informe psicológico y psiquiátrico para evaluar la conducta cognitiva del ex líder de Viejas Locas. Ocho días más tarde, el 13 de mayo, se ordenó la nueva evaluación.

El pedido fue realizado en el Juzgado Civil N° 4, que desde marzo de 2023 es el órgano encargado de supervisar el tratamiento de rehabilitación por el consumo de sustancias del músico.

Al conocerse la fecha del regreso de “Pity” a los escenarios, por medio de su defensa oficial el músico solicitó al tribunal el permiso para que pueda viajar a Córdoba y presentarse en el estadio Kempes.

Como tutora y responsable estuvo su madre, Cristina Congiu, a quien se la vio cantando los clásicos que había compuesto su hijo durante su trayectoria en Viejas Locas e Intoxicados.

Si bien no había ninguna restricción al respecto, el lugar donde se iba a realizar el show fue fuera de la jurisdicción del tribunal, por eso el pedido formal.

Según fuentes judiciales consultadas por Clarín, Goerner, presidente del tribunal, ordenó que el músico se realice nuevos estudios previos al show.

“Restaba un estudio para saber si es riesgoso para sí y para terceros. Fue el miércoles previo al recital y salieron todos bien. Le hicieron hacer dibujos en un papel y una charla”, dijo a Clarín un allegado al músico.

Al respecto, una fuente judicial consultada confirmó que los estudios se hicieron, aunque aclaró que no había recibido al cierre de esta nota los resultados de los mismos.

De hecho, el músico tenía que realizarse otros análisis este lunes, luego del recital, pero fueron suspendidos y pospuestos para más adelante, aún sin fecha cierta.

Durante el recital, “Pity” Álvarez habló con su público en varias oportunidades mientras tomaba un trago o se prendía un cigarrillo.

“¿Quién me va a juzgar? ¿Dios? ¿A mí, que soy Dios? Sólo el universo me puede juzgar”, expresó el cantante, en clara referencia al proceso judicial que quedó en pausa.

En una entrevista radial realizada 15 días antes del show en la radio La Mega, en el programa “Todo lo demás también”, que conduce Carlos “Bebe” Contepomi, el músico hizo también referencia a la decisión de los jueces del tribunal que tramita el expediente que lo tiene como imputado de homicidio.

“Creo que vamos a volver en abril en un lugar muy grande porque después de esta demostración la justicia va a entender que no soy peligroso ni para terceros ni para mí”, sostuvo en la entrevista telefónica.

Al respecto, Fernando Burlando, abogado de la hija menor de Díaz y querellante en la causa, reconoció que, con el permiso otorgado para que Álvarez pueda presentarse en ante su público, “la justicia así justifica que en la Argentina digan que son todos inimputables”.

“Pagarán los que tengan que pagar cuando se pruebe si la Justicia es tonta o corrupta. Pagarán todos los culpables”, dijo Burlando con ironía y doble sentido.

El “Gringo” Díaz fue asesinado a 1.30 de la madrugada del 12 de julio de 2018, en la puerta de acceso a la Torre 12 B del complejo de edificios del barrio Samoré, de Villa Lugano.

Según la acusación judicial, Álvarez Congiu salió de allí junto a su novia y, de repente, se les acercó Díaz, quien lo conocía del barrio y con quien comenzó una discusión en la que la víctima acusó al músico de que andaba diciendo que él le había robado una mochila.

En ese momento, Díaz empujó e intentó pegarle a “Pity”, que sacó del bolsillo de una campera una pistola calibre .25. La víctima lo desafió al músico: “Si vas a tirar, tirá, gato”.

El ex líder de Viejas Locas e Intoxicados le disparó a corta distancia, en la cara. Cuando Díaz cayó al piso, le llovieron cuatro disparos más, tres de los cuales le impactaron, todos en la cabeza.

El músico se escapó en su Volkswagen Polo. Según se supo después, fue con su pareja al local bailable “Pinar de Rocha”, en Ramos Mejía. Antes le había pedido a la joven que arrojara el arma en una alcantarilla de la colectora de la autopista Dellepiane Sur.

Cuando se entregó la mañana siguiente en una comisaría de Lugano, declaró: “Sí, yo fui el que disparé. Lo maté porque era él o yo, creo que cualquier animal haría lo mismo”.

“Pity” Álvarez tuvo un complicado derrotero en su salud desde que fue detenido y alojado en Ezeiza. Durante la pandemia por el Covid-19, sufrió un pico de diabetes, por lo que tuvo que ser internado en el Hospital Eurnekian de Ezeiza, donde dio positivo de coronavirus.

Una vez revocado el arresto en 2021, el músico comenzó un tratamiento en un centro terapéutico de Castelar.

En 2024 fue trasladado a un centro en Tortuguitas, donde se filtraron imágenes del músico tocando la guitarra y cantando para los otros pacientes y sus familias.

De allí se fue de manera voluntaria. Esto derivó en una causa por “averiguación de paradero”. Rápidamente se supo que había ido a visitar a su amigo, el padre César Scicchitano Tagle.