Perros azules en Chernobyl: descubren animales con un increíble pelaje en la zona de exclusión


Un equipo de trabajadores humanitarios descubrió recientemente varios perros que habitan en Chernobyl, Ucrania, cuyo pelaje parece haberse vuelto de un increíble tono azul.
Las imágenes capturaron a varios canes con este matiz azulado en la zona de exclusión. El video fue difundido en Facebook por “Dogs of Chernobyl“, una iniciativa de la organización sin fines de lucro Clean Futures Fund (CFF) que comenzó en 2017 y se dedica a proporcionar atención médica a los animales.
El video, que consiguió 330.000 vistas, muestra a un animal completamente azul junto a otros perros con su pelaje natural. También se filmó a otro perro de una raza diferente con la misma coloración azul, y se avistó un tercer cachorro azul en el área.
El equipo de voluntarios de CFF, que se encontraba en el lugar capturando perros para esterilizarlos, describió el avistamiento como una “experiencia muy singular”, según informó el medio Need To Know.
“No estamos seguros de lo que está sucediendo exactamente”, indicó un vocero de la organización, ya que los habitantes de la zona se preguntaban por qué los perros estaban azules.
La hipótesis manejada por el equipo es que los perros “están ingiriendo algún tipo de químico”. “Lo más probable es que estos perros se estén metiendo en algo. No, no se volvieron azules debido a la radiación y no, no estamos diciendo que se hayan vuelto azules debido a la radiación“, aseguró la organización en su perfil de Facebook.
Aunque los animales parecen estar “muy activos y saludables”, hasta el momento no lograron atraparlos para determinar la razón del cambio de color.
Los perros que residen actualmente en la zona están desnutridos, expuestos a la rabia por depredadores salvajes y necesitan atención médica “urgente”, explicó la organización en su página web. Estiman que hay más de 700 perros y 100 gatos en la zona.
Su objetivo es castrar, esterilizar y vacunar a los perros callejeros que viven en la zona de exclusión. Los trabajadores de la central nuclear adoptaron a los perros de alguna manera, dándoles restos de sus propias comidas y arriesgándose a exponerse a la rabia al interactuar con ellos.
En la primavera de 1986, el reactor de la Unidad 4 de la Central Nuclear de Chernobyl en Ucrania explotó, esparciendo materiales radiactivos al medio ambiente. En respuesta al desastre, la ex Unión Soviética estableció una zona de exclusión de 30 kilómetros alrededor de la instalación.
Más de 120.000 personas fueron evacuadas de 189 ciudades y comunidades. A los evacuados no se les permitió llevar nada que no pudieran cargar, y sus mascotas debieron ser abandonadas. Se les dijo que regresarían en solo tres días, pero jamás se les permitió volver.
Luego de la evacuación de Pripyat y la Zona de Exclusión, se enviaron soldados del Ejército Soviético para disparar y matar a los animales que habían sido dejados atrás. Sin embargo, fue imposible acorralar y sacrificar a todos los animales en las diversas aldeas.
Los perros que vemos hoy son los descendientes de estas mascotas abandonadas. Estos animales migraron a la central nuclear de Chernóbil, donde sus descendientes permanecen hasta el día de hoy.
CFF intervino para evitar que la central nuclear contratara a un trabajador para que atrapara y matara a los perros.
Fuente: www.clarin.com



