No queda otra: River, ante Riestra con la necesidad de hacer rápido el duelo de la Copa :: Olé

No queda otra, River. No quedaba otra, como decía el Muñeco, que ir a buscar el triunfo a Brasil. Y ahora, ya eliminado de la Copa Libertadores después de un partido en el que sí estuvo a la altura la mayoría del tiempo, no hay alternativa a enfocarse en los objetivos domésticos.
Claro, no será fácil asimilar el golpe en San Pablo ni el contraste escénico que representará pasar sin escalas de la tensión del Allianz Parque por los cuartos de final de la Copa ante el monstruoso plantel de Palmeiras a recibir a Deportivo Riestra en una tarde fría del corriente fútbol argentino de 30 equipos, pero es lo que hay. Y realmente no es poco para este River.
O en todo caso, visto de otra manera más precisa, no dar la talla en el plano local será mucho, demasiado, para un equipo que a excepción de los últimos dos superclásicos no gana nada desde hace mucho más tiempo del aceptable para su dimensión.
Por eso, el duelo con Riestra es realmente importante aunque tenga sabor a poco. Porque, por más raro que suene, al Monumental llega el puntero de la Zona B del Clausura y el CARP deberá ganarle si quiere volver a ser el único líder. Porque el equipo que dirige Gustavo Benítez es especialista en jugar a que no se juegue, en cortar circuitos con pierna fuerte y con todas las mañas posibles, y le saca muchísimo jugo a las posibilidades que tiene. Un combo que a River suele molestarle desde hace tiempo: el 11 que ponga Gallardo no deberá subestimar a su rival de turno.
Después de tres derrotas en fila (antes de esta seguidilla de Palmeiras-ATU-Palmeiras solo había perdido dos veces en el año), el CARP se enfrentará al conjunto menos goleado de toda la competencia regular en la Argentina (recibió, como Central, 12 goles), que acumula cuatro triunfos consecutivos.
Aún con el partido del jueves contra Racing en Rosario, por los cuartos de final de la Copa Argentina, como desafío más urgente y prioritario, River tendrá que cortar rápido el sangrado contra un Malevo que juega una final del mundo. No es para menos: será la primera vez que visite el Monumental en 94 años de historia.
Por lo demás, el juego en el Liberti no sólo será clave para que River vuelva a la cima en su grupo sino también para la tabla anual: no querrá el Muñeco que clasificar a la Libertadores de 2026 -mucho menos un objetivo que una obligación- se transforme en otro drama pensando a futuro y la vía más rápida y más segura para un equipo que no suele hacerse fuerte en los cruces decisivos es justamente la clasificación regular de la temporada.
No queda otra, River. Esto es lo que hay. Esto: sumar en la tabla anual para sacar boleto directo a la CL26, intentar llegar como uno de los dos primeros a los playoffs del Clausura para definirlos en casa, ganar antes el Súper, pelear hasta el final la CA y levantar al menos un trofeo doméstico. Así, y solo así, terminará decorosamente un año que ya se ve decepcionante en contraste con sus expectativas y podrá descansar para pensar los cambios que hay que hacer a futuro.
Fuente: www.ole.com.ar