Murió a los 57 años Melanie Watson, la querida actriz de “Blanco y negro”


Melanie Watson Bernhardt, una querida actriz de Blanco y negro (Diff’rent Strokes), murió el viernes en Colorado Springs, confirmó a TMZ la familia de la mujer. Tenía 57 años.

La suya es una más de las tantas desgracias que rodearon al reparto del programa desde su estreno en 1978.

Robert Watson, su hermano, dijo al medio estadounidense que estaba internada por unos problemas de sangrado producto de su osteogénesis imperfecta, la enfermedad con la que nació que la hacía propensa a las fracturas.

El hermano de Melanie dijo que, si bien los médicos hicieron lo posible para ayudarla, ella tuvo suerte de vivir tanto tiempo con su condición.

Melanie interpreta a Kathy Gordon en la serie protagonizada por Gary Coleman. Participa en 4 de los 189 episodios del programa. Blanco y negro es la única serie en la que participó antes de retirarse.

El rótulo de “maldición” se volvió un clásico cada vez que alguien recuerda la serie: la sitcom que hizo reír a millones en los años 80 terminó asociada, con el paso del tiempo, a una seguidilla de tragedias personales, muertes tempranas y carreras que se desmoronaron.

El mito se sostiene, sobre todo, por los fallecimientos que golpearon al elenco. Dana Plato, que interpretaba a Kimberly, murió en 1999 a los 34 años tras una intoxicación por fármacos; Gary Coleman, el inolvidable Arnold, falleció en 2010 con 42 años tras una hemorragia cerebral luego de una caída.

A ellos dos se suman Dixie Carter (una de las actrices que encarnó a Maggie), que murió en 2010; Conrad Bain, el “señor Drummond”, fallecido en 2013; Charlotte Rae, recordada también por su personaje en el universo de la serie, que murió en 2018; y otros nombres vinculados a ese elenco o a su entorno televisivo, como Nedra Volz (2003) y Mary Ann Mobley (2014), otra de las actrices que pasó por el rol de Maggie en distintas etapas.

Pero la “maldición” no se explica solo por las muertes: también por las caídas públicas. El caso más citado es el de Todd Bridges (Willis), que atravesó una etapa de consumo problemático de drogas en plena fama y, durante años, alternó intentos de recuperación con episodios que lo llevaron a tribunales.

En ese período oscuro acumuló arrestos y causas que lo persiguieron mediáticamente: desde detenciones por posesión de drogas y problemas vinculados a armas, hasta un proceso por un tiroteo del que finalmente fue absuelto.

Con los años, Bridges contó que logró cortar con ese espiral, se rehabilitó y sostuvo una vida de sobriedad, convirtiéndose en el ejemplo de “sobreviviente” de esa narrativa trágica que envuelve a Blanco y negro. Por eso, cuando se habla de la “maldición”, su historia suele aparecer como la contracara: el que tocó fondo, tuvo causas y escándalos, pero consiguió volver.

Fuente: www.clarin.com

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