Martín Llaryora: “Un presidente tiene que hablar con todos los sectores, aún con los antagonistas”


-El Gobierno vino al coloquio de IDEA de este año con la promesa de encarar una reforma laboral y otra tributaria si ganan las elecciones ¿Cómo lo ve?

Yo creo centralmente que el Gobierno tiene no solo un problema financiero sino también de modelo económico. Desde el primer momento, cuando salimos los gobernadores de una reunión con el Presidente, me acuerdo haber expresado en un reportaje que un modelo económico se sostiene en el tiempo si tiene un modelo productivo que después lo haga sostenible. Claramente, pasaron dos años y no hay un modelo productivo de desarrollo federal y ese modelo productivo que falta, que genere empleo, inversión y los dólares necesarios para sostener también la economía. Eso se agravó y está fallando. Hoy estamos en una recesión, en una caída del empleo con unas tasas altísimas, tremendas. Entonces, el modelo económico ha tenido que ser rescatado por Estados Unidos, como lo vimos todos.

Entonces, el Gobierno tiene, sí o sí, después de las elecciones, que hacer un replanteo sobre cuáles van a ser los vectores productivos y cómo va a relacionarse, no con los gobernadores solamente. Tiene que ver cómo va a relacionarse con toda la sociedad. Yo lo dije acá (en el panel ante el Coloquio de Idea en el que participó junto al gobernador de Chubut, Ignacio Torres, el jueves pasado), que no veo un gobierno trabajando en conjunto con los sectores industriales y productivos. Es más, es un gobierno que cuando uno le habla de desarrollo parece que fuera un insulto. Solo hablan de que la macroeconomía va a estabilizar por arte de magia todos los dos factores. La macroeconomía sola no se sostiene en el tiempo. Esto Argentina ya lo vivió. Nosotros lo que queremos evitar con Provincias Unidas, llevando al Congreso a Juan Schiaretti, es otro fracaso de la Argentina.

La Argentina tiene que tener un montón de reformas, acá hablaron de algunas. Pero lo que tiene que tener la Argentina también es una visión productiva. Somos el octavo país más grande del mundo, tenemos todas las oportunidades. El agro, por ejemplo, para darle más valor agregado. Pero la ley de biocombustible no sale, como sí la tiene Estados Unidos o como la tiene, Brasil. Tenemos la posibilidad de crecer en el petróleo, en la minería, tenemos la posibilidad de seguir creciendo en la industria del conocimiento. Tenemos un pueblo maravilloso, no tenemos conflictos raciales. Bueno, nosotros creemos que somos la única alternativa que hoy le está diciendo a la Argentina que hay una salida y que es con una sostenibilidad macroeconómica, pero con un programa productivo de generación de empleo.

-¿Qué datos tienen ustedes sobre los resultados posibles de las legislativas del 26?

Nosotros creemos que después de muchísimos tiempo en la historia argentina, vamos a ser una tercera fuerza consolidada y vamos a ser, claramente, el espacio tal vez más importante en el Congreso Nacional, tanto en Diputados como en Senadores, porque tenemos capacidad de diálogo para construir y poder construir leyes con acuerdo con diversos sectores en el Parlamento y en la sociedad. Y eso es lo que le falta hoy a la Argentina. La Argentina vive entre dos proyectos.

-¿Cuáles serían esos proyectos?

Un proyecto claro que ya fracasó, y que creía que el Estado lo puede todo, que se peleaba con la actividad privada continuamente y que, por ende, generó muchísimos planes, pero poco empleo. Y este proyecto, que cree que el mercado es lo único que existe, que tampoco le está yendo muy bien como verán al mercado, o a la timba financiera, y que sigue sosteniendo esta política de planes, pero que no está generando trabajo. Nosotros estamos convencidos de que hay que tener sentido común y que necesitamos tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario. Y que Argentina tiene que tener en claro toda la potencialidad federal, de desarrollo, con inversión en infraestructura, en conocimiento, en talento. Entonces, no somos el camino del medio, somos la única alternativa de salida.

-¿Es crítico del rescate financiero de Trump a la Argentina?

No, no. Yo soy crítico de este modelo. Soy partidario de entender que tenés que cerrar la macro, que sea ordenada, pero con una visión productiva y claramente con acuerdos estratégicos con los sectores. No existe en el mundo un gobierno que crea que va a gobernar solo a DNU y a rechazo o con veto. En el mundo lo que quieren es una seguridad no solo jurídica, sino también política, a largo plazo, de leyes que te garanticen un marco, como dicen en la industria, para invertir en ´fierros´, o sea, para hacer inversiones reales, que generan trabajo y que nos permiten dotar de valor agregado a nuestras materias primas.

-¿Le genera preocupación que Estados Unidos retire el apoyo que le dio a Milei si LLA no gana las legislativas?

Yo creo que Trump lo que ha tratado de hacer, en medio de una elección, es darle un apoyo político. El apoyo del FMI va a estar. Los apoyos de los multilaterales van a estar. El gobierno americano claramente está haciendo acciones para sostenerlo. Es más, si no hubieran hecho estas acciones efectivas y contundentes, hoy no estaríamos en la situación económica en la que estamos hoy y sería otra la situación en los mercados. Y es también por el encuadramiento geopolítico que Milei ha hecho en el apoyo incondicional a los Estados Unidos.

-¿Estados Unidos o China?

Para Córdoba, tenemos que tener relaciones con todo el mundo.

-¿Harían coalición con Milei como están pidiendo incluso desde EE.UU?

No. Es que (al Gobierno) le falta toda la mirada productiva federal. Le falta una mirada de desarrollo. Si no la suma, este modelo económico no tiene rumbo, porque al final, nosotros ya vivimos etapas de estabilidad económica sin posibilidad de generación de trabajo de empleo y de producción. No se vuelve sustentable ni económica ni socialmente. Nosotros somos un proyecto que le va a aportar a la Argentina después de muchos años una tercera fuerza con sensatez.

-¿Schiaretti va ser vuestro candidato a presidente en 2027?

Huy… Ojalá la gente hubiera comprendido, lo hubiera votado, y hubiera sido el presidente los argentinos. Estaríamos mucho mejor que hoy…

-¿Pero lo será o no? Digamos que en las otras elecciones él no fue muy claro con eso. Muchas dudas..

Yo creo que Argentina va de un extremo a otro de estos dos modelos que prácticamente explican parte de nuestra historia hace mucho tiempo. Schiaretti encara era el cordobesismo llevado a una experiencia nacional. Hoy somos gobernadores e intendentes y dirigentes de muchos partidos políticos que vamos a hacer una expresión nacional y que va construyendo las bases de un partido con sentido común, moderado como digo yo, que entiende que hay que acompañar al sector privado para generar trabajo, pero que tiene que tener un Estado inteligente y tiene que tener una visión económica y una visión de desarrollo es de sentido común.

-Patricia Bullrich criticó a las provincias. Dijo que pedían “cada diez minutos” y que tienen impuestos altos.

Diría sobre Patricia Bullrich que con ella hemos podido hacer un trabajo muy bueno en Seguridad y quiero valorarlo. Claramente es Ministra de Seguridad y no de Economía, porque el ajuste que han hecho las provincias es mucho más grande que el de la Nación. Y para hablar de Córdoba, diría que la República de Córdoba pone muchísimo más dinero a la Argentina que lo que la Argentina le da. Imagínense si nosotros no queremos ya una reforma este tributaria. ¿Saben lo que sería Córdoba sin las retenciones? Ese dinero de cada uno de nuestros productores. El impuesto al cheque lo pagan mucho más las provincias que producen, que comercializan, que tienen servicio. O sea, todo el marco impositivo para los cordobeses es tremendamente difícil. El ajuste ha sido mayor para las provincias también porque la Nación se retiró y las provincias y los municipios nos tuvimos que hacer cargo con nuestras comunidades.

Es muy fácil cobrar los impuestos como los cobra la Nación, y después traspasar los servicios a la provincia o a los municipios. Y eso es lo que venimos haciendo. Si hay paz social en la Argentina no es porque este modelo económico haya generado más empleo, es porque los gobernadores, los intendentes y las comunidades, las organizaciones civiles y los empresarios y todo el mundo está haciendo un tremendo esfuerzo para sostener el trabajo que se puede y para sostener abiertas un montón de instituciones. Se retiran los subsidios del transporte, pero el transporte en el interior funciona. Los boletos educativos los tenemos que pagar las provincias. Toda esta crisis nos ha llevado a tener una evolución en el gasto en materia de salud de más de un 30%. Con el no pago de las cajas de jubilación fuimos a la Corte. Están las jubilaciones, el impuesto a los combustibles los cobran y no arreglan la rutas y nos estamos haciendo cargo de muchas rutas nacionales. Tendría que haber es un ´gracias´ por cómo todo el mundo está tratando de ayudar para salir adelante haciendo un esfuerzo más que un ataque. Hay mucha soberbia también, una soberbia increíble, de creer que tienen la razón absoluta y le querer dar la cátedra a todo el mundo. Creo que tendrían que tener un poco más de humildad.

-¿En qué punto está la negociación para que la Nación retome el financiamiento de la obra pública ? ¿Se cumplió algo ?

No. Y cuando uno habla de infraesctura tiene que hablar de todo. Un periodista le preguntaba algo a un presidente de los Estados Unidos, a Kennedy, y le dijo ´Somos ricos e hicimos infraesctura´ y él le contestó ´No, no. Hicimos infraestructura y ahora somos ricos´. La infraestructura, en un país tan grande como el nuestro, con tantas potencia y tantas ventajas, es lo que te va a permitir progresar.

-¿Cómo lo ve al presidente Milei en lo político, y en lo emocional?

Es muy difícil ser exégeta de alguien. Espero que, después de la elección, genere espacios diálogo con todos los sectores, porque un presidente tiene que hablar con todos los sectores, aún con los antagonistas. Yo tampoco estuve muchas veces con el Presidente. Estuve unas dos veces.

Un delfín del cordobecismo, que hoy juega con un frente anti K y anti Milei ampliado

Podría decirse que Martín Llaryora, es la expresión de la nueva generación del llamado cordobesismo, una variante menos dogmática del peronismo, cuyos vértices encarnaron el fallecido José Manuel de la Sota y Juan Schiaretti, ambos predecesores del hoy gobernador.

En junio de 2023, Llaryora le ganó las elecciones al entonces candidato de Juntos por el Cambio, Luis Juez, con quien sin embargo se solidarizó este año tras los ataques del tuitero “Gordo Dan”, el alias del militante libertario Daniel Parisini, que involucró a una hija del dirigente por su voto en favor de la ley de emergencia en discapacidad.

De 53 años, Llaryora hace política desde los centros estudiantes en el colegio secundario, donde se recibió de técnico electrónico primero, para hacer abogacía después, siempre en su provincia. En la entrevista con Clarin, el gobernador destacó como su primer horizonte en la vida el amor y la educación que le dieron sus padres.

Para 2023, delfín de Schiaretti, de quien fue vicegobernador, hoy Llaryora expresa un mirada ya ampliada contra el kirchnerismo y el mileismo en el frente de Provincias Unidas, que también integran: el santafecino Maximiliano Pullaro, el chubutense Inacio Torres, el santacruceño Claudio Vidal y el correntino Gustavo Valdés.

El año pasado, Milei mandó al psicológo a Llaryora, a quien ha visto no más de dos veces. El contrapunto surgió en 2024, tras el despido del gobierno libertario del ahora ex titular del ANSES, Osvaldo Giordano, que respondía a Llaryora y a quien Milei consideró que estaba “durmiendo con el enemigo”, porque su pareja, la diputada Alejandra Torres, votó contra la Ley Ómnibus, del oficialismo.

Milei había llamado “traidores” a un grupo de gobernadores por el fracaso de la voluminosa y ambiciosa Ley Omnibus, predecesora de la sí aprobada Ley Bases. Llaryora deseó que el presidente le explicara en la cara y pidiera disculpas como se las pidió al fallecido Papa Francisco. Tras ello. Milei redobló la apuesta. “Yo no tengo que pedirle disculpas por nada. No estoy en política para resolver problemas psicológicos”,

Hoy Llaryora evita juzgar emocionalmente al Presidente porque no se considera “exégeta” de nadie. Sin embargo, mantiene casi los mismos reclamos y críticas que entonces. “Creo que se viene una chance de que en Argentina, en algún momento, entienda que estos dos extremos nos hicieron mucho mal”, dice el gobernador, en referencia a la idea de que Provincias Unidas se convierta en una tercera fuerza entre el peronismo kirchnerista y el mileismo en el Congreso tras las legislativas del 26 de octubre. “Ninguno de los dos pudo garantizar una salida. Creo que vamos a tener que entender el camino el camino de tanto mercado como sea posible y de tanto Estado como sea este suficiente y que no agrede todo el día cómo aumentar los like. Agredir al otro e insultar a alguno. Creo que viene un tiempo donde los moderados van a tener una oportunidad y creo que hoy hay que ser más fuerte para construir consenso que para insultar al otro creo que hoy el insulto y la agresión lo hacen los débiles es como todo en la vida cualquiera agarra un martillo y destruye una pared ahora no cualquiera la construye.

Itinerario

Martín Miguel Llaryora fue electo gobernador de Córdoba el 25 de junio de 2023 y asumió el 10 de diciembre de ese año. Nació en la ciudad de San Francisco, el 6 de octubre de 1972. Fue Presidente del Centro de Estudiantes en la secundaria Emilio Olmos. Se recibió de Técnico Electrónico primero y después e abogado, en la Universidad Nacional de Córdoba. Se diplomó en Gestión Pública, en la Universidad Católica de Córdoba. Fue Coordinador de Empleo y Formación Profesional del Gobierno de Córdoba; Concejal por San Francisco, entre 2003-2007; e intendente de su ciudad entre 2007 y 2011. Fue ministro de Industria, Comercio, Minería y Desarrollo Científico Tecnológico de Córdoba, entre 2013 y 2014. Fue vicegobernador de Juan Schiaretti entre 2015 y 2017. Pidió licencia y fue electo Diputado Nacional. En 2019 se convirtió en el primer peronista electo como intendente de la ciudad de Córdoba, desde la década de 1970. El 25 de junio de 2023, Llaryora fue electo gobernador de la Provincia de Córdoba. Está divorciado. Tiene tres hijos y dos nietos.

Al toque

Un proyecto: Seguir recorriendo este camino siendo una buena persona, con los valores y la empatía que aprendí de mi gente. Poder continuar sirviendo desde donde Dios diga para mejorar la vida de quienes más lo necesitan.

Un desafío: Gobernar a Córdoba para que sea una de las provincias más admiradas de Latinoamérica.

Un sueño: Ser parte de una generación que se anime a transformar el país, que impulse los cambios que Argentina necesita para volver a ser una tierra de oportunidades, orgullo y esperanza. Un país donde nuestro pueblo pueda vivir con dignidad y ser feliz.

Un líder: Luis Alberto Llaryora, mi viejo

Un prócer: San Martín y Martín Miguel de Güemes

Una comida: los tallarines con la salsa de María del Carmen Seijo, mi vieja.

Una bebida: Café, vino y Fernet con Coca.

Una sociedad que admire: la argentina y en especial a todos los cordobeses.

Un placer: las reuniones con familia y amigos.

Un libro: Manual de Zonceras Argentinas, de Jauretche (me marcó en la adolescencia), el Hombre Mediocre, de José Ingenieros y Superpotencias de la IA, de Kai-Fu-Lee (lo leí hace pocos días)

Una película: Forrest Gump, La Sociedad de los Poetas Muertos, Las horas más oscuras.

Una serie: Vikingos. Me gustan series con contenidos históricos y documentales.

Fuente: www.clarin.com

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