“Mamá arruinó la Navidad”: mató a su esposa e hizo que sus hijos abrieran los regalos frente a su cadáver

“Mamá arruinó la Navidad…”, es la frase que los hijos de Za’zell Preston nunca olvidarán. Durante las primeras horas del 25 de diciembre de 2011, William Wallace mató a su esposa. Za’zell tenía 26 años.

Durante la madrugada, arrastró su cuerpo desde el dormitorio y lo colocó en el sofá de la sala de estar en su casa en Anaheim, una ciudad al sur de California, Estados Unidos.

Luego, le colocó lentes oscuros para ocultar el horrible crimen ante sus hijos, un niño de tan solo siete semanas, y dos niñas que en aquel entonces tenían tres y ocho años, producto de una relación anterior de Za’zell.

Cuando las niñas bajaron las escaleras esperanzadas por abrir los regalos, vieron el cuerpo de Za’zell sin saber que estaba sin vida. Creyeron las palabras de su padre: “… Se emborrachó y arruinó la Navidad”.

El 4 de junio de 2021, William fue condenado a 15 años de cárcel por asesinato en segundo grado, casi 10 años después del crimen. Durante el juicio, la Fiscalía del Condado de Orange detalló que Za’zell era víctima de violencia de género.

Incluso, William -que al momento de la sentencia tenía 39 años- había cumplido una condena de tres meses por agredir a su esposa. Es por ello que Za’zell estudiaba en la universidad con la esperanza de convertirse en consejera de violencia doméstica.

“Golpeó y torturó a mi hija y, al mismo tiempo, asesinó mentalmente a sus hijos. No le mostró piedad. No le mostremos piedad”, dijo Saidell Preston, madre de Za’zell, durante la audiencia de sentencia, según informó AP.

Según reconstruyó la investigación, William y Za’zell habían asistido a la fiesta de Nochebuena de un vecino aquel 24 de diciembre de 2011.

Al regresar a su casa comenzaron a discutir, de acuerdo con un testigo que declaró durante el juicio, quien aseguró que los vio pelear, y cuando Za’zell intentó salir del apartamento, William la forzó a regresar.

Heather Brow, vicefiscal de distrito, explicó a los miembros del jurado que William le contó a un familiar que habían bebido alcohol y que, durante la discusión se defendió de su ataque y la empujó “un poco”.

Según su versión, Za’zell estaba ebria, tropezó y cayó contra una mesa de cristal, la cual al romperse le produjo las heridas fatales que le ocasionaron la muerte. Sin embargo, la hija mayor de Za’zell, quien presenció la pelea, declaró que William la empujó.

Con 17 años, la joven contó cómo William arrastró a Za’zell al baño y golpeó su cabeza contra el inodoro. “Después de que ella se cayera en el baño, y creo que ya había fallecido, él simplemente la llevó al dormitorio y la acostó para que durmiera, aunque ya estaba muerta. Eso es lo que recuerdo porque ella estaba fría”, relató ante el tribunal.

A la mañana siguiente, cuando bajó a abrir los regalos, su madre estaba en el sofá. “Recuerdo que intenté tocar a mi madre y estaba completamente dura, fría, y le dije ‘Mamá’ y no respondió”, dijo, según informó el medio Mirror.

A las 9:30 de la mañana de Navidad, William llamó al 911. Las autoridades encontraron a Za’zell en el sofá, trozos de cristal desparramados por todo el piso, golpes en las paredes, una puerta con las bisagras rotas y manchas de sangre.

Los hijos de Za’zell estaban en el departamento, rodeados de papel de regalo. Habían abierto los regalos frente a su madre muerta sin saberlo. El cuerpo de Za’zell fue trasladado al hospital, donde fue declarada muerta. William fue arrestado.

“Que una joven madre pierda finalmente la vida tras años de violencia a manos de su esposo es una tragedia desgarradora. Esa tragedia se ve agravada por el hecho de que sus hijos fueron testigos de gran parte de la violencia y se vieron obligados a celebrar la Navidad en presencia de su madre muerta. Ese no es un recuerdo navideño que ningún niño debería verse obligado a tener”, declaró el fiscal del condado de Orange, Todd Spitzer, en un comunicado tras la condena de William.

Si bien William fue condenado a 15 años, las autoridades le reconocieron los nueve años que estuvo preso desde el momento en que fue arrestado. “Crecí en un infierno desde que él asesinó a mi mamá. Para mí no existe la infancia. Mi vida ha sido una espiral descendente, nada más que una espiral descendente desde que tenía ocho años”, sostuvo la hija mayor.