Los motivos que aceptó Milei para bajar a Espert de la lista

Pocas veces ha ocurrido desde el retorno de la democracia que un Presidente, que aún no ha cumplido siquiera la mitad de su mandato, padezca serios problemas para hacer campaña en cualquier lugar del país, en su primera elección de medio término.
La delicada situación que atraviesa el Gobierno con el correlato de la caída de la imagen presidencial y el incremento de las críticas en un terreno que tenía bajo control como las redes sociales, tiene su origen en la economía de bolsillo: el propio Javier Milei debió admitir el parate de la actividad. Aunque se lo adjudicó al accionar del kirchnerismo en el Congreso. Ese sería el motivo por el cual voló el riesgo país, subió el dólar, cayó el consumo y el Gobierno tuvo que pedirle urgente ayuda a Donald Trump. ¿Tanto poder tiene el kirchnerismo como para arrastrar a la oposición en el Congreso, que alguna vez acompañó al Ejecutivo?
Es sabido que cuando en la Argentina la economía marcha bien no hay sospecha de corrupción que logre torcer el apoyo del electorado a un gobierno. Lo han vivido las administraciones de Carlos Menem, Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Pero cuando la microeconomía se vio afectada, las denuncias empezaron a impactar en la sociedad. Está ocurriendo ahora.
Se amplificaron las denuncias relacionadas con el caso $LIBRA, los audios de Diego Spagnuolo con el 3% de una supuesta red de coimas que involucra a Karina Milei y Lule Menem y, sobre todo, la de los presuntos vínculos narcos de José Luis Espert. En ninguna de las dos primeras la investigación judicial es contundente, pero el electorado ya falló y así terminó aceptándolo Milei.
Otro elemento fue desequilibrante. En gran medida por el caso Espert, Milei no quedó en una situación de no poder visitar una provincia sin que le organicen protestas. En el arranque de la campaña para octubre, la semana pasada, debió suspender una recorrida por el centro de Ushuaia; este fin de semana interrumpió una recorrida por Santa Fe por las manifestaciones, y solo en Entre Ríos, bajo el amparo del gobernador aliado, Rogelio Frigerio, consiguió hablarle a entre 500 y mil personas, aunque también hubo en los alrededores manifestaciones de rechazo.

El escándalo narco
Tanto libertarios como macristas coincidían en que la situación irregular de José Luis Espert no les permitió este fin de semana hacer campaña en la provincia de Buenos Aires.
“Lo de Espert está pegando, es difícil hacer campaña. Los nuestros te preguntan qué hacer, cómo encararla, y los kirchneristas pero también gente que nos votaba, ahora nos gritan”, aseguraba uno de los referentes del PRO bonaerense.
En San Isidro, Mar del Plata, Tandil o Florencio Varela, por citar algunos ejemplo, ocurrió lo mismo. Desde repartir volantes violetas hasta instalar una mesa en una esquina. todos recibieron una catarata de insultos de parte de kirchneristas pero también el rechazo de personas que pasaron por el lugar y que antes votaban a Juntos por el Cambio.
Karen Reichardt, Diego Santilli o Alejandro Finocchiaro no podían recorrer la provincia ni dar entrevistas por temor a ser consultados por el caso de Espert. ¿Qué iban a decir?
Aseguran algunos dirigentes con más experiencia en el PRO que hay además mucha inexperiencia en el Gobierno a la hora de desplegar una campaña en territorio bonaerense. “No es buena”, afirman, a diferencia de una mejor labor cuando se trata de redes.

Karina Milei y Santiago Caputo siempre coincidieron en la necesidad de bajar a Espert. Un informe que algunos adjudican al asesor estrella y otros dicen que circuló en las últimas horas y llegó a manos del Presidente, revelaba que el peronismo le estaba ganando por 20 puntos a LLA, muchos más que los 14 en la elección provincial. Demasiado desventajoso. ¿Estrategia para conseguir bajar a Espert o realidad?
“Espert es como una bala que se incrustó con enorme rapidez. Eso se entiende porque hay previamente desconfianzas o poca empatía con la persona”, aseguraba un miembro del gabinete.
A diferencia de otras polémicas, el caso Espert no se focalizó solo en el AMBA. Hay ejemplos llamativos: impactó en Salta y Jujuy, donde los candidatos de LLA bajaron su perfil; también se reproduce con fuerza en Córdoba y Santa Fe; o en provincias como San Luis, donde afecta a los libertarios aunque por ahora no lo capitaliza nadie.
Cómo afecta a la Ciudad
El rebote del caso Espert en la Ciudad es inevitable, donde Patricia Bullrich y Alejandro Fargossi encabezan la lista a senadores y diputados. A diferencia de provincia donde la campaña es pobre y se chocaron con el narco-escándalo, en territorio porteño hay apatía, de otro índole.
Cerca de Bullrich descuentan que el jefe de gobierno Jorge Macri no va a aparecer en la campaña. Aseguran que sabían que iba a ser así. Del lado de la ministra de Seguridad comentan que hablaron antes de la campaña bonaerense, que quedaron en volverse a contactar después de la elección del 7 de setiembre pero que el alcalde de la Ciudad se desentendió.

Desde la sede de Uspallata niegan que no haya colaboración, sostienen que hubo varias reuniones de las que participó uno de sus dos candidatos, Fernando de Andreis, y afirman que hay conversaciones para que Jorge Macri participe de dos actos de campaña junto a Patricia.
También confirman que hicieron un gabinete ampliado con 50 transformaciones para la Ciudad y cinco ejes de gestión, y que obviamente apuntan a la reelección de Jorge Macri.
Una sociedad difícil
El reencuentro de Mauricio Macri con Milei alentó expectativas ante la posibilidad de una vuelta de página y una proyección de una sociedad que también comparta el Gobierno. Algo a lo que siempre se opusieron Karina y Santiago Caputo.
Por ahora las charlas apuntan al escenario que se desplegará el 26 de octubre a la noche. Gestión diaria, acerca de recuperar la agenda, y resguardo político para aguantar la andanada pos elección, si a Milei no le va tan bien.

En el macrismo ya no ocultan pretensiones: aseguran que en esa segunda etapa van a tener que abrirle el gobierno a Mauricio si no va a desaparecer su compromiso. “Va a decir, bueno, arréglense solos, hasta acá llegue”, advierten. ¿Si no leyeron la necesidad electoral de bajar a Espert ni bien explotó el escándalo, por qué tendrían la templanza para cogobernar con Macri y proteger la gobernabilidad?
Fuente: www.clarin.com