Lo que realmente le ocurre a tu perro y gato cuando escuchan fuegos artificiales


Tanto en Navidad como en Año Nuevo, los fuegos artificiales suelen estar presentes en festejos y celebraciones. Aunque con el paso de los años crece la conciencia sobre las consecuencias que sufren las mascotas y las personas con autismo, los estruendos todavía se escuchan con fuerza durante estas fechas.

Los animales poseen una audición mucho más sensible que la de los seres humanos. Por ejemplo, los perros perciben sonidos de hasta 65.000 hertzios, mientras que las personas solo detectan ruidos de hasta 20.000 hertzios.

Los fuegos artificiales resultan muy intensos para perros y gatos y pueden provocar miedo extremo y altos niveles de estrés.

Según especialistas, el organismo de las mascotas libera hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol, que las preparan para enfrentar una amenaza. Sin embargo, la exposición repetida a estos ruidos durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo genera un impacto negativo en su bienestar.

Veterinarios señalan que, frente a ruidos fuertes o explosiones, las mascotas pueden presentar diversos síntomas físicos y conductuales.

Durante Navidad y Año Nuevo, crear un espacio seguro dentro del hogar resulta clave para cuidar a las mascotas. Mantener al perro o al gato en un ambiente cerrado, tranquilo y con poco ruido ayuda a reducir el impacto de las vibraciones y facilita que se calme.

Si la vivienda cuenta con terraza, jardín o balcón, es fundamental que la mascota permanezca dentro de la casa durante los fuegos artificiales. El miedo puede llevarla a escapar o a lastimarse, con el riesgo de perderse o sufrir accidentes.

Fuente: www.clarin.com

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