Liliana Berruezo y su mujer alada en La Bresse, Francia

Liliana Berruezo, la artista plástica jujeña participó este año del 31º Simposio de Escultura de la ciudad de La Bresse, en Francia. Fue durante 12 días del mes de mayo.

Llegó con su proyecto, titulado “Retornar”, que se convirtió durante esos días, una obra hecha en madera, de grandes dimensiones.

La Bresse es una ciudad que está llena de esculturas que son las que van quedando de cada encuentro, en el que recibe artistas de todo el mundo, que trabajan en diferentes materiales.

Participaron 25 artistas, y de Argentina, sólo Berruezo y Beto Svanotti de Santa Fe, radicado en Córdoba. Llegaron a esta ciudad, artistas croatas, alemanes, suizos, etc.

“Cada simposio tiene un tema que le proponen a los artistas para que puedan hacer su proyecto. El tema de este año ahí fue una frase judía que dice: ‘A los hijos les damos alas y raíces’. Era bastante interesante el tema para expresarse. Yo hice un boceto de una mujer con un brazo con ala y en la otra mano lleva una llave, porque la idea es siempre volver a casa, salir, hacer lo que tenés que hacer, volar, vivir tu vida, pero siempre tenés un lugar donde regresar. Esa era la idea”, comenta la artista en conversación con El Tribuno de Jujuy, contando esta maravillosa experiencia internacional que suma a su currículum.

“Había varios que trabajaron en madera; otros en metal; un joven de Senegal que trabajó un vaciado en bronce (técnica para hacer una escultura de ese metal, que consiste en fundir el bronce); etc.”, contó.

Explicó que le tocó una madera muy grande. Cabe mencionar que los materiales se sortean. “Éramos como 14 los que trabajábamos en madera, y cuando las sortearon, a mi tocó una madera de un diámetro de un metro, diez centímetros y dos metros, quince, de altura. Yo llevó mi boceto en tres dimensiones, y trabajé con algunas herramientas que yo llevé y otras que me aportó la organización”, cuenta la artista.

Liliana trabaja todos los materiales. “Soy muy clásica, me gusta mucho la piedra, por ejemplo. Para este simposio elegí madera, que es lo que más había. Yo me siento más cómoda trabajando en madera y también en piedra”, comentó.

Un cambio de planes

Cuenta que con su obra pasó algo muy bueno. “Yo tenía un boceto de una figura bastante estilizada. Cuando llegué y me dieron esa madera tan grande, yo me dije: ‘tengo dos opciones, o la bajo y la corto para que quede flaquita, lo que no tenía mucho sentido porque desperdiciaría mucho material; o hacer una obra más inclusivo, porque siempre tenemos la idea que el cuerpo de la mujer tiene que ser estilizado. Entonces opté por hacer la misma imagen que yo tenía, pero en un cuerpo más robusto. Y elegí esto último, y me pareció fantástico’. El arte cambió, ya no se habla solamente de la belleza, sino de la intención”.

“La idea es mostrar y comunicar la realidad, que tiene su propia belleza”, concluyó.

Proyectos

Este año también le propusieron trabajar en un proyecto en la ciudad de Cosquín Córdoba, de cuatro metros y medio, también en madera, invitada por la municipalidad de esa ciudad.

Para esto se trasladará a esa ciudad en el próximo mes de octubre.

Cuenta que la última exposición que hizo, fue de pinturas, “está relacionada a los sentimientos o a lo que podemos representar a través de las miradas y caras. Por eso hice un continuado de cabezas y caras de mujeres en pinturas. La idea es que lo que yo pueda decir a través de la bidimensión o la tridimensión, llegue a alguien, de una u otra forma”, explica.

Además, contó que en este momento hay pinturas suyas que se están exponiendo en la ciudad de Elche, España durante todo este mes.

Y lo último en el Centro Cultural Culturarte, fueron cabezas y bustos.

“Ahora estoy trabajando en incorporar materiales nuevos. Me gustan mucho los de la construcción para incorporarlos a la escultura”, asegura sobre su búsqueda actual. “Mi cabeza está muy abierta porque después de La Bresse, estuve cuatro días en París, visitando todos los museos, mirando esculturas. Luego estuve cuatro días en Venecia, donde se hace la Bienal de Arte de todo el mundo. Tienen pabellones gigantes y hay espacio para cada país. Mi cabeza está procesando todo lo que ví. Ese es un poco el proceso que hace el artista, recopilar datos para luego inventar cosas nuevas”, expresa.