Leonarda Cianciulli, la asesina serial que hacía rituales en sus crímenes

Leonarda Cianciulli, también llamada “la jabonera de Correggio”, fue la asesina serial más escalofriante de Italia. Según ella, su madre le había hecho una maldición que arruinó su vida para siempre.

Leonarda tuvo una historia que no pasa al olvido. A la vista, era una mujer que no aparentaba maldad, una buena vecina a la que las mujeres del pueblo acudían en busca de consejos y ayuda. Sin embargo, entre 1939 y 1940, en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, mató a tres amigas, con sus cuerpos hizo jabón y con su sangre, masas para la hora del té.

Nació en Montella el 14 de noviembre de 1893. Fue criada en un entorno de violencia. De hecho, algunas versiones aseguran que fue el resultado de una violación y que su madre fue obligada a casarse con el violador para salvar su imagen.

Fue tan difícil sobrellevar esa situación que a los pocos años, Leonarda intentó suicidarse dos veces. En 1914, en contra de su familia y como un pasaporte de escape, se casó con un empleado de correos llamado Raffaele Pansardi. La leyenda cuenta que su madre maldijo a la pareja y terminó en las desgracias que vivirían.

La maldición comenzó a cumplirse desde el primer momento. A continuación la lista de desgracias:

Se autoconvenció de que la forma de proteger a su hijo mientras luchaba en la guerra era sacrificar mujeres. Fue ahí cuando decidió que en su negocio de jabones y tarot, convocaría a sus amigas para terminar con la maldición.

Las tres víctimas fueron elegidas con mucho cuidado y precisión. El modus operandi siempre fue el mismo: las invitaba a tomar vino, al que les añadía somníferos, y una vez que se dormían las asesinaba de un hachazo.

Luego, descuartizaba los cuerpos, los desangraba y utilizaba cada parte para hacer jabones y masas dulces que compartía con otras vecinas a las que invitaba a tomar el té.

Sin embargo, la cuñada de Virginia notó su ausencia y avisó a la policía que la había visto entrar en el local de Leonarda. Cuando los agentes llegaron a su casa, encontraron todas las pertenencias de las victimas en su lugar.

En 1946 Leonarda Cianciulli fue condenada a 30 años de cárcel y a tres en un hospital psiquiátrico. Sin embargo, fue enviada directamente al manicomio de mujeres de Pozzuoli, donde permaneció los siguientes 24 años. Murió el 15 de octubre de 1970 a causa de una hemorragia cerebral.