Las últimas encuestas que tiene Kicillof de la Provincia y el contraataque que prepara contra Cristina


Raro: ni siquiera el triunfo de casi 14 puntos en la elección del 7 de septiembre convenció a Cristina Kirchner de que fue acertada la decisión de Axel Kicillof de separar ese comicio local del nacional.

Lo contó Clarín días atrás: la expresidenta cree que ese triunfo aplastante puede haber funcionado como despertador para un Gobierno groggy. En términos boxísticos, si la pelea iba directo al 26 de octubre, para Cristina podría haber sido un golpe de nocaut.

El alerta sonó por una encuesta que llegó al departamento de San José 1111, donde la exmandataria cumple su condena de prisión domiciliaria por corrupción. El estudio, de una consultora afín al kirchnerismo duro, mostraba en Provincia una diferencia de 9 puntos para este domingo. Unos 5 menos que hace un mes y medio atrás.

Según pudo reconstruir este diario en base al relato de dirigentes que visitaron a Cristina, ella advirtió: “La elección del 7 de septiembre fue otra cosa. Hubo poco participación y el peronismo sacó menos cantidad de votos que para la presidencial”.

Su análisis fue político pero sobre todo matemático: Sergio Massa, para presidente, había sacado en Provincia más de 4 millones de votos en la primera vuelta, que representaron unos 42 puntos. Fuerza Patria sumó ahora cerca de 3,7 millones, pero como votó menos gente, significó un 47%.

Siempre según el razonamiento de Cristina, y con el que coincide buena parte de la política y los encuestadores, como ahora no juegan los intendentes y hay menos atomización de la oferta libertaria, es probable que al Gobierno no le vaya tan mal en territorio bonaerense y eso le permite un triunfo a nivel nacional.

Lo curioso de esta guerra silenciosa, es que con números parecidos, en la Gobernación hacen un análisis positivo de la decisión de haber adelantado el comicio local. Lo resumen así:

“La elección de octubre no puede repetir el escenario de septiembre por múltiples causas: principalmente porque septiembre es la que dio un golpe al Gobierno nacional que lo puso en su situación actual y revitalizó la fuerza del espacio”.

“Hasta el 7 de septiembre a la mañana nadie esperaba que hubiera alguna chance de ganarle al Gobierno en octubre. Siempre el espacio argumentó que sin septiembre no había octubre”.

“Además, son elecciones diferentes: modo de votación, cargos nacionales, no votan extranjeros, las terceras fuerzas no tienen candidatos atractivos. No obstante eso, todas las mediciones se mantienen estables desde el 8 de septiembre a la actualidad, promediando entre 7 y 10 puntos de diferencia a favor del peronismo“.

Lo dicho: para Cristina, un triunfo bonaerense por 7 puntos puede ser negativo y para Kicillof, positivo.

De fondo, se discute el presente pero sobre todo el futuro. Si el gobernador bonaerense pensaba que la victoria del 7-S lo catapultaría como candidato presidencial, erró. En el kirchnerismo aseguran que es una discusión que ni siquiera comenzó.

“¿Axel candidato presidencial? El 2027 es ciencia ficción todavía”, resumió a Clarín uno de los candidatos camporistas que más admira a Cristina.

Otro reflejo de la interna podría materializarse la misma noche del domingo. El peronismo porteño, con el camporista Mariano Recalde a la cabeza, esperará los resultados en CABA. Se prevé que militantes se acerquen a la casa de Cristina. Mientras, Kicillof hará vigilia en La Plata. Espera celebrar otro triunfo. ¿Le alcanzará?

Fuente: www.clarin.com

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