Las hijas de Obama, las invitadas más inesperadas en la boda de Stella del Carmen, la hija de Antonio Banderas


Como ganador de dos premios Goya y uno de los actores de habla hispana más populares en el mundo, Antonio Banderas atravesó distintos momentos de celebración. Pero pocos han sido tan especiales como el del último sábado, cuando se casó Stella del Carmen, la hija que tuvo con la actriz Melanie Griffith.

La novia de 29 años, nacida en Marbella pero con la mayor parte de su carrera construida en Los Ángeles, se unió formalmente al empresario estadounidense de origen polaco Alex Gruszynski. Así lo decidieron estos dos amigos de la infancia, que se mostraron felices en las redes sociales.

Y el festejo se hizo a lo grande, con algunos invitados que llegaron en helicópteros. Reunidos en el exclusivo hotel Abadía Retuerta LeDomaine, ubicado en la ciudad española Valladolid, la familia Banderas recibió a 200 personas.

Entre ellas estuvieron estrellas de Hollywood, cantantes, músicos, y hasta las hijas del expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

En el hotel cinco estrellas (un exmonasterio del siglo XII) se encontraron varias celebridades, algunas esperadas como las actrices Penélope Cruz y Dakota Johnson (hermana de Stella por parte de la madre), y el director de cine Pedro Almodóvar. Pero aquellas que causaron sorpresa fueron Malia y Sasha, las hijas de Barack y Michelle Obama.

El vínculo que une a las hijas del ex mandatario con Stella Banderas se originó en Los Ángeles, ciudad en la que habitan las hermanas que crecieron entre las paredes de la Casa Blanca. Las jóvenes, hoy de 24 y 27 años, son apasionadas de las movidas culturales, y participan de círculos sociales ligados al cine y el arte.

En actividades de este tipo, Malia y Sasha coincidieron con la joven pareja, que vive en la misma ciudad. Y la relación se desenvolvió tan bien que recibieron la invitación a la íntima fiesta familiar.

Del evento celebrado el 18 de octubre se conocieron pocas fotos por su sumo hermetismo, algo que se tenía como condición fundamental. De hecho, entre los lugares más deseados por la novia para casarse estaba Marbella.

Pero por cuestiones de logística y privacidad, se eligió este lugar ubicado en el corazón de la comunidad autónoma Castilla y León.

Incluso se le hizo firmar un contrato de confidencialidad a los trabajadores del evento, y se les prohibió llevar consigo teléfonos móviles. Por su parte, la finca estuvo totalmente blindada por un impresionante equipo de seguridad.

Es que desde el primer momento se quería respetar la idea de un ambiente familiar, algo que se logró sin lugar a dudas. El propio Antonio Banderas, de 65 años, habló unos pocos minutos a la prensa, la cual estaba en la puerta de la finca aguardando declaraciones.

En ese acercamiento admitió haber tenido algunas “lagrimillas” al presenciar el gran paso dado por su hija y su yerno, quienes se conocían desde la infancia. “Ha sido muy bonito, muy emocionante y estamos muy contentos”, dijo el actor malagueño.

“Es muy gracioso porque es un niño que venía a jugar a casa. Se conocen de toda la vida. Yo lo he visto en mi casa con tres y cuatro años. Y lo conozco. Lo que quiero para mi hija es que él la quiera, había dicho el actor tiempo atrás en una entrevista a El Hormiguero.

Fuente: www.clarin.com

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