la reforma laboral mantiene las cuotas solidarias y profundiza la interna oficial

El Gobierno finalmente decidió no avanzar con la restricción a las cuotas solidarias, un reclamo central de la CGT y uno de los puntos más conflictivos en la interna oficial. El texto final de la reforma laboral elimina la propuesta impulsada por Federico Sturzenegger, quien buscaba que esos aportes fueran optativos y dependieran del consentimiento expreso de cada trabajador.
La decisión significó un revés para el ministro de Desregulación, respaldado por Patricia Bullrich, y un triunfo para el ala política del oficialismo, que integran Santiago Caputo y los hermanos Menem, junto al secretario de Trabajo, Julio Cordero. El debate se extendió durante todo el fin de semana, pero finalmente se impuso la postura moderada que buscaba evitar un conflicto abierto con la central obrera.
En la CGT, la confirmación del texto trajo alivio parcial. Los gremios celebran la continuidad de las cuotas solidarias, un mecanismo que les garantiza ingresos aun de trabajadores no afiliados, pero mantienen su rechazo a otros artículos que consideran regresivos.
Entre los puntos que la central obrera cuestiona se destacan:
La redefinición de servicios esenciales, que fija mínimos del 75% y 50% de cobertura y regula de forma estricta el derecho de huelga.
La limitación de la ultraactividad de los convenios, que deja sin efecto las cláusulas obligacionales al vencer un acuerdo colectivo.
La obligación de pedir autorización al empleador para realizar asambleas dentro de los lugares de trabajo.
La primacía de convenios por empresa o región sobre los acuerdos de actividad, aunque el texto mantiene el rol determinante de los sindicatos en la negociación.
La flexibilización para otorgar personería a sindicatos de empresa, algo que podría fragmentar el sistema gremial.
El texto final también retira la reducción de delegados sindicales, otro gesto hacia la CGT, pero establece un límite de 10 horas mensuales para tareas gremiales, siempre que no interrumpan la actividad. Además, incorpora como infracción muy grave la organización de bloqueos o tomas de establecimientos, un punto que preocupa especialmente a las cúpulas gremiales.
En cuanto a las derogaciones, la reforma incluye la anulación del Estatuto del Periodista, mantiene la eliminación de la Ley de Teletrabajo y de estatutos sectoriales como los del viajante de comercio y peluqueros, pero deja afuera la derogación del régimen laboral de encargados de edificios.
Mientras tanto, el clima sindical se endurece: Gerardo Martínez (UOCRA) se ausentó de la última reunión del Consejo de Mayo, y la conducción cegetista convocó a su Consejo Directivo para analizar la reforma y definir un eventual plan de acción.
La señal del Gobierno hacia la CGT busca descomprimir tensiones, pero el proyecto aún enfrenta un escenario delicado: resistencias gremiales, negociaciones internas y un Congreso donde cada artículo será parte de una disputa intensa.
Fuente: www.lavozdejujuy.com



