La interna que estalló entre La Libertad Avanza y el PRO por una serie de pactos con el peronismo en distritos clave

La relación entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO atraviesa un nuevo momento de tensión, que complica la relación política que construyeron en los últimos años y durante el electoral 2025.

Tres episodios ocurridos en menos de dos semanas -en Bahía Blanca, en la ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Buenos Aires– terminaron de alimentar el fastidio libertario, que acusa al macrismo de cerrar acuerdos con el peronismo a espaldas de Milei y de sus representantes en cada distrito.

Para los violeta, la situación configura más que un desacuerdo táctico: es una ruptura en la confianza con uno de sus principales socios parlamentarios.

Lejos de la relevancia mediática en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, no obstante, el conflicto más ruidoso ocurrió en Bahía Blanca, donde el PRO decidió avanzar en un acuerdo institucional con el intendente peronista Federico Susbielles que le garantizó al macrismo quedarse con la presidencia del Concejo Deliberante local.

La negociación incluyó también a sectores del peronismo y a bloques vecinales, lo que dejó completamente afuera a los ediles de La Libertad Avanza.

Ese movimiento local se sintió como una afrenta directa dentro del esquema de alianzas que ambos espacios habían compartido meses atrás en la elección municipal, cuando la boleta conjunta PRO–LLA se había impuesto con claridad.

Los libertarios interpretaron la maniobra como una ruptura deliberada: no solo perdieron la presidencia del cuerpo, sino que -según denunciaron públicamente-, el PRO negoció posiciones con Susbielles a cambio de acompañar algunas iniciativas oficiales, como aumentos de tasas que LLA rechaza.

La tensión venía escalando desde que el jefe comunal les exigió a las empresas del Polo Petroquímico el anticipo de seis meses de tasas, para cubrir el pago de sueldos municipales. El pedido encendió alarmas entre el sector empresario, y desató un fuerte rechazo de la oposición.

Poco después, Susbielles envió al Concejo la nueva ordenanza fiscal e impositiva, que incluye una sobretasa a la facturación de las grandes compañías del Polo y aumentos que también alcanzan a los contribuyentes locales.

Cámaras empresarias y referentes opositores salieron a cuestionarla. Aunque pese al malestar generalizado, el intendente logró sumar el respaldo de los ediles que internamente responden a Cristian Ritondo y consiguió aprobar su iniciativa.

La reacción de La Libertad Avanza no tardó en llegar. Oscar Liberman, diputado provincial y principal referente libertario en la ciudad del sudoeste bonaerense, había advertido en redes sociales: “Esto es un impuestazo a todos los hogares bahienses. El oficialismo tiene ocho votos. Si cinco opositores acompañan este impuestazo, no lo hacen gratis”.

A principios de esta semana, además, la interna se reavivó también en la Ciudad de Buenos Aires, durante la jura de los nuevos legisladores porteños. Allí, la bancada de La Libertad Avanza denunció abiertamente un pacto entre el PRO y el peronismo porteño para definir el reparto de cargos internos, incluida la distribución de vicepresidencias y lugares de control institucional.

La vicepresidencia primera la sigue controlando el PRO, con Matías López, en tanto que al frente de la secretaría administrativa quedó el angelicista Christian Gribaudo.

El peronismo, en tanto, se aseguró conservar la vicepresidencia segunda, con Juan Pablo Modarelli, en lugar de Matías Lammens, en tanto que los libertarios tendrán la vicepresidencia tercera, a cargo del bullrichista Juan Pablo Arenaza.

Ese reparto no cayó bien en La Libertad Avanza, desde donde aseguran que hubo un acuerdo entre el macrismo y el peronismo, representado en el histórico armador Juan Manuel Olmos.

El otro dato de peso fue que Gribaudo tendrá a cargo la secretaría administrativa, que es la que maneja el presupuesto legislativo. Su arribo desde el Senado bonaerense representa un aumento en la influencia porteña de Daniel “Tano” Angelici.

El otro episodio de discusión, aunque quizás el de mayor peso político, ocurrió en la Legislatura bonaerense, cuando se aprobó el proyecto de endeudamiento solicitado por el gobernador Axel Kicillof.

La Libertad Avanza votó en contra y cuestionó el volumen del financiamiento, pero lo que terminó de quebrar la relación con el PRO fue el rol decisivo que atribuyen al macrismo en la discusión parlamentaria.

Según la dirigencia libertaria en la Provincia, los referentes del PRO habrían acompañado artículos centrales del proyecto -incluyendo el rollover de deuda- a cambio de entrega de cargos institucionales, entre ellos posiciones en el Banco Provincia.

Para La Libertad Avanza, esa negociación habilitó al gobernador peronista a avanzar con un endeudamiento que la fuerza libertaria considera innecesario y fiscalmente riesgoso, al punto de decidir no darle el aval.

La acusación, expresada por legisladores y operadores del mileísmo, fue contundente, y apuntó a que “el PRO pactó con el peronismo y entregó la oposición en la Provincia”.