La fuerte confesión de Santi Sosa sobre River antes de llegar a Racing :: Olé

Con una máscara protectora y muchas ganas de volver, Santi Sosa regresó a las canchas tras la fractura en el malar derecho que lo llevó al quirófano. Su reaparición se dio justamente ante River, en los octavos del Clausura, donde fue uno de los puntos altos del 3-2 que clasificó a Racinga cuartos. En la semana posterior, en diálogo con Olé, Sosa analizó el partido y habló con crudeza sobre su fallido intento de volver al CARP a fines de 2023 y comienzos de 2024, luego de su etapa en el Atlanta United de la MLS.

“Me dolió que no me atendieran el teléfono, eso fue lo que realmente me afectó. Respeto las decisiones de cada persona; no me sentía con derecho a decir ‘tengo que volver’. Tenía una linda relación con una persona, no pudimos hablar por teléfono. Simplemente conté que tenía un gran cariño por esa persona y me dolió desde ese lugar. Podría haberme dicho cualquier cosa, pero el gesto de no atender el teléfono fue lo que más me marcó. Después, no haber ido a River no fue una espina. Quería jugar ese partido porque tenía muchas ganas y por lo que representa River, pero respecto a este tema, ya quedó en el pasado”, contó en Olé.

Hace dos meses, el propio Sosa también había hablado sobre su presente con Olé y sobre la espina de haber tenido más rodaje en River: “Primero te digo que mi sueño lo cumplí, que era debutar en River, debutar como jugador profesional. Obviamente que me hubiese gustado tener otro rodaje en River. Me tocó jugar pocos partidos y al tiempo irme, pero bueno, ese tiempo lo disfruté mucho, ganamos la Libertadores. Lo disfruté un montón. No me arrepiento de nada, tampoco tengo una espina clavada. Jugué en el Monumental, que era mi sueño. Y ahí quedó”, cerró.

Hacía un mes y dos días que Santi Sosa no jugaba: su último partido había sido la ida ante Flamengo por la semifinal de la Copa Libertadores, donde un fuerte codazo de Marcos Rojo le provocó dicha lesión en el rostro. Apenas se confirmó que la Academia se cruzaría con River, el mediocampista volvió a entrenarse a la par de sus compañeros con la misma que utilizó en el Cilindro. “ No pensé que iba a ser tan pronto mi regreso a las canchas, pero el cirujano que me operó me dió el OK. Se lo pedí a Gustavo (Costas) porque tenía muchas ganas de jugar. Me dolió mucho no haber estado en la vuelta contra Flamengo. Cuando me enteré que era este partido, quería estar como sea. Le quiero agradecer a Gustavo y a todo su cuerpo técnico por confiar en mí y darme la oportunidad de jugar”.

Tuvo el OK y pudo jugar, sin embargo, la máscara fue un desafío extra para Santi: “Me limitó la visión periférica, me acortó el ángulo, se me hizo más angosto. Al principio me costó y estaba un poco ahogado, pero después me fui acostumbrando”. A pesar de ello, volvió a ser determinante en el mediocampo. Sus números lo demuestran: completó 36 de 47 pases (77% de precisión) y también sumó en la proyección ofensiva, con 7 de 11 envíos largos acertados (64%). Un rendimiento respaldado por la ovación. “La verdad es que es un orgullo que me hayan ovacionado”, comentó.