La cultura jujeña a flor de piel en la chaya tilcareña de los músicos

En el predio que ocupa la plaza Sargento Antonio Peloc, se llevó a cabo una edición más de la Chaya de los Músicos que organiza el músico Tukuta Gordillo, desde hace más de 20 años con la colaboración de muchísima gente desinteresada que ama la cultura de nuestra provincia y valora profundamente la preservación de la misa.

Si bien desde hace un tiempo Tukuta se encuentra en los preparativos, fue entre el lunes y el martes bien temprano que se realizó el mayor esfuerzo. “Nos fuimos hasta Puesto del Marqués a buscar los 21 corderitos que estamos preparando para los amigos, para la gente que se va a acercar a acompañarnos en esta chaya de los músicos que hace casi 25 años preparamos para agradecer a nuestra pacha”, resaltó el vientista que, junto a maestros como Jaime Torres y Ariel Ramírez, recorrió el mundo y hace varios años volvió a afincarse en su tierra.

JUAN CRUZ TORRES | JUNTO A TUKUTA GORDILLO Y SU HIJO LUCA

Desde antes del mediodía comenzaron a llegar los amigos (se esperaba la presencia de Willy Alfaro pero le fue imposible llegar desde Tupiza), que como cada año, colaboran en la preparación de las mesas, de las ensaladas y otras cuestiones que hacen a la logística. Entre ellos se vio a los músicos Adriana Tula y Peter Wurschmidt y a Rosa Bertoni de Apaza, quien junto a su marido Hernán Apaza son unos de los fieles colaboradores en la realización de este encuentro que reúne a artistas de todas las latitudes.

Este año, la visita especial fue la de los españoles del grupo Amankay, que llegaron desde Zaragosa a compartir el canto en Tilcara.

LA DANZA | DESDE EL CORAZÓN, SE HIZO UNA CON LA MÚSICA QUE SONÓ EN LA CHAYA.

La reunión comenzó musicalmente con la entrada de las Warmis Sikuris de Tilcara, quienes ondeando la wiphala desmenuzaron coplas que hablaban de la conservación del agua y la tierra, una preocupación que se extiende entre las comunidades originarias en respeto a la cosmovisión ancestral. Cajas y coplas se fueron hermanando en los sonidos y se sumó el charango de Jaime Torres, tocado por su hijo Juan Cruz, como una especie de homenaje al músico y al instrumento que en sus manos recorrió el universo con ese sonido encantador.

El sol de Tilcara, los cerros que dibujan figuras, el sonido de las hojas en las ramas de los centenarios molles, fueron dando el marco para una tarde maravillosa de canto compartido. El anfitrión dio la bienvenida y comenzaron a sucederse por el escenario artistas que llegan con la única intensión de compartir, de aunarse en ese sentimiento tan noble que ofrece la amistad.

Una versión hermosa de “Quiero volver a Jujuy”, la bella zamba con letra de Rodolfo Aparicio y música de Jorge Hugo Chagra, fue interpretada por la humahuaqueña Daniela Salas quien forma una dupla rica musicalmente con Marcos Rodríguez. Siguieron algunos temas de autoría del guitarrista para paso luego a los integrantes del grupo Zencerro, Luca Gordillo y Juan Cruz Torres, quienes acompañaron en algunas cuecas, bailecitos y chacarera a Tukuta. A todo esto, ya se dio rienda suelta al baile que unió la danza de los bailarines parte del público, y de quienes forman parte del Herencia Cultural, del Centro de Adultos Mayores de Tilcara.

DANIELA SALAS | Y MARCOS RODRÍGUEZ, SE SUMARON CON SU CANTO AL ENCUENTRO POPULAR.

Quien es infaltable en este encuentro es Micaela Chauque, la vientista jujeña por adopción, nacida en Iruya que sigue sorprendiendo por su talento. Cantó, copleó y se llevó aplausos del público que se fue concentrando en la “plaza chica” tilcareña. La fiesta siguió con la algarabía de la gente que disfrutó de un almuerzo exquisito y que apoyó con aplausos y sumando espontáneamente baile y coros para muchos de los temas que se fueron sucediendo en las voces de Becho Riveiro; Adriana Tula acompañada por Peter Wurschmidt; las coplas de Walter Abalos; la música de Analía Sivila, Pablo Medrano, Sebastián Sivila y muchos otros músicos que se fueron sumando a la reunión. Entre los presentes, Tukuta mencionó la presencia de Rafael Díaz, uno de los integrantes del recordado conjunto vocal Los Kererinkas que desde hacía mucho tiempo no visitaba Tilcara, ciudad en la que hace más de quince años fueron declarados “Visitantes Ilustres”, ya que fueron parte de los inicios del Enero Tilcareño con sus actuaciones en el Hotel de Tilcara por varias ediciones, volviendo al escenario Churqui Choquevilca cuando el festival tomó otras dimensiones.

A todo esto, el pozo para la chaya ya estaba abierto, a los costados las bandejas con comida, frutas y demás productos a ofrendar se encontraban preparados para el momento en el que el anfitrión ofreciera las palabras de agradecimiento a la Pachamama. Los instrumentos fueron sahumados y los músicos fueron siguiendo el ritual pidiendo también por un buen año y por el reencuentro en el mismo lugar el año próximo.

Por las calles tilcareñas, cada comparsa, fortín y agrupación tuvieron también sus respectivas chayas. Los Diablos carnavaleros, con sus trajes de colores y espejos también fueron presencia, como Los Gosairas que animaron el mediodía en el Mercado Municipal.

La hora de la oración fue llegando y muchos emprendieron un tranquilo regreso, con la alegría y el entusiasmo de saberse parte de un pueblo que conserva sus tradiciones con el respeto que se merecen.

 

Fuente: eltribunodejujuy.com

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