La CGT marchó a Plaza de Mayo contra la reforma laboral y advirtió por el inicio de un plan de lucha con paro nacional


Con discursos breves, un acto en el que se vio mucho colorido y una Plaza de Mayo con una gran convocatoria, lejos igual de las que supo concretar años atrás, la CGT cerró este jueves su marcha en rechazo a la reforma laboral que impulsa el Gobierno con una advertencia hacia los senadores que ya discuten la enmienda pero también al propio Ejecutivo al que amenazó con el inicio de “un plan de lucha” que puede desembocar en “en un paro nacional” si la administración central no escucha sus reclamos.

Las columnas sindicales comenzaron a movilizarse por el centro porteño después del mediodía en medio de temperaturas que superaban los 30 grados: hubo calles cerradas por el vallado policial, como Hipólito Yrigoyen a la altura del Cabildo, por lo que la mayor parte de los manifestantes se movilizó por Diagonal Norte y Sur y por la avenida de Mayo.

Como suele suceder desde hace años, la Policía Federal cercó la Casa Rosada con un vallado que se extendió entre Rivadavia e Yrigoyen, a la altura del ingreso del Banco Nación por Reconquista. Los números de la convocatoria nuevamente volvieron a ser controversiales: para la central obrera se reunieron 180 mil manifestantes pero para el Gobierno sólo llegaron a los 25 mil.

Desde temprano hubo críticas a Gendarmería Nacional por “bloquear” el paso de micros que llevaban manifestantes por el Acceso Oeste, un reclamo que luego se repitió por los autoparlantes del acto. Incluso el triunviro Cristián Jerónimo hizo mención a ese impedimento en su alocución. Los tres integrantes de la conducción cegetista hablaron poco: entre todos menos de media hora.

El que pronunció el discurso más duro del triunvirato cegetista fue el camionero Octavio Arguello, que no dudó en lanzar una advertencia a los senadores que ya discuten la polémica enmienda: “Ojo con lo que hacen, después la Patria se los va a demandar”, al tiempo que reiteró que la CGT “no va a entregar nuestros derechos” y adelantó que con la protesta se dio inicio “a un plan de lucha y si no escuchan, iremos a un paro nacional”. Jorge Solá, quien completa el trío de mando de la entidad, llamó a los trabajadores “a volver a emocionar con las banderas de la justicia social”.

El acto comenzó puntualmente a las 15 con la presentación de los conductores, que invitaron a los presentes a entonar el himno nacional. Tras las palabras de los triunviros, sonó la marcha peronista. A las 15.30 todo terminó y las columnas desconcentraron con tranquilidad. Los últimos en irse fueron los grupos de izquierda, que siguieron movilizándose por calles como San Martín hasta cerca de las 17, donde se registraron algunas corridas.

Si bien la marcha no igualó la performance de otras convocatorias, sí llamó la atención la cantidad de agrupaciones sindicales presentes, mayor a las anteriores. Hubo delegaciones de la UOM de Las Parejas, por caso, entre la nutrida presencia de gremios industriales que, según la central obrera, vienen siendo perjudicados por el actual trazado económico. También se notaron columnas de los petroleros patagónicos, por caso.

Los grandes gremios como Comercio -su titular, Armando Cavalieri, anticipó que recurrirán la reforma en la Justicia-, Camioneros, UPCN también dijeron presentes en la movilización. Los militantes de la UTEP, que reúne a las organizaciones sociales, arribaron desde avenida de Mayo. Los diputados nacionales Miryam Bregman y Nicolás del Caño mostraron en sus redes sociales fotos de su participación en la marcha convocada a la Plaza de Mayo.

La conducción de la central obrera, y dirigentes de peso como Héctor Daer (Sanidad), Gerardo Martínez (UOCRA) o Andrés Rodríguez (UPCN), se ubicaron en el escenario montado detrás del vallado que dividía la histórica plaza, embanderado con la leyenda: “En defensa del trabajo y la dignidad”. También hubo presencia de las Madres de Plaza de Mayo y de familiares de pacientes del Hospital Garrahan.

“Nos quieren baratos y callados”, rezaba uno de los audios que propalaban las pantallas gigantes distribuidas en el perímetro de la plaza, en el que luego se transmitieron los discursos de los secretarios generales. También por allí se difundieron las consignas del documento final de la marcha, que por ejemplo plantea que “bajo el discurso de la modernización y la competitividad, se pretende avanzar sobre derechos individuales y colectivos, debilitar la negociación colectiva y a los sindicatos e imponer la precarización, la informalidad y la desigualdad“.

El comunicado, asimismo, remarcó que “frente a un escenario de crisis, exigimos igualdad en el tratamiento para todos los sectores, en especial para los más afectados por el actual modelo económico de exclusión“.

Fuente: www.clarin.com

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