Kéfir, el fermento que está de moda: para qué sirve y cómo tomarlo en casa


Se consigue en dietéticas y súper, y también se puede hacer casero: qué es el kéfir y por qué muchos lo eligen para sentirse mejor.

También es conocido como “oro blanco” y es una bebida fermentada originaria del Cáucaso con más de 60 cepas de bacterias y levaduras. Estudios recientes destacan su capacidad para equilibrar la flora intestinal, mejorar la digestión y fortalecer las defensas del organismo.

Los fermentados, creados hace miles de años como una necesidad de conservación de los alimentos, se volvieron populares en la gastronomía más innovadora. Tal es el caso de esta bebida con raíces turcas.

El kéfir se elabora a partir de gránulos de aspecto gelatinoso y color blanco que contienen una gran cantidad de bacterias lácticas y levaduras.

Al fermentar los azúcares, generan ácido láctico, etanol, dióxido de carbono y compuestos bioactivos que transforman la composición del líquido original en una bebida con alta concentración de microorganismos vivos.

Estos últimos ayudan a equilibrar la salud de la flora intestinal, a mantener la cantidad y calidad de microorganismos que ayudan en tareas básicas de la digestión, a la absorción de nutrientes, a la producción de ciertas hormonas y a la regulación del sueño y del estreñimiento, entre otros beneficios.

Existen muchos estudios sobre este alimento, por ejemplo el publicado en PubMed, sito de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (NIH) titulado “Los efectos del consumo de kéfir en la salud humana: una revisión sistemática de ensayos controlados aleatorios“.

Otro estudio publicado en Frontiers in Microbiology en 2015, indica que esta leche, por su abundancia de probióticos y moléculas, posee varias propiedades saludables. Según los autores, “estas propiedades biológicas tienen efecto antioxidante, antimicrobiano e inmunomodulador y podrían actuar en la prevención y tratamiento de algunos tipos de cáncer, entre otras funciones”.

Otras investigaciones publicadas en bases de datos como BioMedCentral (BMC) lo describen como “una matriz compleja de microorganismos vivos que pueden contribuir a restablecer el equilibrio microbiano, aliviar síntomas digestivos y modular ciertas respuestas inmunológicas”.

Fuente: www.clarin.com

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