Julieta Makintach, el escándalo judicial del año y un final abierto

Pasaron más de 40 testigos en 22 audiencias hasta que un cambio en la presidencia del tribunal causó revuelo entre las partes y abrió la puerta al mayor escándalo judicial del año, que derivó en la nulidad del juicio y en la destitución de Makintach como jueza, tras un jury de enjuiciamiento.

Luego de 1.567 días desde la muerte del Diez, comenzó el debate para establecer las responsabilidades del cuerpo médico que lo atendía durante sus últimos días en una casa del barrio privado de San Andrés, en Tigre.

Eran juzgados el médico Leopoldo Luciano Luque (45); la psiquiatra Agustina Cosachov (41); el psicólogo Carlos Ángel Díaz (34); Nancy Edith Forlini (57), coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni (45), coordinador de Medidom S.R.L.; Ricardo Omar Almirón (42), enfermero; y el médico clínico designado para la internación domiciliaria), Pedro Pablo Di Spagna (53).

La enfermera Dahiana Gisela Madrid (41), también fue imputada en la causa, pero acordó un juicio por jurados por lo que no integraba la lista de los acusados en este debate.

Como testigos declararon policías, médicos y familiares directos de Maradona. Las declaraciones más emotivas fueron las de sus hijas Dalma, Gianinna y Jana y de la madre de su hijo más chico, Verónica Ojeda.

Se ordenaron allanamientos a la Clínica Olivos, donde había sido operado Maradona de un hematoma subdural tres semanas antes de su muerte. También un custodio del Diez fue detenido en pleno debate por falso testimonio.

En la audiencia del jueves 15 de mayo hubo un cambio sorpresivo en la presidencia del tribunal. Savarino dejó su lugar a Di Tommaso y Makintach pasaba a ser la conductora del juicio, es decir, la que primero tendría el voto en las decisiones de cada audiencia y del veredicto.

Este movimiento generó un revuelo entre los abogados de todas las partes. Julio Rivas, defensor de Luque, recusó a la jueza Makintach con el argumento de dos preguntas inquisidoras que realizó a un testigo y a la imputada Cosachov cuando pidió declarar en una audiencia anterior.

En ese momento Rivas pidió identificar a dos personas que estaban entre el público, sentadas junto a los periodistas, y dijo que se habían contacto con él para hacer un documental.

El abogado señaló que podrían ser parte de una productora cuyo uno de los dueños es el hermano de la jueza Makintach. La magistrada negó todo, pero Fernando Burlando y Mario Baudry presentaron una denuncia por los posibles delitos que vinculaban a Makintach con la realización de un documental.

La Fiscalía N° 1 de San Isidro comenzó a investigar. En poco tiempo, tras una serie de allanamientos, aparecieron videos de la jueza en los tribunales el domingo previo al inicio del juicio, imágenes suyas recorriendo el edificio y luego un guion de una serie documental de seis capítulos titulada “Justicia Divina”, con su respectivo tráiler.

También se conoció que las dos personas que estaban entre el público, y que se habían identificado como María Lia Vidal Alemán y Juan Manuel D’Emilio, eran una amiga de Makintach y un reconocido guionista.

“Era una idea creativa”, aclaró Vidal Aleman sobre “Justicia Divina”.

Los fiscales Carolina Asprella, Cechilia Chaieb y José Amallo comenzaron a tomar testimonios a testigos, policías encargadas de la seguridad de los tribunales, abogados y periodistas.

También se identificaron a las personas que estaban entre el público y que una de ellas portaba una cámara reflex con un soporte. Una era Vidal Alemán, quien estaba acompañada de un productor audiovisual (José Arnal) y un camarógrafo (Jorge Huarte).

Una de las primeras medidas de la investigación fue tomarle testimonio a una de las policías que están encargadas de la custodia del TOC N° 3 de San Isidro que lleva adelante el juicio. La declaración de la agente fue clave en el desarrollo de la causa.

“Decile a la custodia del TOC 3 que deje a mi gente”, fue el mensaje que recibió la sargento. Las personas a la que hace referencia son Arnal, Huarte y Vidal Alemán. Quien lo enviaba era otra custodia a la que había contacto Makintach, en pleno debate.

Los fiscales la imputaron como responsable de los delitos de cohecho pasivo, violación de los deberes de funcionario público y abuso de autoridad, malversación de caudales públicos y peculado de servicios.

Todas las pruebas fueron expuestas por el fiscal general adjunto de San Isidro, Patricio Ferrari, quien mostró el tráiler de “Justicia Divina” y el guion ante la atenta mirada de todas las partes.

“No van a creer nada de lo que diga. Lo digo por mis hijos y familia, lamento que no me crean, no conocía este material, no conocía este guion, no es mío, nunca lo leí en mi vida, lo desconocía”, se defendió, mirando a la cara a Gianinna Maradona y a Verónica Ojeda, quienes no podían salir de su asombro.

También agregó que su “noble propósito” es “acercar la Justicia a la sociedad” y que en su accionar “no hay irregularidad, ni delito, ni causal de mal desempeño”.

Finalmente aceptó la recusación de todos los abogados y fue separada del tribunal. La audiencia siguiente, los jueces Savarino y Di Tommaso decretaron la nulidad del debate: el juicio de por la muerte de Diego Armando Maradona volvía a foja cero.

La jueza Makintach presentó a finales de junio su renuncia al TOC N° 2 de San Isidro. El gobernador bonaerense Axel Kicillof no la aceptó, por lo que se creó una comisión del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la Provincia de Buenos Aires, quien aceptó la admisibilidad de la acusación.

El pasado 3 de julio, el Jurado había dispuesto el apartamiento preventivo de la magistrada. Además, sumaron las denuncias del Colegio de Abogados de San Isidro y del propio procurador bonaerense, Julio Conte Grand.

“No hubo filmación prohibida, sino que trataba de un hecho conocido por todos los integrantes del Tribunal. Las decisiones se adoptaron colegiadamente, de manera conjunta con los doctores (Verónica) Di Tomasso y (Maximiliano) Savarino, tanto de modo dialogo presencial como vía chat de WhatsApp”, indicó al defensa de la jueza, a cargo del abogado Darío Saldaño, en un escrito presentado ante el Jurado de Enjuiciamiento.

El 6 de noviembre comenzó en un salón del Anexo del Senado bonaerense el jury a Makintach. Durante cinco jornadas declararon, entre otros testigos, su colega Savarino; el fiscal Ferrari, abogados, policías y funcionarios judiciales.

“Estoy arrepentida de haber aceptado y haberle permitido esa iniciativa a los productores. Le di una entrevista a mi mejor amiga. Jamás imagine que mi imparcialidad como jueza iba a estar en juego. Pido disculpas a la familia de las victimas, pido disculpas al Poder Judicial por la mala imagen que quedó de la institución. Estoy arrepentida, ojala nunca hubiera dicho que sí a la propuesta que me hizo mi mejor amiga”, dijo en su descargo, en el que también señaló que sufrió un “escarnio público”.

Por unanimidad los cinco legisladores, los cinco abogados y la presidenta de la Suprema Corte, Hilda Kogan, determinaron la destitución de Makintach. La medida no quedó firme ya que fue apelada por la defensa. Ahora debe resolver la Suprema Corte bonaerense.

Fuentes judiciales confirmaron a Clarín que la denuncia por falso testimonio realizada por Makintach a su colega Savarino en la Justicia de La Plata fue desestimada por el fiscal Álvaro Garganta.

Cuando la destitución quede firme, los fiscales de San Isidro podrán avanzar en la causa y llamar a declaración indagatoria a Makintach, tristemente protagonista del escándalo judicial del 2025.