Jaqueado por las deudas, Moyano toma una decisión desesperada: poner en venta el sanatorio Antártida

Con la obra social de Camioneros colapsada, y con graves problemas para pagar salarios, aguinaldos y vacaciones del personal de esa prestadora de salud -y también a los empleados del propio gremio y su mutual-, Hugo Moyano toma una decisión desesperada. Poner a la venta su joya más preciada, el sanatorio Antártida, ubicado en el corazón de Caballito, según dijeron a Clarín fuentes de la CGT y del mercado de la salud.

Quebrado y cerrado en 2005, el sanatorio original fue comprado por Camioneros en 2009. Las millonarias obras de refacción -la clínica es descripta como “un Sheraton”- estuvieron a cargo de Aconra SA, la empresa constructora que forma parte del holding de la familia Moyano.

Del directorio de la empresa Aconra forman parte dos hijos de matrimonios anteriores de Liliana Zulet, la actual esposa del jefe camionero.

En 2018, una de las tres veces que se inauguró el Antártida -se debieron repetir las inauguraciones por falta de habilitación- se descubrió una placa en agradecimiento a la empresa constructora por sus servicios prestados.

“Gracias a vos, también Liliana”, le dedicó el entonces presidente Alberto Fernández a la esposa de Moyano en abril de 2020, en la última y “real” inauguración, cuando la clínica finalmente quedó operativa.

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¿Quién es quién en la familia Moyano?

En ese momento hacía un puñado de días que regía la cuarentena por la pandemia de Coronavirus y el jefe camionero hizo un convenio con el gobernador Axel Kicillof para atender contagiados de Covid. Ya empezaba a demostrar que contaba con capital ocioso.

Cuando se cortaron las cintas, se informó que incluía los servicios de Pediatría y Neonatología, una Unidad de Terapia Intensiva, sala de Preparto, Guardia Médica, área de Postoperatorio, laboratorio de análisis clínicos, laboratorio de inmunohematología, un resonador magnético, salas de rayos X y dos tomógrafos, entre otros.

En los últimos meses es habitual para los afiliados que van allí en busca de asistencia médica encontrarse con carteles que advierten que ese día no hay pediatra o médicos de otras especialidades. Por la crisis en la obra social de Camioneros, además prácticamente todas las farmacias que atendían a la prestadora de salud les cortaron los descuentos a los afiliados.

Ambos elementos empeoraron el cuadro de la obra social. Es que, de a cientos, sus afiliados empezaron a abandonarla y a pasarse a otras obras sociales sindicales o prepagas, de acuerdo a lo que surge del propio gremio. Esto resiente aún más las ya frágiles cuentas de la obra social de Camioneros.

Hugo Moyano, su esposa Liliana Zulet y el entonces ministro de Trabajo Jorge Triaca en una de las fallidas inauguraciones del sanatorio.Hugo Moyano, su esposa Liliana Zulet y el entonces ministro de Trabajo Jorge Triaca en una de las fallidas inauguraciones del sanatorio.

En medios sindicales al tanto del colapso que enfrenta Moyano se preguntaban en las últimas semanas por qué el dirigente no se desprendía de los sanatorios que tiene en Avellaneda y Villa Martelli, donde se atienden una poca cantidad de afiliados pero generan alto costo operativo.

Se especulaba con que quizá no lo hacía por dos razones: porque no quería mostrar debilidad o porque carecía de los recursos para pagar indemnizaciones.

Pero sorpresivamente lo que se decidió poner en venta fue el Antártida, de acuerdo con las fuentes consultadas. Camioneros tiene hasta ahora 4 sanatorios: además del de Caballito, el de Avellaneda, Villa Martelli y el de San Justo, para menos de 200.000 afiliados.

Alberto Fernández, Axel Kicillof y Hugo Moyano con profesionales del Sanatorio Antártida, en la inauguración de 2020 del sanatorio.Alberto Fernández, Axel Kicillof y Hugo Moyano con profesionales del Sanatorio Antártida, en la inauguración de 2020 del sanatorio.

Su infraestructura contrasta con la de OSECAC, la obra social de los trabajadores mercantiles, la mayor prestadora de salud del país, que atiende a más de dos millones de personas. La obra social del sindicato de Comercio tiene tres sanatorios en todo el país (en CABA, Bahía Blanca y Córdoba). El resto de sus atenciones son tercerizadas.

Rivales internos de Moyano apuntan a por qué tener semejante cantidad de infraestructura propia. “¿No será que el negocio era construir sanatorios?”, se preguntan con malicia.

¿Vender pero a qué precio?

Gerenciadores de obras sociales sindicales y empresas de medicina privada coinciden en que a Moyano le va ser difícil vender el Antártida.

“Es un sanatorio bien ubicado y bien hecho, pero la actividad anda mal. A Moyano le va a costar encontrar novio”, dijeron a Clarín en referencia a un eventual comprador fuentes del mercado de la salud.

Acerca del valor del sanatorio agregaron: “Construirlo puede costar entre 30 y 40 millones de dólares. Pero el precio real de venta será de menos de la mitad porque será difícil de vender”.

Sobre posibles compradores, fuentes de la actividad especularon: “Para que cierre como negocio, debería ser alguien que atiende al PAMI”. Por la ubicación, en pleno Caballito, podría ser también para alguna prepaga. El grupo Olmos hace un año se quedó con el gerenciamiento de la Fundación Favaloro.

Claudio "Chiqui" Tapia en la inauguración del Sanatorio Antártida. Foto: Luciano Thieberger.Claudio “Chiqui” Tapia en la inauguración del Sanatorio Antártida. Foto: Luciano Thieberger.

Moyano controla dos obras sociales. OSCHOCA y la de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros, que atiende a todo el resto del país salvo Ciudad de Buenos Aires y Provincia. La de la Federación Nacional le adeudaba a sus prestadores $ 26.617 millones a agosto pasado, según un informe financiero contable oficial al que accedió Clarín.

En ese informe figura al pie de página un detalle relevante. “La inflación acumulada en el período estuvo alrededor del 19,5 (estimativo IPC Indec). Desde el saldo a diciembre 2024, la deuda se incrementó por encima del 33,2%”.

Fuente: www.clarin.com

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