Faustino Flores, en su canal, con un tributo al poeta Choquevilca

Hace casi dos años se despidió de los escenarios que lo tuvo en diferentes roles, como docente en la Universidad de Córdoba, escenógrafo, director, dramaturgo, recitador apasionado. Pero como el pez que no puede vivir afuera del agua, Faustino Flores tampoco se podía alejar del todo de lo que tanto le dio en la vida. Es así que con el impulso de su hijo Mayco Federico, hace pocos días reinauguró su canal de youtube donde, lo primero que podemos disfrutar, es un compendio con recitados de poemas de Germán “Churqui” Choquevilca.
Hace casi dos años se despidió de los escenarios que lo tuvo en diferentes roles, como docente en la Universidad de Córdoba, escenógrafo, director, dramaturgo, recitador apasionado. Pero como el pez que no puede vivir afuera del agua, Faustino Flores tampoco se podía alejar del todo de lo que tanto le dio en la vida. Es así que con el impulso de su hijo Mayco Federico, hace pocos días reinauguró su canal de youtube donde, lo primero que podemos disfrutar, es un compendio con recitados de poemas de Germán “Churqui” Choquevilca.
Poemas de Alcira Fidalgo formarán parte de las entregas que se subirán junto a poemas de escritores del mundo.
“Esto es una idea de mi hijo (Mayco), porque como yo ya no actuaba me dice ‘tenés que hacer algo’. Ya tenía abierto el canal en Youtube, pero se lo activó recién ahora. A él se le ocurrió que tenía que empezar por Tilcara, entonces tenía grabado esto hace mucho, se hizo antes de la pandemia, con un violinista de Buenos Aires, Martín Paz. Eso quedó archivado, y cuando decidió subir las cosas, dijo vamos a subir primero el ‘Churqui’ porque te representa, por sos de Tilcara”, comentó el querido y admirado Faustino, quien hace más de 20 años volvió a radicarse a su tierra natal.
Estudió Antropología en La Plata, donde también estudió arte escénico, trabajó y vivió en Buenos Aires, en Brasil para partir luego a Europa para vivir en Alemania y Francia donde enseñó en la Escuela de Teatro Nancy Tuñón y a la vez perfeccionó sus estudios en investigaciones teatrales, profundizando especialmente la docencia teatral con niños discapacitados.
Su recorrido es intenso, y al volver a su Tilcara abrazó el escenario de diferentes maneras, pero fundamentalmente con su voz, en el recitado de grandes maestros de la poesía latinoamericana. Como parte de esa pasión, editó seis discos con recitados e interpretaciones puntillosamente musicalizadas de poetas como Martín Raúl Galán, el abrapampeño Domingo Zerpa, Cesar Vallejo, Manuel J. Castilla y muchos más.
A través de este nuevo proyecto, además de incluir a quienes considera poetas fundamentales, comentó que “estoy preparando algo con Alcira Fidalgo, desaparecida a los 28 años (hija del escritor y abogado Andrés Fidalgo); además voy a armar cosas con poetas que conozco de todo el mundo como Nazim Hikmet, Marcos Ana, que son poetas que me fueron enseñando un camino”. También va a desempolvar de los archivos de años, los homenajes que presentó (y tiene grabados) en su espectáculo “Poesía a la carta”. “Estoy en el metier de buscar cosas nuevas y dichas de otra forma. Me ha costado mucho comenzar a agravar, porque no es lo mismo que estar frente a un escenario”. El proceso de pasar del escenario a usar la tecnología para llegar a la gente de otra manera, dijo que “no fue tan duro porque me di cuenta que uno se tiene que saber retirar a tiempo, después empezar a verme a mí, porque anduve tanto. Imaginate que han sido 50 años que anduve trotando de un lado para el otro, y nunca me di importancia a mí. Aquí y ahora, por ejemplo, escucho música que tenía para los espectáculos pero ahora las escucho por mí. Estoy aprendiendo por mí mismo. Hay un poema que escribí para mis hijos y digo que los hijos crecen y se van y ahora tengo que aprender a vivir por mi mismo, y eso es lo que estoy haciendo”.
“Un amigo me preguntaba de dónde saco fuerzas para vivir, y dije que debe ser el abrazo en la cárcel con Fidalgo, un día que no pudimos actuar en Tilcara y nos llevaron a actuar en la cárcel. En la cárcel cuando me bajé vino un hombre chiquitito, flaquito, me abrazó y me dijo ‘nunca cambiés coya’. En ese momento era joven, no sabía quién era Fidalgo, y empecé a leerlo y me parece que eso quedó apretado en mí. Ese segundo fue brutal. Le llevaba la vianda a Raúl Galán, eso me fue marcando en la vida”, dice finalmente, no sin antes anticipar que también se sumergirá en la poesía de la mexicana Rosario Castellano y de Tejada Gómez.
Fuente: eltribunodejujuy.com