Fabricaron la botella de cerveza más pequeña del mundo: el motivo y el premio para quien supere el récord

La empresa cervecera danesa Carlsberg presentó una botella de 12 milímetros de alto, que contiene una sola gota de cerveza en su interior. Tiene un tapón sellado y la típica calcomanía que identifica a la compañía. Detrás del lanzamiento hay una campaña y un concurso que busca concientizar sobre el consumo responsable de alcohol.
Todos los materiales son reales, en un intento de generar la réplica lo más exacta posible a la original. La botella guarda 0,05 mililitros, es decir 0,005 centilitros, una vigésima parte de un mililitro, y aproximadamente el 0,008% de una pinta tradicional.
La pieza se fabricó de forma absolutamente artesanal, y reunió a varios expertos. Glaskomponent, empresa especializada en soplado de vidrio para equipos de laboratorio, desarrolló la botella. Luego de cientos de pruebas, pudieron lograr el grosos justo de las paredes y el cuello adecuados para colocar el tapón.
La cerveza más pequeña del mundo. (Foto: www.carlsberggroup.com)La artista de miniaturas Åsa Strand le dio el color verde que caracteriza el envase, además de elaborar y aplicar el tapón y la etiqueta, con precisión de escala.
“No había una forma establecida de hacerlo, y tuvimos que intentar con muchos prototipos, pero con precisión, paciencia y creatividad, logramos que funcionara; hacer una botella de sólo 12 milímetros fue muy desafiante y a la vez muy divertido”, aseguró Strand.
Con la colaboración de RISE, el Instituto Estatal Sueco de Investigación e Innovación, pudieron llenar la minúscula botella con la única gota de cerveza que cabe en su interior, mediante tubos ultrafinos de precisión, diseñados originalmente para fibra óptica, que permitieron trasvasar la gota sin contaminar la pieza.
La fábrica de cerveza Carlsberg, hoy tienen sedes en varios países de Europa. (Foto: Bloomberg)Como guiño a la campaña, se trata de una cerveza sin alcohol, elaborada especialmente para la ocasión. La cervecería experimental de Carlsberg en Falkenberg, Suecia, se concentró en lograr un sabor intenso para esa única gota.
Un mensaje gigante en una botella miniatura: el consumo responsable de alcohol
La iniciativa nació como una campaña para recordar la importancia de beber alcohol con moderación, y promover el consumo responsable a nivel mundial.
“Es la idea más moderada que hemos tenido, la botella más pequeña del mundo, que es tan diminuta que puede pasar desapercibida, pero con un mensaje gigante: recordar la importancia de beber con responsabilidad por el daño que podemos hacer, ya sea a nosotros mismos o al resto”, expresó Casper Danielsson, jefe de comunicación de Carlsberg Suecia.
La botella nació como un símbolo, y trataron de combinar ciencia, artesanía y comunicación. Quedaron tan conformes con el resultado, y tuvieron tan buenas repercusiones, que solicitaron exhibirlo como pieza de arte en el Museo Carlsberg Copenhague.
Todos los materiales son reales, es una réplica lo más exacta posible de la original. (Foto: www.carlsberggroup.com)En paralelo, Carlsberg y Tekniska Högskolan Studentkår, el sindicato de estudiantes del Real Instituto Tecnológico KTH de Estocolmo, presentaron un concurso que invita a estudiantes universitarios de toda Suecia a superar esta creación.
Las reglas general es que gana la cerveza más pequeña. Quien logre fabricar una botella aún más diminuta, obtendrá el premio de 10.000 coronas suecas (alrededor de 1000 dólares).
Además el ganador tendrá otro incentivo institucional: una visita al Carlsberg Research Laboratory en Copenhague, el laboratorio líder mundial en investigación cervecera, donde pondrán estar en contacto con los científicos y expertos de avanzada en malteado, elaboración y fermentación.
La planta de fabricación de cerveza Carlsberg, fundada hace 178 años. (Foto: Bloomberg)La invitación a hacer una versión aún más diminuta busca impulsar creatividad técnica en un contexto lúdico y científico. Los alumnos propongan soluciones de diseño y fabricación que superen la miniatura actual.
Carlsberg se fundó en 1847 en Copenhague, y 20 años después sufrió un gran incendio que los obligó a remodelar todas las instalaciones. La tragedia se convirtió en oportunidad y en medio de las investigaciones pudieron modernizar la cervecería, esta vez con materiales ignífugos.
Desde entonces se centraron en la importancia de estudiar el proceso cervecero desde una perspectiva científica. En 1875 se fundó el Laboratorio de Investigación Carlsberg, para comprender la química de la cerveza y la fisiología de los organismos involucrados.
“Se aprende mucho con los desafíos pequeños y complejos, despierta el sentido de innovación, y tengo muchas ganas de ver cómo responden los alumnos del KTH”, señaló Lydia Boij, presidenta de la asociación estudiantil.
Fuente: www.clarin.com



