Experiencia del teatro para los más chiquitos

En el marco de la primera jornada del 12° Festival Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud (FIT) tuvo lugar una experiencia no tan nueva, pero que sin dudas merece tratamientos y reflexiones especiales, como es el teatro para bebés.

En el Teatro Real se montó esta propuesta, que, si bien se origina a partir de una puesta realizada en Sabadell España, el elenco que preparó este proyecto es rosarino. Algunos de sus artistas lo trabajaron en el marco de una residencia organizada por el Festival de Artes Escénicas de Rosario (Faer).

El proyecto de una función para bebés de 4 meses a dos años, que se logró se titula “La guarida de los sentidos” (El Caudels Sentits) y se plantea con algunos cambios al original de la compañía El Petit & Imaginart de Sabadell.

Es un trabajo conjunto entre artistas españoles y rosarinos, que vieron esta obra en su lugar y quisieron traerla a nuestro país.

Los niños van entrando en realidad a una experiencia inmersiva. Se trata incluso de una instalación (más que una escenografía). Sobre el escenario, se montó una suerte de lugar con distintas guaridas (carpas) con luces, telas, almohadones, tiras, trenzas, objetos con diferentes texturas, iluminación baja y música tranquilizante.

Los bebés entran acompañados de sus padres, abuelos, o quien desee acompañarlo, uno a la vez, puede entrar con él a ese espacio especialmente preparado, los demás pueden observar desde un costado, rodeando el lugar.

¿Qué es lo que puede disfrutar un bebé en el teatro?, se preguntarán quienes escuchan esto por primera vez.

La idea es que ingresen a un espacio y un momento de disfrutar, en el que ellos puedan ir hacia donde lo lleve su curiosidad y su placer, sin ser invadidos ni guiados por sus mayores. Eligen la luz o el objeto que más le llama la atención o los hace sentir felices.

Se piensa a los bebés o personas en la primera infancia, como sujetos con derecho a la belleza y al juego, al ocio quizás. Y sus mayores acompañantes, encuentran en esta propuesta, otra forma de entretenerse o pasar tiempo con esos bebés, desde un clima muy placentero, un juego menos enérgico y más relajante.

Dos actrices o guías, acompañan este espacio, tomando de la mano, invitando, vestidas de blanco, sonrientes, se mueven con lentitud y gracia, completando la experiencia.

Los bebés no se asustan, no lloran, entran de a poco y se van maravillando con lo que encuentran y se entregan al juego; luego solos comienzan a salir, cuando las actrices van llevando el encuentro al final. Todo sucede naturalmente.