Es una de las mayores expertas en felicidad del mundo y este es su sorprendente consejo: “Comunícate con alguien con quien no hayas hablado en un tiempo durante 15 minutos”

¿Y si la clave para ser más feliz no estuviera en grandes cambios de vida, sino en un gesto tan cotidiano como retomar el contacto con alguien del pasado? Para la doctora Sonja Lyubomirsky, una de las mayores expertas mundiales en psicología positiva, la felicidad se puede activar con solo dos gestos y 15 minutos al día.
“Si pudiera darle a mi yo más joven (¡y a ti!) un solo consejo para aumentar la felicidad hoy, sería este: comunícate con alguien con quien no hayas hablado en un tiempo.
Ten una conversación de 15 minutos y tómate un momento para expresar tu agradecimiento por ello”, afirma la profesora de la Universidad de California, con más de 35 años de experiencia en el campo del bienestar emocional.
Licenciada por Harvard y doctora por Stanford, Lyubomirsky ha dedicado su carrera a investigar qué prácticas realmente funcionan a la hora de aumentar la felicidad. Su trabajo ha demostrado que las conexiones sociales significativas y la expresión de gratitud son dos de los factores más potentes para elevar el bienestar subjetivo.
“La investigación empírica muestra que las conexiones sociales significativas y expresar gratitud son dos de las formas más efectivas de aumentar la felicidad, y con el simple acto de conversar durante 15 minutos puedes tener ambas”, explica.
Y no, no es necesario que la conversación sea profunda desde el minuto uno. Basta con “ir un poco más allá de las charlas triviales”, compartir algo real, escuchar de verdad y mostrar interés genuino por la otra persona.
Sabemos que el ritmo de vida actual no siempre permite sentarse a hablar durante 15 minutos. Por eso, la psicóloga añade una alternativa sencilla: “Si no tienes 15 minutos, envía un mensaje de texto. Eso es todo.” Lo importante es romper el hielo, reconectar, salir del aislamiento emocional que a menudo se impone con la rutina.
Incluso un mensaje breve puede reactivar un vínculo, generar emociones positivas y reducir el estrés. Según Lyubomirsky, estas pequeñas acciones tienen un impacto inmediato y duradero en la calidad de vida.
Ir más allá del ”¿cómo estás?” superficial y decir algo auténtico, aunque sea breve.
“Trata de escuchar como si tuvieras que resumir lo que te acaba de decir la otra persona”, aconseja. Hacer una pausa antes de responder y reflexionar sobre lo escuchado puede marcar la diferencia.
Si algo llama la atención, profundiza. “Di: ‘Espera, ¿qué? ¡Cuéntame más!’”, sugiere Lyubomirsky. Esa actitud abierta puede convertir una conversación sencilla en una experiencia profundamente conectiva.
Fuente: www.clarin.com