Enorme debate en Alemania tras el suicido de las gemelas Kessler


El suicidio asistido de las gemelas Alice y Ellen Kessler reabrió en Alemania el debate sobre esta práctica y las organizaciones que la hacen posible.
En el caso de las dos célebres hermanas, se trata de la Dghs, que solo en 2024 ayudó a 600 personas a quitarse la vida. No siempre sin provocar polémicas: muchos creen que es necesaria una ley para regular mejor estas situaciones y evitar abusos.
Más allá de comentarios como el del diario Bild, que afirma que su muerte “no es un modelo”, presumiblemente ni las dos hermanas querían que lo fuera, muchos se preguntan si la práctica del suicidio asistido no merece normas más estrictas.
Por ejemplo, la revista Der Spiegel relató el caso de Florian Willet, quien se suicidó con la ayuda de la Dghs, descubriendo que algunas reglas establecidas por la misma organización para gestionar los suicidios habían sido violadas.
Para citar solo una de las condiciones, se debe ser miembro de la organización desde al menos seis meses para iniciar la solicitud de suicidio asistido.
Este requisito parece haber faltado en el caso de Willet.
Además, también falta en su caso un certificado de su psiquiatra, del cual estaba en tratamiento: el suicidio asistido solo es posible si quien desea llevarlo a cabo es plenamente consciente de lo que está haciendo.
Por esta razón, la Dghs envía primero a un jurista y luego a un médico a quien hace la solicitud.
No es casualidad, según la revista alemana, que se haya abierto una investigación sobre su muerte: se está verificando si Willet era capaz de comprender la magnitud de su decisión antes de suicidarse o si, debido a su estado mental, no podía hacerlo.
De hecho, se navega en un campo bastante accidentado. La misma Corte Constitucional había considerado en 2020 que el suicidio asistido a través de médicos u organizaciones ya no era penalmente castigable, pero también había solicitado la intervención del parlamento para regular la práctica.
Una intervención que nunca llegó, contribuyendo así a crear mayor confusión sobre un tema que ya es por sí mismo extremadamente controvertido.
Según Der Spiegel, en Alemania, cada año se quitan la vida alrededor de 10.000 personas.
Fuente: www.clarin.com



